Un hombre mató a su esposa y a sus dos hijos, de 6 y 4 años de edad, y luego se suicidó en la localidad murciana de Yecla. El parricida utilizó un cuchillo de grandes dimensiones para matar a su familia, mientras que él se suicidó con una escopeta.

Los hechos ocurrieron ayer sobre las 9.25 horas, cuando se recibió en la Comisaría de Yecla una llamada telefónica de una persona que se identificó únicamente por su nombre y que dijo que había matado a su mujer y a sus dos hijos, requiriendo presencia policial para entregarse.

La persona que efectuó la llamada dijo que había matado a su familia en un chalet sin terminar y situado en la parte posterior de una empresa de pinturas, en el polígono La Herrada, en la carretera de Yecla a Villena.

Al lugar se desplazó una dotación del Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes vieron al autor de la llamada portando una escopeta en las manos, de la que se le escapó un disparo. Los policías, según del delegado del Gobierno, realizaron entonces un disparo intimidatorio y, al acercarse, el hombre volvió la escopeta hacia sí y se disparó a la altura de la barbilla.

Ya en el interior de la casa los agentes encontraron a una mujer y a dos niños muertos por arma blanca juntos en el suelo, sobre una manta. Todo apunta a que primero mató a la mujer, y después a lso dos niños por la espaldda. También se encontró una carta que dejó el parricida.

El hombre fue identificado como J.P.V., de 43 años de edad, y la mujer es J.S.A., de 39. Fuentes de la Delegación del Gobierno aseguraron que no hay conocimiento previo de que existiera una posible situación de violencia doméstica, ya que no hay denuncias de la esposa.

El alcalde de Yecla, Juan Miguel Benedito, afirmó ayer que el parricida estaba atravesando "una crisis económica importante". Así, apuntó que tal vez podría haber sido ésta la causa de lo ocurrido. Asimismo, anunció que se declararán tres días de luto oficial en la localidad y que el próximo lunes, en la Plaza Mayor del Consistorio, se guardarán dos minutos de silencio en repulsa por los hechos y en apoyo y solidaridad a la familia.

Benedito dijo estar "muy consternado" por este crimen que, a su juicio, "no tiene palabras", al tiempo que brindó "el apoyo técnico y psicológico" a los familiares de las víctimas, que sufrieron una gran conmoción al conocer los hechos, y apenas contenían el llanto cuando accedieron a la vivienda donde tuvo lugar la terrible matanza, un chalé todavía sin terminar.

La tragedia de ayer en Yecla no es la primera vivida por los ciudadanos de este municipio. Hace algo más de un año, el 7 de marzo de 2007, un joven de 29 años identificado como R.B.S, mató a su padre e hirió a su madre en el domicilio familiar, también en la localidad murciana, tras sufrir un brote psicótico.