Sin ocultar el rostro ante las cámaras y con aparente serenidad, el vecino de Guitiriz acusado de malos tratos a su madre que fue detenido por herir de gravedad de un disparo a un guardia civil pasó ayer a disposición del juzgado de instrucción número dos de Vilalba. Francisco Montes, de 38 años, ingresó en prisión tras admitir los hechos.

El hombre fue trasladado a primera hora de la mañana desde la Comandancia de la Guardia Civil en Lugo, en donde llevaba dos días detenido, hasta el juzgado de Vilalba, donde prestó declaración durante unas dos horas.

Según fuentes de la investigación, Francisco habría reconocido los hechos ante la juez, atribuyendo su comportamiento a un "mal momento". Incluso él mismo, en su comparecencia, expresó el deseo de que lo trasladaran a un centro penitenciario, lo que se produjo poco después cuando, por orden de la juez, fue ingresado en la prisión lucense de Bonxe. Francisco Montes deberá responder por cinco delitos: dos de homicidio en grado de tentativa, otro de atentado contra agentes de la autoridad y dos de maltrato a su madre.

Los hechos ocurrieron el pasado jueves cuando la madre del detenido, Antonia Vázquez, de 67 años, denunció ante la Guardia Civil los maltratos que le infligía su hijo. Cuando los agentes acudieron a su casa y trataron de convencerlo de que desistiera de su actitud, se metió en casa, cogió una escopeta y, cargándola varias veces, la emprendió tiros contra la patrulla.

El guardia civil J.L.H.B., de 37 años, fue herido de gravedad e ingresó en el Juan Canalejo de A Coruña, donde permanece. Le tuvieron que extirpar parte del intestino delgado y reconstruirle el colon, además de sufrir pérdida de masa muscular en su brazo izquierdo. La madre del detenido resultó leve por perdigones.