Jóvenes de otras comunidades se lanzan a la compra de aldeas ‘ganga’ en Galicia

Las ofertas parten de 39.000 euros, ni la cuarta parte de lo que cuesta un piso | Es el nuevo cliente de este producto en auge: «No quieren hipotecarse de por vida», dicen las inmobiliarias

Imagen de parte de una aldea vendida en Lugo. |

Imagen de parte de una aldea vendida en Lugo. | / Aldeas abandonadas

A Coruña

El acceso a la vivienda se ha convertido en los últimos años en una misión casi imposible para jóvenes que quieren independizarse o familias que buscan un barrio más céntrico o necesitan más metros cuadrados. La hipoteca media en Galicia roza ya los 160.000 euros. Con ese precio, son cada vez más los aspirantes a propietarios que tiran la toalla y se niegan a hipotecarse casi de por vida para hacerse con un piso o una casa en una urbanización. Ante estos desorbitados precios, marcados por un stock en mínimos y una demanda que sigue al alza, la Galicia rural ha emergido con fuerza tras la pandemia, convirtiéndose en refugio de miles de familias, bien como destino para asentar su vivienda habitual o para una segunda residencia. Y dentro de ese mapa inmobiliario alejado de las ciudades y los municipios limítrofes, destaca el tirón de las aldeas abandonadas, con grandes extensiones de tierra que acogen varias construcciones, desde la vivienda de piedra para rehabilitar, hasta un granero, la cuadra, un hórreo e incluso manantiales de agua que discurren por la propiedad.

Se trata de un producto en auge en el mercado inmobiliario en el que la comunidad gallega se ha consolidado como principal atractivo para los potenciales compradores. Si hace años eran ciudadanos extranjeros, empresarios y descendientes de emigrantes gallegos los que firmaban los contratos de compra de esos pueblos deshabitados, hoy emerge un nuevo perfil para la adquisición de estas propiedades. Se trata de jóvenes de otras comunidades autónomas que buscan gangas y que no quieren «hipotecarse de por vida con los bancos», tal y como destaca Elvira Fafian, gerente de Aldeas Abandonadas Real Estate, líder en el mercado gallego y español en la gestión y venta de este tipo de propiedades.

La mayoría cuestan menos de 100.000 euros, pero hay pueblos que superan el millón

La horquilla de precios de las aldeas abandonadas en Galicia es muy amplia. Algunas de estas propiedades salen a la venta por apenas 40.000 euros, como es el caso de una propiedad en A Costa de Morte con un terreno de más de 1.500 metros, una casa principal para restaurar íntegramente de 300 metros, una segunda de 134 metros, dos almacenes, tres casetas y dos hórreos, un jardín delantero de bambúes. «En entorno idílico, en una aldea de solo tres vecinos, cerca de las mejores playas», así se anuncia este conjunto en el portal inmobiliario aldeasabandonadas.com que de un precio de partida de 89.000 euros está rebajado a 39.000. Por solo 10.000 euros más, hay otra propiedad en la provincia de A Coruña con una casa de piedra de 700 metros construida en 1830, bodega, horno y manantial en una finca de 2,2 hectáreas en praderío, con una plantación en 6.000 metros cuadrados con pino Oregón de 30 años. En este caso, el proyecto de reforma está incluido en el precio, según detalla la oferta.

Pero también hay pueblos deshabitados en el rural gallego por encima de los 150.000 y los 300.000 euros, e incluso que superan el millón de euros y llegan a los 2,5 millones.

El grueso está por debajo de los 100.000 euros, una oferta que resulta atractiva para los jóvenes atraídos por el campo. «La gente es cada vez más consciente de lo que es el mundo rural y apuestan no solo como segunda residencia sino para convertirlo en su hogar», destaca Fafian.

Atraídos por esos precios chollo, son cada vez más los jóvenes de otras comunidades que se asientan en aldeas abandonadas. «La mayoría son de ciudades como Barcelona o Sevilla, jóvenes que tienen otra manera de vivir y que buscan espacios abiertos. Prefieren comprar este tipo de conjuntos e ir reformando a hipotecarse de por vida con los bancos por un piso», detalla la gerente del grupo inmobiliario.

Lo primero que hace este nuevo perfil de clientes de este producto en auge es empadronarse en el ayuntamiento donde está la propiedad para hacerse con las ayudas públicas habilitadas para adquisición y reformas de viviendas, bonificaciones en impuestos y avales para facilitar la financiación.

El boca a boca traspasa fronteras: inversores americanos se asientan en el rural gallego

A los jóvenes de otras comunidades que se estrenan en Galicia en la compra de aldeas, se suman ciudadanos extranjeros con conocidos en sus países que hace años adquirieron en la comunidad uno de estos conjuntos. «Vienen de parte de otros extranjeros que ya nos había comprado una aldea abandonada y ahora quieren ellos asentarse en una», explica la gerente de Aldeas Abandonadas Real Estate. La práctica totalidad ya hacen la reserva nada más ven la propiedad en la web. En el caso de los clientes extranjeros, no solo se fijan en las gangas, sino que también hay un perfil de compradores con poder adquisitivo, sobre todo americanos, que hacen grandes inversiones en este tipo de propiedades, detalla Fafian.

A día de hoy, el portal especializado en aldeas abandonadas tiene anunciados online 106 conjuntos de estas características en toda España, 31 de ellas en Galicia . Hoy representan solo el 29% del conjunto del país pero hace dos años los 40 pueblos vacíos en venta en la comunidad representaban el 40% del conjunto nacional. Este balance da idea del creciente número de propiedades que se han vendido en Galicia en estos años.

Desde Aldeas Abandonadas, reconocen los largos trámites que hay que realizar para poner una aldea a la venta: desde poner de acuerdo a herederos en el precio o al tedioso papeleo sobre la titularidad. Hasta un año pueden demorarse las gestiones para poder colgar el cartel de Se vende.

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