Seis años y medio de prisión. Ésta es la pena impuesta por el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo a un vecino de la ciudad olívica que envió cartas amenazantes a su ex mujer mientras estaba en prisión y teniendo en vigor una orden judicial que le prohibía comunicarse con ella. El condenado, J.E.L.C., de 41 años, remitió a la víctima cuatro notas manuscritas con "expresiones intimidatorias" y en las que le instaba a retirar una denuncia. "No te vas a desacer de mi eso tenlo muy claro [sic]" o "Respira mientras puedas" son sólo algunas de las múltiples frases que constan en las misiva.

El juez considera a esta vigués responsable de tres delitos: uno continuado de quebrantamiento de condena, otro continuado de amenazas y un tercer delito contra la Administración de Justicia. Además de la pena de cárcel, se le prohibe acercarse o comunicarse con su ex esposa durante cuatro años y, además, deberá pagar una multa de 2.160 euros. En lo referente al delito de amenazas, en la sentencia se aprecia la agravante de parentesco.

Manuscritas

Los hechos ocurrieron en 2006, el mismo año en el que la Audiencia Provincial de Pontevedra confirmaba parcialmente una condena contra este hombre por maltrato habitual que le impedía comunicarse con la mujer. Según consta en el apartado de hechos probados de la resolución judicial, pese a ser consciente de esa prohibición, J.E.L.C. "hizo llegar" al domicilio de la víctima cuatro notas manuscritas. Las cartas, que fueron recibidas entre febrero y noviembre de 2006, aparecieron en el buzón y en la puerta de la casa.

La primera misiva llegó el 3 de febrero. La segunda, el 19 de junio. En la sentencia se alude a "expresiones claramente amenazantes" que constan en esta nota, como: "pero ya te dire cuando salga porque cuenta que tu y yo bamos a tener una charla muy larga porque habeces parece que no te duele nada pero yo si se tu punto debeil y que sepas amor que como se te ocurra denunciar esto como hiciste con la otra tarde o temprano voy a ir a por el y luego tu como tenia que hacer hace tiempo nunca es tarde [sic]". A juicio del juez, "la expresión ir a por una persona indica una intención claramente agresiva" en la que se pretende "causar mal".

La tercera carta fue recibida el 16 de octubre. Le recrimina que presentase una denuncia y la insulta: "No te acerques por el juzgado te voy a undir andate con ojo [sic]", le advierte, extendiendo la amenaza a su abogada. Le insta a retirar la demanda. "Se lista por una vez en la vida y retira de la denuncia, que se que puedes acerlo y no es una amenaza es un pequeño consejo [sic]".

La última misiva se remonta al 3 de noviembre. Y es la más corta. "Espero que lo pases bien mientras puedas por que igual no estoy donde piensas qué conoce a mucha jente no me vas a joder mas que te quede claro y estas sola respira mientras puedas [sic]", señala. El magistrado considera, en referencia a estas palabras, que "es difícil imaginar una situación de mayor temor para una persona que ha sido víctima de hechos tan repudiables como los que motivaron la anterior condena que la mera insinuación de que el autor de los mismos no está en prisión".

La sentencia puede recurrirse ante la Audiencia Provincial.