Una anciana de 83 años de edad, fue hallada degollada en su casa de Santiago de Compostela, y la Policía ha detenido a uno de sus familiares en relación con el homicidio. El cadáver de la anciana, Manuela Barreiro Beiras, fue descubierto pasadas las 9 de la mañana de ayer cuando una vecina que realizaba la limpieza de las escaleras del edificio avisó a la Policía al encontrar huellas de pisadas y sangre. Horas después, agentes de la comisaría compostelana detenían a J.M.G.P., de 34 años y sin antecedentes penales, que es pariente de la víctima.

Todo apunta que el suceso tuvo lugar sobre las 13.00 horas del domingo, si bien no trascendió hasta ayer. El detenido, en cuyo domicilio se han intervenido las ropas que vestía en el momento de los hechos, permanecía anoche en los calabozos de la comisaría de Santiago pendiente de las últimas averiguaciones que permitan demostrar u total implicación en los hechos, según informó la Policía. La investigación policial, forense y judicial permanece abierta para concretar extremos pendientes y la verificación de lo ocurrido.

Esta investigación y el secreto sumarial dictado por el juez que instruye el caso impidió ayer que trascendiera el móvil del homicidio. No obstante fuentes policiales informaron que no se descartaba el robo o la agresión sexual como causas de lo ocurrido.

La víctima, Manuel Barreiro, residía sola en un piso de un inmueble de tres plantas en el número 57 de la calle Basquiños, en donde las casas son muy antiguas aunque la zona se encuentra fuera del casco viejo de Santiago. Fuentes sanitarias explicaron que la mujer residía en el primer piso y que cuando acudieron al lugar de los hechos, presentaba un profundo corte en el cuello, lo que provocó que se desangrase.

Manuel Calvo, propietario de la vivienda y familiar de la víctima, declaró poco después de conocer la noticia que él observó que la mujer tenía un fuerte golpe en la cabeza, y que fue encontrada medio desnuda, "tumbada panza arriba".

Al parecer, la víctima fue agredida en su habitación y posteriormente trasladada a la cocina. A primera vista, la puerta de entrada al domicilio no presentaba indicios de que hubiera sido forzada y los vecinos consultados aseguran que no escucharon nada que los alertase de una discusión o agresión durante la tarde del domingo.

Los familiares de la mujer fallecida, antes de conocerse la detención de uno de sus parientes en relación con el homicidio, aseguraban que se trataba de una persona "muy confiada" por lo que podría ser que ella misma abriera a sus agresores, aunque al parecer tampoco era difícil acceder desde la parte posterior de la vivienda.

Inicialmente los vecinos de la zona atribuyeron el homicidio a un robo, ya que, aseguraron que en los últimos tiempos se habían cometido varios hurtos en el barrio, ya que algunos se aprovechan de la antigüedad de las casas y de que el barrio no es muy transitado para introducirse en las viviendas.