El pedófilo más buscado de Europa ha sido apresado en Portugal tras seis años de intensa búsqueda policial y apenas un año después de que su pista se recuperara en el sur de Galicia, concretamente en Vigo, Tui, y el norte de Portugal, ya que durante casi dos décadas residió en Vilanova de Cerveira. Ulrich Schulz, uno de los criminales más buscados de Alemania al que se le imputan más de un centenar de abusos a menores, fue detenido en el centro de Lisboa y ahora espera la extradición a su país, aunque la Policía lusa tendrá que determinar si también ha cometido delitos en Portugal y debe ser juzgado por ello.

A punto de cumplir 60 años, Ulrich Schulz, es conocido en el mundo de la música esotérica como Oliver Shanti. Natural de Hamburgo, tras vivir una época hippie en la Indica regresó a Alemania en la década de los 80 y fundó una secta-comuna en Baviera. La Policía alemana sospecha que se servía de ella para cubrir las prácticas sexuales con menores, y se habría valido de su condición de líder para cometer los abusos a niños.

Tras el accidente nuclear de Chernobyl, según recoge la prensa alemana, Shulz trasladó la secta, en la que había muchas madres solteras, a Portugal y compró la quinta de San José en Vilanova de Cerveira, convirtiéndose en benefactor de la villa.

La Fiscalía de Munich le imputa 116 abusos sexuales graves a niños, y considera que la secta que representa está implicada en otro millar de casos. En el año 2002 Ulrich Schulz fue denunciado por los padres de uno de los niños violados. La investigación puso de manifiesto un grave caso de pedofilia, ya que habría abusado sexualmente de cuatro niños, de entre 7 y 13 años, al menos un centenar de ocasiones entre los años 1990 y 1998.

Sabiéndose en el centro de la investigación policial, Schulz huyó y se asentó en sus posesiones de Portugal, donde cuenta con un ingente patrimonio que incluye varias fincas y propiedades y una productora en Sudáfrica. Sus discos de música esotérica siguen a la venta a través de Internet.

En ese momento la Policía alemana dictó la orden europea de búsqueda y captura. En los primeros meses de 2007 la Policía alemana recupera la pista de Oliver Shanti en el sur de Galicia y en el norte de Portugal, y pone en alerta a los servicios de seguridad en ambos países.

El Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional española organizó un operativo para dar con él. Así algunos testimonios lo situaron en Tui y en Vigo, en concreto en la playa de Samil -posible escenario de captación de adeptos-, e incluso en un motel de la zona del aeropuerto. En Tui fue reconocido en varias farmacias, donde al parecer adquiría los antidepresivos y la medicación que precisa para el tratamiento de trastornos obsesivo-compulsivos que padece.

Schulz, según los datos de la Policía alemana, contaba con apoyo en Galicia, en concreto un portugués con residencia en Cangas, lo que le facilitaba su movilidad por la zona.

El corpulento alemán de barba y pelo largo, y 1,85 metros de altura, por quien se ofrecía una recompensa de 3.000 euros en la página de la Policía alemana donde se facilitaba su foto y un retrato robot como uno de los pederastas más buscados del país, volvió a escapar cuando supo que la Policía española le seguía la pista y había descubierto su hasta entonces residencia secreta en Vilanova de Cerveira.

Cuando la Policía lusa fue a por él, el presunto pederasta ya había huido. La búsqueda se extendió entonces a otras localidades españolas. Algunos testigos situaron a Oliver Shanti en un yate y en locales de música de Ibiza, mientras otros lo ubicaban en varias localidades de las islas Canarias. Aunque estas nuevas pistas se siguieron y se dispusieron operativos para localizarle, ninguno llegó a dar frutos.

La detención de Ulrich Shulz en el centro de Lisboa, algunos medios portugueses lo sitúan en las inmediaciones de un colegio cuando fue arrestado, pone fin a seis largos años de investigación policial. Las autoridades judiciales alemanas han recabado en este tiempo nuevos testimonios y han localizado a diversos testigos que serán claves para formalizar la acusación que se formule contra él en el juicio que se celebrará en Munich.