Reportaje

Jóvenes ante un futuro incierto: una mirada 360

Paro, vivienda inaccesible y sinhogarismo dibujan un panorama incierto para la juventud. Frente al riesgo de exclusión social, surgen iniciativas que buscan la creación de empleo, acceso a recursos habitacionales, a formación y el cuidado de la salud mental, pilares para un futuro en el que también están comprometidos los jóvenes

En el Centro residencial Creu dels Molers de Barcelona los jóvenes realizan actividades diversas enfocadas tanto al ocio y la cohesión de grupo, como a la formación e inserción laboral.

En el Centro residencial Creu dels Molers de Barcelona los jóvenes realizan actividades diversas enfocadas tanto al ocio y la cohesión de grupo, como a la formación e inserción laboral.

Redacción

Los jóvenes tienen difícil construir un proyecto de vida sólido en España. Afrontan un horizonte marcado por la precariedad, la exclusión social y la incertidumbre. La falta de oportunidades laborales, las dificultades de acceso a la vivienda y una atención social muchas veces fragmentada determinan sus expectativas. Este contexto se agudiza entre los colectivos más vulnerables como personas con discapacidad, problemas familiares o de salud mental y jóvenes migrantes no acompañados.

El empleo, punto de partida

El desempleo juvenil sigue siendo un problema estructural en España. Es la clave de bóveda del sistema de bienestar. Con un 26% de paro entre los hombres menores de 25 años y un 21,7% entre las mujeres, nuestro país duplica la media europea. Además en los últimos años ha emergido una derivada nueva: tener un empleo tampoco garantiza salir de la pobreza. Según Save the Children, más del 11% de quienes trabajan no logran cubrir sus necesidades básicas. Frente a este panorama, San Juan de Dios impulsa iniciativas como el proyecto TánDEM, en siete comunidades autónomas, donde cerca de un centenar de jóvenes en situación de vulnerabilidad se han formado en sectores con alta demanda, como la atención a la dependencia o las energías renovables. La directora de Fundación de Atención a la Dependencia SJD, Núria Codorniu, destaca que el programa responde tanto a la inserción laboral como a una necesidad real de la sociedad.

Otra iniciativa parte de los Centros Especiales de Empleo como el de Nuestra Señora de la Paz (Alcalá de Guadaíra, Sevilla), donde el empleo inclusivo transforma la vida de 50 personas con discapacidad intelectual, muchas de ellas jóvenes. El trabajador del centro, Raúl Oliva, resume su experiencia: "Con el trabajo he ganado independencia. Me siento feliz, tengo amigos y ayudo a mis padres".

Vivienda inaccesible

El acceso a la vivienda es otro gran obstáculo que frena el futuro de los jóvenes. En 2024, los precios de compra y alquiler alcanzaron cifras históricas. En ciudades como Madrid o Valencia el coste de compra subió más de un 20%, y los alquileres crecieron un 14% de media. Como consecuencia extrema, surge el sinhogarismo juvenil.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), cerca del 20% de las 28.500 personas sin hogar en España son jóvenes. Para combatirlo, San Juan de Dios impulsa programas como Futur&Co, centrado en revertir el sinhogarismo juvenil desde la participación e innovación. O Malla, que ofrece alojamiento y acompañamiento a mujeres jóvenes sin hogar. Jennifer y Sisi, residentes del centro La Llavor, destacan: “Aquí nos sentimos escuchadas. Hay un espacio donde volver a empezar”. El 85% de las jóvenes atendidas afirman haber mejorado su situación.

Y en 2024, SJD Serveis Socials de Barcelona también atendió a 217 personas sin hogar de entre 18 y 29 años, de las cuales el 26,5% contaban con empleo y el 73,5% eran hombres. Estas personas recibieron atención integral, según sus necesidades, en tres dispositivos diferentes: centros residenciales, viviendas en comunidad y centro de día.

Salud mental: la gran olvidada

La salud mental juvenil se ha convertido en una de las principales preocupaciones sociales, especialmente tras la pandemia. Sin embargo, el estigma y la falta de recursos dificultan el acceso a una atención adecuada. ¿Cómo minimizar su impacto? Con ejemplos como el programa Torrents d’Art, del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, que utiliza el arte como herramienta terapéutica. A través de la danza, el teatro o la música los jóvenes encuentran un espacio de expresión y recuperación emocional. “La danza nos iguala a todos”, comenta Gabriel, participante del programa.

El psiquiatra y director médico de la Clínica Nuestra Señora de La Paz de Madrid y el Centro SJD de Ciempozuelos, Álvaro Pico, confirma que la demanda de atención en salud mental ha aumentado de forma notable. Frente a ello, “en nuestros centros en Madrid contamos con programas orientados al trabajo con todas las edades, poniendo el foco en el adulto joven".

