El joven, que estaba acompañado de un amigo, se encontraba a unos cincuenta metros de la costa, en la playa de Lighthouse, cerca de Ballina, en el momento que fue atacado por el escualo.

Tras el ataque, la víctima fue socorrida por su compañero, quien consiguió llevarlo hasta la playa, donde reclamó la ayuda de los servicios de emergencia.

La víctima falleció antes de la llegada de la ambulancia.

La playa tiene un servicio de socorristas, que cuando ocurrió el ataque, aún no había iniciado su jornada.

Las autoridades, que no habían sido alertadas antes de la presencia del tiburón, cerraron a los bañistas todas las playas del condado de Ballina, como medida de precaución.

Los ataques de tiburones en los mares que bañan Australia son frecuentes y todos los años causan alguna víctima mortal.