El "caso Madeleine" vuelve a estar de actualidad. Sólo un día antes de que la Fiscalía portuguesa se pronuncie sobre la decisión que adoptará en relación con la desaparición de esta niña británica -todo apunta a que la causa se archivará por falta de pruebas-, la sorpresa la protagoniza el policía luso que llevó la investigación, Gonçalo Amaral, que publicará un libro sobre este caso. El mando policial, que fue apartado de las investigaciones el pasado año, presentará su obra el próximo jueves en una rueda de prensa en Lisboa y parece que no dejará indiferente a nadie, ya que promete "explosivas revelaciones"

El título del libro será `True Lies´ (`Verdad sobre las mentiras´) y es probable que en el mismo Amaral también retome sus críticas sobre el papel de la Policía británica durante la investigación. Ya públicamente había dicho que estos agentes estuvieron influenciados por las pruebas que los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, querían que siguieran. Este policía, que estaba al mando del caso cuando el matrimonio fue declarado sospechoso, sostuvo desde el principio que la pequeña está muerta. Una postura muy distinta de la de los McCann, que consideran la hipótesis de un secuestro y no han abandonado la idea de que su hija aún vive. Ahora, ante la noticia de esta polémica publicación, el abogado portugués de la pareja, Carlos Pinto de Abreu, espera que esta obra no afecte a la búsqueda de la menor.

El libro no es la única novedad que nos deparará esta semana el enigmático "caso Madeleine". Tras más de catorce meses de infructuosa investigación y mientras todavía son sospechosos de la desaparición los padres de la pequeña y el británico Robert Murat -que acaba de ser indemnizado por rotativos británicos-, la Fiscalía General lusa se comprometió a emitir una decisión sobre uno de los casos más mediáticos de la historia y que se conocerá hoy mismo.

Posible archivo

Después de que la Policía, sin aparentes progresos, entregase a los fiscales el informe final de sus investigaciones hace tres semanas, las opciones judiciales son ahora tres: cerrar el caso, ordenar nuevas diligencias e investigaciones o abrir un juicio. Si se cumplen las expectativas de los medios informativos lusos y la Fiscalía pide el archivo de esta causa, los "argüidos" o sospechosos serán liberados de esa condición. El siguiente paso será el fin del secreto del sumario, prorrogado ya en varias ocasiones, cuando concluya un periodo de posibles apelaciones.

El contenido de las indagaciones no ha sido hecho público hasta ahora, aunque la prensa difundió supuestos fragmentos de las conclusiones policiales, que revelan la falta de pruebas concluyentes para esclarecer lo que le ocurrió a la niña. Los medios lusos dan por descontado que el "caso Madeleine" pasará a la historia, al menos de momento, como otro gran misterio sin resolver.