"Yo ya estoy harta, cansada de esta situación, porque no es la primera, ni la segunda ni la tercera vez que lo denuncio; pero también tengo claro que no quiero que vaya a la cárcel, sino que debe ir a un centro donde lo traten y se ponga bien". La ex novia del policía local, que prefiere preservar su identidad, relataba ayer que los hechos que vivió el pasado sábado no son ni mucho menos una novedad.

La orden de alejamiento que le proporcionó el juzgado data de hace ya tres años. "Fue por unos hechos que ocurrieron en Nigrán; después aún tuve otro juicio porque, cuando residí en Vigo, entró en la casa que tenía allí y causó destrozos; y ahora en abril habrá otro", explica.

Cansancio

Esta mujer se lamenta de que, a pesar de todo lo ocurrido, nunca se tomen medidas. "Estoy cansada de que siga haciéndole y que quede suelto, sin más; de que de un día para otro esté otra vez patrullando como si aquí no pasase nada", manifiesta.

A lo largo de todos estos años confiesa que ella misma incumplió la misma orden de alejamiento que la protege. "Reconozco que en eso soy culpable, y que lo hago mal, y que si me llama quedó con él para tomar un café y hablamos; pero es que lo hago para protegerme, porque cuando no le hago caso y no le cojo el teléfono, como ahora, es cuando comete estos hechos", concluye.