El fiscal rebajó de diez a dos años de prisión su petición de condena para Ángel F.P., el vecino de Ponteareas acusado de abusar sexualmente de su sobrina discapacitada y que fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial. La joven, que en la actualidad tiene 27 años, padece una minusvalía psíquica desde su nacimiento que le hace tener una edad mental de unos 9 años y que anularía cualquier capacidad de consentir las relaciones sexuales.

El fiscal rebajó sensiblemente su petición de condena al considerar que no existe prueba de cargo para asegurar que las relaciones sexuales entre el acusado y la joven fueron con acceso carnal. Sí considera, no obstante, que existen indicios suficientes para determinar que hubo una relación entre ambos y que el acusado se aprovechó de la minusvalía que padece la joven para llevar a cabo los abusos. El acusado lo negó en el juicio. Es más, dijo que "ni siquiera hubo insinuaciones, ni la toqué".

Los hechos se remontan a los meses de junio y julio de 2007, cuando el procesado convivía en la casa familiar con su hermana, su hermano, la compañera sentimental de éste y su hija, que es la víctima. En una ocasión, sorprendieron a ambos encerrados en la habitación del acusado con la puerta cerrada por dentro, según los testigos. Días más tarde observaron como Ángel F.P. volvía a salir de la habitación de la joven y como ésta se marchaba con el jersey levantado de un cobertizo en el que también se encontraba el procesado. Estos hechos sembraron la desconfianza entre los habitantes de la casa, quienes los pusieron "en conocimiento de la Guardia Civil" por si acaso "hubiera pasado algo".

El 16 de julio de 2007, en sede judicial, la joven aseguró finalmente que mantenía relaciones sexuales con el acusado, que es "como si fuéramos novios" y que "lo hacían unos días sí y otros no". Una declaración que el Fiscal pidió que volviera a leerse durante el juicio celebrado ayer después de que la joven se limitase a testificar que no recordaba nada.