Efectivos de la Policía Local de Pontevedra y del 061 tuvieron que emplearse a fondo para rescatar a un niño de 11 años que se cayó con su bicicleta al río Lérez desde una altura de unos cuatro metros y sufrió un fuerte golpe en la espalda. El siniestro se produjo sobre las siete de la tarde.

Lo abrupto del terreno complicó sobremanera el rescate, ya que el accidente se produjo llegando a la urbanización de Monte Porreiro, en donde el río Lérez discurre por un abrupto cañón que atraviesa una senda peatonal. No obstante, el niño circulaba en bicicleta junto a su madre no por este camino acondicionado, sino por una antigua senda que está bastante abandonada y más próxima al cauce del río. Parece ser que, en un momento dado, la rueda de la bici del joven se trabó con una raíz u otro obstáculo y se precipitó de cabeza al río.

Cuando los agentes de la Policía Local y el 061 llegaron al lugar del suceso se encontraron con el joven que se había caído desde una altura de unos cuatro metros al lecho del río, que además, al encontrarse la marea baja, apenas llevaba agua, por lo que el pequeño se golpeó con las piedras. El susto fue mayúsculo, ya que en un primer momento aseguraba que le dolía la espalda y que no se podía mover.

Por este motivo, y ante lo escarpado del terreno y la dificultad para rescatarlo se pensó en movilizar a una lancha y retirarlo por el río. Cuando el niño, al parecer vecino del cercano barrio de Monte Porreiro, se fue tranquilizando, comenzó a moverse y a encontrarse en mejor estado. Descartado en principio que sufriera una lesión grave, se decidió evacuar al pequeño por tierra. La operación no fue fácil, ya que hay que subir por una ladera escarpada hasta al carretera de acceso a Monte Porreiro en donde le esperaba la ambulancia.

Con la víctima inmovilizada en una camilla, los agentes de la Policía Local y los efectivos 061 tuvieron que emplear unas cuerdas para subir al niño desde el lecho del río al antiguo sendero abandonado. Uno de los policías municipales lo acompañaba en el izado. Una vez allí, tuvieron que realizar un importante esfuerzo para llevarlo, por este estrecha senda, hasta la que ya está acondicionada y lleva hasta la carretera.

El pequeño se encontraba consciente en todo momento y, al parecer, las heridas que sufría eran fuertes contusiones pero, como medida preventiva iba a ser trasladado a Montecelo con el objetivo de realizarle una inspección en profundidad y descartar cualquier herida de gravedad.