Entrevista | Kerry Kennedy Presidenta de la Fundación Robert F. Kennedy
«Recomendaré el Camino de Santiago a los estadounidenses como fuente de dignidad»
Kerry Kennedy llegó ayer a Santiago invitada por la Universidad Intercontinental de la Empresa (UIE) y Afundación. La presidenta de la Fundación Robert F. Kennedy fue recibida por Miguel Ángel Escotet, quien le hizo entrega del título de profesora honoris causa de la Facultad de Administración de Empresas y Derecho de la UIE en el marco de una solemne y concurrida ceremonia en el auditorio de Abanca.

Kerry Kennedy, ayer en Santiago. / Jesús Prieto
Arturo reboyras
Mujer coraje y comprometida con la defensa de los derechos humanos, Kerry Kennedy se presenta en Santiago acompañada de su perrito, del que dice que nunca se separa. Con él posa para la prensa, antes de defender una vez más el inmenso legado de la familia Kennedy en su país. Recuerda con emoción a su padre, Robert F. Kennedy, fiscal general de EE UU y candidato a ocupar la Casa Blanca; y también a su tío, el presidente John F. Kennedy. Ambos murieron asesinados en su país. En esta conversación ofrece su visión de la situación del mundo, defiende la justicia social y advierte de los «peligros» de la administración de Donald Trump, de la que dice que avanza hacia la autocracia.
El próximo 20 de noviembre se celebra el centenario del nacimiento de su padre, Robert F. Kennedy, ¿qué recuerdo personal y como líder guarda de su padre?
Lo que creo que es importante sobre mi padre es su creencia en la capacidad de una persona para hacer algo diferente. Que cada uno de nosotros tiene un papel que hacer en nuestra comunidad, nuestro país, para hacer de nuestro mundo un lugar más justo y pacífico. Y eso es realmente lo que pienso en él. Tuve siete hermanos y tres hermanas y cuando yo era niña teníamos muchas batallas como juego. Teníamos dos casas sobre un magnolio y en una ocasión jugué allí con mi hermano Michael. Cada uno representaba un papel de la Segunda Guerra Mundial. Él estaba arriba y hacía de Estados Unidos; y yo, abajo, representaba a los alemanes. Michael tenía un cubo lleno de brotes de magnolia, que son muy consistentes y me los tiraba a la cabeza. Finalmente, tuve que bajar del árbol corriendo y fui a junto de mi padre a quejarme. Mi padre me dijo que llamase a Michael, fui y le dije: el fiscal general de los EE UU te llama a su despacho. Mi padre me pidió que contase ante Michael lo que estaba pasando y luego le pidió a él que contase su versión de la historia. En ese mismo momento me di cuenta de que no era yo solo la víctima. Entonces, él nos obligó a hacer las paces, a besarnos y a ir cada uno a su cuarto para leer sobre una hora.
Toda una lección...
La misma que nos enseñó a nosotros como niños trataba de enseñársela al país. No se puede solo desear la paz, sino que hay que estar participando y todos tenemos un papel
Su padre está considerado uno de los precursores del movimiento afroestadounidense por los derechos civiles, ¿en qué medida permanece vivo ese legado hoy en día en Estados Unidos?
Cuando en 1968 mi padre se presentó a las elecciones de Estados Unidos una de las afirmaciones que hizo fue que el país tendría un presidente negro en los siguientes 40 años. Nadie lo creía, pensaban que era una fantasía, pero exactamente 40 años después fue elegido el presidente Obama. En términos de poder financiero, político y social, es cierto que hubo una auténtica revolución favoreciendo a la gente negra en Estados Unidos, pero queda aún un camino muy largo por recorrer para conseguir la justicia real. En el sistema criminal existe aún mucho racismo; y en el económico, menos del 2 % de toda la financiación va para mujeres o cualquier otro colectivo organizado.
No sé si conoce la situación en España, pero como EE UU, este es un país que recibe un elevado flujo de migrantes. Como presidenta de una fundación que defiende los derechos humanos, ¿qué políticas son necesarias para una mejor inclusión del migrante?
Es una pregunta muy interesante. Todas las naciones firmaron a nivel internacional varios tratados en los que buscan garantizar los derechos a todas aquellas personas que han tenido que dejar su país, emigrar, debido a cualquier tipo de discriminación de las que están recogidas en las cartas de derechos: sea de raza, de religión o de orientación sexual. En estos momentos contamos con alrededor de 223 millones de personas que están saliendo de su tierra por todas estas cuestiones, a las que se suma también el cambio climático. La cuestión de integrar en nuestros países es extremadamente importante.
¿Cómo se puede hacer?
Lo primero que una persona necesita cuando está en este tipo de situación es trabajo, por lo tanto, lo que debemos hacer es educar para conseguir ese trabajo.
EE UU es el país que más peregrinos extranjeros aporta al Camino de Santiago. ¿Qué se sabe de este en EE UU? ¿Cree que rutas espirituales como esta pueden ayudar a construir una sociedad mejor?
-Absolutamente. Sirve también para analizar un momento en EE UU en el que hay una gran, gran división, una gran polarización. En parte está muy debida a las plataformas sociales. Podemos disentir unos de otros, pero no tenemos por qué tener esta división espiritual. Este tipo de recorridos son los que nos dan ese punto de comprendernos. Recomendaría a cada persona de mi país hacer el Camino de Santiago para encontrar esa espiritualidad y esa dignidad.
Suscríbete para seguir leyendo
- El primer ‘coliving’ de Vigo estará en Bouzas y tendrá gimnasio y piscina
- Mueren en la misma semana los padres de Mari Carmen, la tripulante desaparecida en el “García del Cid”
- Los dueños del colegio Atalaya deben devolver 180.000 euros que les prestaron 5 docentes por hacerlos indefinidos
- Un autobús se hunde en plena avenida de Madrid tras ceder el asfalto
- Lalín estrena curas
- Lorena, madre de prematuras: «En Vigo tenemos una unidad de neonatología top; sienten a los bebés como propios»
- La avanzadilla turística, inmune a la borrasca: «Escuchamos tanto hablar de la Navidad de Vigo que teníamos que venir a verla»
- La fiscalía rechaza el recurso del astillero Damen: irá a juicio por saltarse el veto a Rusia