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Cómo organizar bien tu nevera para conservar los alimentos sin poner en riesgo tu salud

Los expertos proponen una guía práctica para distribuir correctamente carne, pescado, lácteos, frutas y verduras dentro del frigorífico y evitar errores comunes

Cesta de la compra

Cesta de la compra / ALEX NUNES VIEIRA

Jorge López

La nevera es uno de los electrodomésticos más importantes del hogar, pero muchas veces no le damos el uso adecuado. No basta con meter los alimentos únicamente donde haya espacio; y es que una mala organización puede afectar directamente a la duración de los productos, romper la cadena de frío y, en el peor de los casos, convertirse en un riesgo para la salud. Conocer dónde y cómo colocar cada tipo de alimento dentro del frigorífico es esencial para mantener su frescura, evitar la contaminación cruzada y reducir el desperdicio.

¿Dónde se guarda cada cosa en la nevera?

La mayoría de frigoríficos tienen zonas con diferentes temperaturas, y cada una está pensada para un tipo concreto de alimento, según explican los expertos en la materia.

  • Parte superior (temperatura más estable): ideal para alimentos ya cocinados, sobras, salsas, yogures y embutidos.
  • Parte central: perfecta para productos lácteos como leche, quesos y postres refrigerados.
  • Baldas inferiores (zona más fría): aquí debe ir la carne y el pescado crudo, siempre en envases cerrados o bien protegidos para evitar goteos y contaminación.
  • Cajones: están diseñados para frutas y verduras. Conviene separarlas y evitar meterlas mojadas para no acelerar su descomposición.
  • Puerta (zona más cálida): solo se deben colocar aquí productos que toleran mejor las variaciones de temperatura, como bebidas, mermeladas, mantequilla o huevos (si ya estaban refrigerados en el supermercado).

Qué hacer al llegar de la compra

Una vez llegas del supermercado, es fundamental guardar los alimentos lo antes posible. Cuanto más tiempo estén fuera del frío, más se favorece el crecimiento de bacterias. Si has hecho una compra grande, conviene priorizar los productos frescos y congelados, y asegurarte de que los congelados no se han empezado a descongelar.

Errores que debes evitar

  • Sobrecargar la nevera: si el aire frío no circula bien, la temperatura no se mantiene uniforme.
  • Guardar alimentos calientes: eleva la temperatura interior y puede afectar a los demás productos.
  • Mezclar crudos con cocinados: es una de las principales causas de contaminación cruzada.
  • No limpiar regularmente: eestos de alimentos, líquidos o envases mal cerrados pueden crear un entorno poco higiénico.

Organizar bien la nevera no solo alarga la vida útil de los alimentos, sino que previene intoxicaciones, reduce el desperdicio y te ayuda a ahorrar. Una distribución correcta, junto con una temperatura constante entre 1 °C y 5 °C, es la mejor forma de proteger lo que comes y cuidar tu salud.

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