Seis meses de prisión. Ésta es la condena impuesta por el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo a un directivo por acosar sexualmente a una empleada a la que llegó a someter a tocamientos. El hombre, que ya ha recurrido la sentencia ante la Audiencia Provincial de Pontevedra, también deberá pagar una multa de 180 euros por una falta de vejaciones e indemnizar con 6.000 euros a la víctima.

La condena coincide plenamente con la que planteaba el ministerio fiscal y sólo difiere en la responsabilidad civil con respecto a la solicitada por la acusación particular. Los hechos ocurrieron entre 2004 y 2005 en una empresa dedicada a gestionar la construcción de centros comerciales, en la que la víctima trabajaba como administrativa.

La mujer había denunciado varios episodios concretos ocurridos en la oficina, en los que dijo que su jefe intentó besarla en el cuello o tocarle los pechos. Los psicólogos que la examinaron señalaron que su relato era creíble y que los problemas psicológicos que sufrió a raíz de estos hechos eran compatibles con ser víctima de este tipo de situaciones. En el juicio, una amiga relató que la mujer le había confesado el acoso que sufría y otra trabajadora recordó que cuando tenía que entrar en el despacho del jefe, le pedía a ella que entrase allí con alguna excusa y que al salir dejase la puerta abierta. El acusado dijo en el juicio que todo era un montaje porque iban a despedirla por su bajo rendimiento, pero la empresa le había dado una buena puntuación en una evaluación reciente y también le había otorgado nuevas funciones.