La familia de la pareja viguesa formada por Francisco Fernández Golpe y María Victoria Méndez Caride, de 36 y 37 años, desaparecida de su casa en Cabral hace ya 18 meses, ha iniciado los trámites para darlos por fallecidos. Al no estar casados, cada familia deberá hacer las gestiones por separado. Como paso previo, la familia de María Victoria tramita ye en el juzgado vigués la declaración de ausencia, lo que también les permitirá poder gestionar un patrimonio que cada día se deteriora más y al que no tienen acceso.

Y es que los bienes siguen precintados y se les ha impedido poner a cubierto los coches del negocio de compraventa de vehículos que tenían, y que siguen en el exterior de su vivienda oxidándose. Tampoco tienen acceso a la vivienda de la pareja, donde no les permitieron ni vaciar el congelador ni la lavadora que estaba con la ropa dentro, según explica Beatriz Méndez, hermana de la desaparecida.

"Hasta ahora el juzgado ha ido pagando la hipoteca de la casa con el dinero que tenían en el banco, pero se está acabando. Lo que pretendemos es que nos permitan alquilarla y que ese dinero vaya a la cuenta de su hipoteca directamente y así hacer frente a los gastos. No queremos el dinero para nosotros, ni vender el patrimonio, pero tampoco que se deteriore como está pasando".

La pareja tenía un negocio de compraventa de coches. En la planta baja del chalé de la Avenida de Madrid estaban preparando la zona de exposición. Francisco Fernández Golpe compraba los vehículos en Francia e iba a recogerlos. Los coches siguen en el exterior de la casa, a donde puedes acceder los familiares sólo para dar de comer a los perros, según expone Beatriz Méndez. "Los vehículos cada día se deprecian más y convendría venderlos, pero a la Justicia parece no importarle", explica.

Las familias descartan una marcha voluntaria de la pareja y, dado el tiempo transcurrido, creen que no hay ninguna esperanza de encontrarlos con vida. Especialmente porque su coche apareció tiroteado y quemado en el monte de A Risca. Pese a la investigación policial y a la movilización de familiares y amigos que realizaron búsquedas y pegaron carteles, el caso sigue sin esclarecerse.