Cuatro pilotos gallegos de planeadoras serán juzgados a partir del lunes en la Audiencia de Almería con una red de tráfico marítimo de hachís desde el norte de Marruecos a las costas andaluzas. Entre los 19 procesados figuran tres guardias civiles del cuartel de Roquetas acusados de dar cobertura a la organización, y el proveedor marroquí, Hassan Mimon Moahamen. El fiscal solicita penas que suman un total de 112 años de prisión, que de forma individual oscilan entre los 4,3 y los 6 años.

La Fiscalía imputa al grupo liderado por los hermanos Antonio y Manuel Sánchez Sánchez al menos cuatro transportes, dos de ellos frustrados, el primero porque la embarcación sufrió una avería y el otro porque la Guardia Civil les esperaba.

El fiscal sostiene que, en la madrugada del 27 de junio de 2001, los gallegos Pablo Beascoechea Rico y Jorge Beascoechea Poceiro cruzaban el Estrecho desde Mar Chica (Marruecos) a Granada, cuando a la altura de Carchuma la planeadora se averió. El alijo acabó en el mar y ellos fueron rescatados por Salvamento marítimo.

La noche del 27 al 28 de agosto los mismos pilotos intentaron introducir 5.000 kilos de hachís por la costa de Roquetas, pero se dieron la vuelta hacia Marruecos alertados por alguno de los guardias civiles que colaboraba con ellos de que efectivos antidroga les esperaba en el lugar del

desembarco.

La noche del 25 al 26 de septiembre, siempre según el fiscal, la organización logró introducir 4.000 kilos de hachís en una playa situada entre Aguadulce y Roquetas de Mar. Un equipo antinarcóticos de la Benemérita les sorprendió, pero sólo pudieron intervenir algo más de 211 kilos de droga, valorados en 320.000 euros, ya que los porteadores huyeron en coche con varios paquetes y otro centenar de fardos acabó en el mar, arrojado desde las dos planeadoras que, según la acusación pública, pilotaban los gallegos Cándido Cacabelos Charlín y Juan Antonio Domínguez Valdedios. El último alijo que se imputa a la red, de casi mil kilos de hachís, fue intervenido en un camión con matrícula holandesa cerca de Murcia. En uno de los registros domiciliarios se intervino una pistola.