Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Papeles para evocar la memoria

A partir de imágenes de archivo, la artista malagueña Irene González hace una loa al papel en su primera exposición en Galicia, en el MARCO de Vigo, e invita al espectador a sumergirse en sus propias vivencias y recuerdos para evocar la memoria a través de dibujos en blanco y negro

Irene González posa delante de algunas de la obras de su muesta en el MARCO.

Irene González posa delante de algunas de la obras de su muesta en el MARCO. / Pablo H. Gamarra

Vigo

La ausencia y la memoria se entrelazan en la obra de Irene González (Málaga, 1988), que por primera vez realiza una exposición individual en Galicia, en el museo MARCO de Vigo, donde permanecerá hasta el próximo 11 de enero. El título del proyecto, «Si recordar fuera olvidar», está tomado de un poema de Emily Dickinson, una idea que refleja la tensión entre el recuerdo y el olvido que centra el trabajo de esta artista malagueña afincada en Madrid. «Recordar algo –reflexiona– implica que está en proceso de olvido, que ya no es algo presente».

González trabaja con imágenes de archivo fotográfico, a partir de las cuales va componiendo sobre papel imágenes que invitan al espectador a habitar en la memoria. La obra de González no impone, sugiere.

«Lo que pretendo, lo que me gustaría es que el público sea capaz de verter su propia vivencia, su propio recuerdo en esas imágenes. Trabajo con muchas imágenes anónimas y, además, empleo mucho el recorte, lo que las convierte en lo suficientemente anónimas como para que el espectador sea capaz de completarlas con sus propia experiencia y de verse identificado», explica la artista, que ha realizado exposiciones individuales en Madrid, Tarragona, Granada y Cádiz, entre otras ciudades, y que en 2018 obtuvo el Premio Novo Talento que otorga Darwing Room Lisboa y Viarco.

El papel, cada vez más presente en su obra creativa, adopta un cariz escultórico que le otorga un protagonismo propio. «Me interesa, sobre todo, el tacto del papel, su manejo, ese contacto con el material», reconoce.

Pero no se trata de un papel colgado en la pared, sino que se dobla, se corta, se superpone, se pliega como en el arte japonés del origami. De alguna manera, se vuelve tridimensional para ir al encuentro del espectador.

En la serie «On handling paper», la artista parte de la representación de manos que manipulan libros y papeles. Se trata de dibujos realizados a partir de fragmentos de cuadros de pintores clásicos de la historia del arte, sacados de un libro de arte de su infancia. Una vez más, se trata de buscar en imágenes ajenas la relación que mantiene con este materia. «Es como una especie de carta de amor al papel», subraya.

Los dibujos tampoco se comportan de forma clásica, no ocupan la totalidad del formato sino que se mueven por sus márgenes. «Me interesa cada vez más esa relación con el papel en blanco», explica.

Su obra bebe también directamente del cine y la literatura. «Lo mismo que sucede con el archivo fotográfico que voy recopilando, me voy encontrando en los libros y en las películas que veo, y van nutriendo mi trabajo», explica.

Cuando desde la dirección del MARCO le propusieron llevar a cabo una exposición, González se trasladó al museo para explorar la sala en persona antes de iniciar el proyecto. «Aunque siempre te envían planos y fotografías de otras exposiciones, viajar y recorrer el espacio en persona, empezando a imaginar lo que puedes crear allí, es un momento precioso», comenta la artista. Además, destaca que ha sentido un gran apoyo a lo largo de todo el proceso creativo por parte de la comisaria de la muestra, Patricia Verdial.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents