María Josefa, la supuesta infanticida, estaba muy deprimida por su reciente ruptura matrimonial, según aseguraban ayer sus vecinos. "Le aseguro que adoraba a su pequeña, por la que se desvivía", añadió una mujer que vive al lado del piso donde ocurrieron los hechos. María era muy conocida en la zona pues regentaba una heladería muy cerca de su casa.

Ayer fueron sus padres y un hermano quienes avisaron a los Mossos del intento de suicidio de María, puesto que residen en una vivienda muy próxima a la de ella. Es posible que antes de arrojarse al vacío pudo advertir de su estado a sus familiares, aunque nadie pudo evitar el fatal desenlace. Ahora los agentes continúan investigando para saber la verdadera causa que originó el fallecimiento de la pequeña.