Salud
Un hospital de Mallorca alerta del aumento de intoxicaciones graves por vitamina D debido a la desinformación en las redes sociales
Una iniciativa de Análisis Clínicos con el apoyo de Atención Primaria busca frenar el «exceso de analíticas» y de «suplementos innecesarios e injustificados» por culpa de la desinformación en redes sociales

Muestras de sangre en el laboratorio de Análisis Clínicos de Son Espases. / Manu Mielniezuk
Irene R. Aguado
El aumento de casos graves de intoxicaciones por exceso de vitamina D en Son Espases, pacientes que incluso han requerido hospitalización, ha activado la alerta entre los profesionales sanitarios en los últimos meses. Las intoxicaciones están vinculadas, en muchos casos, al uso prolongado y sin control médico de suplementos, ya sea por automedicación o por un seguimiento inadecuado de las pautas.
El laboratorio de Análisis Clínicos del hospital registró en 2024 unas cien intoxicaciones. Además, en los últimos meses han observado un repunte de los casos graves con hipercalcemia e incluso insuficiencia renal aguda que han requerido ingreso hospitalario. Este fenómeno, explican, se debe al uso de suplementos no prescritos por profesionales sanitarios, y avisan que el perfil de los intoxicados graves eran personas jóvenes, deportistas, y la mayoría consumen suplementos por su cuenta al seguir los consejos que ven en redes sociales o pódcast, añaden. La endocrina Mercedes Codina y la analista Cristina Gómez se han encargado de seguir a los pacientes intoxicados.
Son Espases detectó unas cien intoxicaciones por exceso de vitamina D solo en el año 2024
«Es de una vitamina liposoluble, que se acumula en el tejido graso del cuerpo y no se elimina con facilidad. Si se toma en exceso, puede provocar una intoxicación», explica Maria Pastor, especialista en el área de Hormonas y Vitaminas del laboratorio de Son Espases. A diferencia de las vitaminas C o las del grupo B, el cuerpo no elimina lo que no necesita. «El exceso se acumula y puede alterar el calcio en sangre, con consecuencias graves para los riñones o el corazón», advierte.
Ante esta situación, el servicio de Análisis Clínicos, en colaboración con la dirección médica de Atención Primaria, han impulsado una campaña informativa para frenar la demanda innecesaria de suplementos y pruebas analíticas. La iniciativa incluye charlas en centros de salud y materiales divulgativos dirigidos tanto a pacientes como a profesionales sanitarios. Uno de los objetivos es el aumento exponencial de las solicitudes de análisis de vitamina D en los últimos años: a día de hoy se piden determinaciones a uno de cada seis pacientes que acuden a consulta.

Isabel Llompart , José Delgado, María Pastor y Bárbara Ferrer participan en la campaña informativa de Son Espases para frenar las intoxicaciones por exceso de vitamina D. / Manu Mielniezuk
Este aumento desmesurado en las peticiones también tiene impacto económico. Hace una década se solicitaban unas 10.000 determinaciones anuales de vitamina D en Baleares, mientras que hoy se realizan unas 150.000 solo en el laboratorio de Son Espases. El coste en reactivos ha escalado hasta el millón de euros al año, sin contar la extracción, personal técnico o facultativo, ni otros recursos sanitarios implicados.
Un cambio de criterio
Una parte de este fenómeno tiene su origen en un cambio de criterio. En 2011, varias sociedades científicas empezaron a utilizar como valor de referencia los 30 nanogramos por mililitro, lo que provocó que gran parte de la población apareciera como deficitaria. Este umbral fue revisado en 2024 por la Endocrine Society, que dejó de respaldarlo, y los laboratorios de Baleares han actualizado el valor de suficiencia a 20 ng/ml, en línea con las recomendaciones del Instituto de Medicina de Estados Unidos. Con este nuevo corte, menos del 5% de la población tiene niveles deficientes, si se toma como referencia el umbral de deficiencia de 10 ng/ml.
«Durante años, un resultado por debajo de 30 generaba preocupación y, en muchos casos, conducía a la suplementación», apunta Pastor. A esto se le suma un ‘boom’ de desinformación en redes sociales, donde se le atribuye a a vitamina D beneficios que no están respaldados por la evidencia científica: «Muchos pacientes presionan en consulta para que el médico les solicite analíticas y les recete la suplementación». Esto ha disparado el gasto público, que alcanza los cinco millones de euros al año entre pruebas analíticas y fármacos con vitamina D.
Desde el hospital insisten en que la suplementación solo está indicada en casos muy concretos: enfermedades óseas como la osteoporosis, trastornos de absorción intestinal o ciertos tratamientos médicos. En personas sanas, no se recomienda ni hacer pruebas rutinarias ni tomar suplementos. La vitamina D se obtiene, en su mayor parte, a través del sol. Una exposición de diez minutos, dos o tres veces por semana, es suficiente para mantener niveles adecuados. «Es imprescindible dejarse aconsejar por profesionales sanitarios, las redes sociales pueden ser peligrosas para la salud por su contenido sin evidencia científica», concluyen.
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