El vigués Borja Alonso, conocido por ser el ganador del certamen de Míster España en 2005, resultó herido grave tras recibir un disparo en una pierna en el transcurso de una fuerte discusión que se produjo en plena medianoche en un piso del barrio de Coia. La Policía Nacional busca a las tres personas, dos hombres y una mujer, con las que el joven acudió a la casa para cerrar supuestamente la venta de su coche y que huyeron en un Mercedes gris tras saltar por una ventana. Los compradores, al parecer, procedían de Castilla y se sospecha que huyeron a Madrid.

Los investigadores indagaban ayer en la versión ofrecida por los testigos, aunque no descartan un posible ajuste de cuentas por asuntos relacionados con drogas. Sin embargo, el inquilino del piso donde se produjeron los hechos quiso aclarar ante la prensa que el suceso no obedece a un caso de narcotráfico: "No es cosa de drogas, es lo único que quiero decir".

Todo se desencadenó la pasada medianoche en un primer piso del edificio número 11 de la calle Baiona. La vivienda pertenece a una pareja de amigos del ex míster, padres de una hija de dos años que dormía en una habitación cuando se produjeron los hechos. Una llamada telefónica alertaba en torno a las 00.40 horas a la Policía Local. Una dotación de este cuerpo y una ambulancia del 061 acudieron de inmediato al lugar y ya encontraron al joven tirado en el rellano de la vivienda: había recibido un disparo que le impactó en la pierna izquierda y que le provocó la fractura del fémur y presentaba también una herida en otra mano por tratar de esquivar probablemente otra bala cuyo casquillo apareció en la casa.

Borja Alonso, de 26 años, fue trasladado a Povisa, donde permanece ingresado y, según un portavoz del centro, se le realizaron estudios preoperatorios para ser intervenido quirúrgicamente. Su estado es grave, pero no se teme por su vida.

En la casa de Coia que fue escenario de la disputa viven de alquiler un amigo del antiguo míster, Celso, su compañera y el hijo de ambos de dos años. Según la declaración de este joven ante los investigadores, estaba en su vivienda cuando recibió una llamada de Borja, en la que le pedía que se acercara hasta su domicilio, en el entorno de la plaza de la Miñoca, donde se encontraba con las tres personas con las que tenía que cerrar la venta de su coche (un Mercedes negro SLK) y con las que habría contactado a través de un amigo que tiene un concesionario. Una vez allí, todos decidieron ir a la casa de Coia: Borja y su amigo Celso en el coche del primero y los tres supuestos compradores en un Mercedes gris.

Una vez en la vivienda todos se juntaron en la cocina. Según el relato del amigo del ex míster, en un momento concreto abandonó esta estancia para acudir a junto de su pareja y, pasados apenas unos minutos, escuchó a Borja gritar y pedir auxilio. Desde fuera de la cocina ya vio a su amigo forcejear con uno de los tres supuestos compradores, pero no pudo entrar, ya que otro, señaló, se abalanzó contra él con una pistola pequeña de la que en un primer momento pensó que era de fogueo, por lo que llegó a forcejear con él. Entonces escuchó los disparos, realizados por otra de las personas con otra arma, y pudo llegar a ver a su amigo herido. Pero no pudo socorrerlo ya que a él y a su compañera los echaron del piso, al que no pudieron entrar por no tener llaves. En ese momento se vivieron momentos de tensión, ya que la niña continuaba durmiendo dentro. "La pareja daba golpes en la puerta y gritaban para que les abriesen", relataron los vecinos que acudieron alertados por el ruido y los disparos. Pasaron unos minutos y Borja, arrastrándose, abrió la puerta. Los autores de los disparos huyeron por la ventana.