Verónica Palleiro / Ponteareas

Un padre y su hijo fallecieron ayer ahogados en el río Tea en la parroquia de Ribadetea, en Ponteareas. José Álvarez Tombo, de 73 años, y su hijo deficiente, Juan Manuel Álvarez, de 35 años, fueron encontrados muertos flotando boca abajo en el agua en una zona de baño conocida como A Croa.

Ambos solían dar paseos por las inmediaciones del río antes de la hora de comer. Ayer sin embargo, la mujer de José, al ver que se retrasaban, decidió salir en su búsqueda. Fue entonces cuando los encontró, no se movían y estaban flotando en el río.

Al lugar de los hechos acudieron la Guardia Civil, los bomberos de Ponteareas y la Policía Judicial. Ante la constatación de que los cuerpos estaban ya sin vida en el agua, fue necesario esperar a que llegase la forense antes de proceder al rescate.

Aunque los bomberos recibieron el aviso a las 14.25 horas, a través de una llamada de la Guardia Civil, la extracción de los cuerpos no se efectuó hasta pasadas las cuatro de la tarde cuando llegó la médico y tomó las primeras muestras.

Los cadáveres se encontraban en una zona de aguas remansadas, a unos seis metros de la orilla, y donde la profundidad es de aproximadamente un metro y treinta centímetros, una zona en la que se hace pie y que, según relatan los vecinos, es habitual para el baño en verano.

Según indican los propios bomberos, de acuerdo con las primeras impresiones, los cuerpos no presentaban signos de violencia. El padre llevaba el reloj puesto y estaba descalzo, sus cauchos y su gorro estaban bien colocados en la orilla del río.

La familia sospecha que el suceso no esconde un accidente, sino una acción premeditada por el cabeza de familia. Afirma que José Álvarez estaba atravesando una depresión y que el nuevo tratamiento que estaba siguiendo, al parecer, no le ayudaba. "Adoraba a su hijo y pienso que pensaría que ya era mayor y que pronto no podría cuidarle ya que sentía pasión por el joven deficiente, y por eso, para que no le quedara la carga a nadie decidió hacer esto", relata la nuera de José. "Su hijo no estaba con él por la mañana, sino con su madre en una finca pero José dijo que se lo llevaba a dar una vuelta, como solía hacer muchas veces, pero jamás imaginamos que tuviese pensado hacer algo así, es una tragedia", relata la nuera del fallecido.