El fuerte vendaval que se registró el viernes de madrugada en la parroquia de Pontellas, en Porriño, provocó el derrumbamiento de un muro de granito sobre dos coches y una motocicleta estacionados en la parte lateral de una vivienda. Las piedras penetraron por la ventana del dormitorio de José Martínez y Mª Cruz Pérez y llegaron a reventar el radiador instalado en la pared .

El matrimonio se despertó en torno a las cuatro y media de la madrugada como consecuencia del estruendo. Fue entonces cuando pudieron ver que el suelo de la habitación estaba cubierto de cristales.

Tras comprobar que sus tres hijos estaban a salvo, salieron a ver qué había ocurrido, fue entonces cuando descubrieron que las enormes losas de granito habían aplastado sus dos coches y la motocicleta de su hijo mayor.

El Citroën C4, con menos de cinco meses, ha quedado totalmente destrozado. "Como es de siete plazas y es alto fue el que amparó las piedras, si no llega a estar el coche allí aparcado lo más probable es que el muro nos hubiese aplastado a nosotros mientras dormíamos", explica Mª Cruz Pérez.

El otro vehículo, estacionado detrá, es un BMW 3.25 cuya parte delantera también ha quedado dañada. Delante de los dos coches estaba guardada la moto Sony comprada hace dos meses para que su hijo de 16 años pudiese ir al trabajo.

La principal preocupación del matrimonio está en los seguros. El monovolumen está a todo riesgo y el BMW a terceros. "El seguro nos dijo que para tasar el coche tenemos que llevarlo al taller o al desguace, que ellos aquí no vienen, pero nosotros no podemos mover nada hasta que venga el perito de la casa y vea como está todo esto", comenta el matrimonio.

Ha coincidido el fin de semana por medio y, previsiblemente, hasta mañana o pasado, las aseguradoras no se acercarán a ver el estado de los coches y de la vivienda. José Martínez trabaja en Pazos de Borbén, a unos 30 kms de su casa en el barrio de Louriña, y Mª Cruz, en Puxeiros, por eso están preocupados porque carecen de un medio de trasporte para desplazarse. "Tendremos que ir en taxi o no sé cómo vamos a hacer porque el seguro no sé si estará dispuesto a pagarlo", explica José Martínez.

Al ser consecuencia de un fenómeno natural, las compañías de seguros les han advertido de que lo más probable es que sea el Consorcio de Compensación de Seguros el que tendrá que asumir el coste de los daños materiales ocasionados.