El reto de los jóvenes migrados

Sant Joan de Déu Terres de Lleida impulsa un programa integral, Atención a Jóvenes Migrantes Solos, que acompaña a muchos de estos jóvenes desde su llegada hasta su emancipación, incluyendo la formación, el empleo, la vivienda y el apoyo emocional. En 2024, se atendieron a 535 jóvenes y 170 han conseguido contratos laborales entre 2020-2024. “Todos merecen una oportunidad real”, subraya el responsable del programa, Marcos Febas.

Compromiso educativo

El periodo formativo también es motor de transformación social. Lo demuestran los proyectos de Aprendizaje y Servicio (ApS) desarrollados por SJD. En el Campus de Ciencias de la Salud San Rafael de Madrid, estudiantes de Fisioterapia han diseñado dispositivos 3D para niños con discapacidad; en el Campus Docente y de Investigación en Ciencias de la Salud SJD de Bormujos (Sevilla), futuros enfermeros han capacitado a mujeres migrantes en cuidados domiciliarios. Y en el Campus Docent Sant Joan de Déu de St. Boi de Llobregat (Barcelona), más de 200 alumnos participan cada año en intervenciones reales con colectivos vulnerables. Como afirma el responsable del programa en el Campus Docent SJD, Juan Pozas, “en el aula entendemos la técnica; en el ApS, comprendemos el sentido”.

Proyectos y testimonios

Sinhogarismo / Sant Joan de Déu para mujeres sin hogar

Proyecto Malla: una red de hogares para volver a empezar

En uno de los barrios de Barcelona, lejos del ruido del centro, se alza el centro residencial La Llavor. Allí, en el marco del programa Malla, de Sant Joan de Déu Serveis Socials Barcelona, mujeres que han atravesado situaciones límite encuentran un lugar donde volver a empezar. Entre ellas están Jennifer y Sisi, dos historias distintas unidas por la necesidad —y el derecho— de volver a reconstruir sus vidas.

Jennifer llegó sola a España, sin redes familiares. “Estar aquí, con las chicas que nos atienden, lo siento como un salvavidas”, dice. Para ella, el apoyo de La Llavor no solo representa estabilidad material, sino también la posibilidad de sentirse reconocida. Quiere trabajar, tener su propio piso —“aquí les dicen así a las casas”, comenta— y, más adelante, implicarse en algún proyecto social: “Me gustaría ayudar a otras personas que pasen por lo que yo viví, en especial a las personas sin papeles, que muchas veces sienten que no importan, que no existen”.

Sisi encontró en La Llavor algo que le había faltado durante demasiado tiempo: “Desde el primer día me sentí acompañada. Siempre están ahí, ya sea para una gestión médica o simplemente para escucharme cuando estoy mal”, cuenta. Ahora su mirada está puesta en el futuro. Quiere regularizar su situación, volver a abrazar a sus hijos —a quienes no ve desde hace dos años— y trabajar en lo que le gusta: la cocina. “Quiero tener mi piso, estar con ellos, hacer vida juntos”.

Una residente de La Llavor (Barcelona) que participa en el programa Malla, en la Sala Armonía recién inaugurada y destinada a generar un ambiente muy acogedor que permita desarrollar actividades de diversa índole  tanto individuales como de trabajo en grupo.

Una residente de La Llavor (Barcelona) que participa en el programa Malla, en la Sala Armonía recién inaugurada y destinada a generar un ambiente muy acogedor que permita desarrollar actividades de diversa índole tanto individuales como de trabajo en grupo. / .

Proyecto TándEM GreenCompetences4All

Eneko Flores: “El programa TándEM me ha permitido mejorar laboral y socialmente”

Eneko Flores, de 22 años, es uno de los 39 jóvenes que han participado en el programa de formación y empleo TándEM GreenCompetences4All, una iniciativa impulsada por la Fundació Germà Benito Menni, en colaboración con empresas del sector energético. El programa, con una duración de 15 meses, se ha desarrollado en cinco ciudades españolas —Barcelona, Jerez de la Frontera, Lleida, Madrid y Pamplona— en centros de San Juan de Dios.

Durante este tiempo, los participantes han contribuido a la instalación de 1.800 paneles solares y 10 puntos de carga para vehículos eléctricos, así como a la modernización de infraestructuras eléctricas. el objetivo: avanzar hacia una mayor sostenibilidad energética. “Me parece una buena experiencia, útil, porque te prepara para el futuro laboral”, explica Eneko. En estos meses destaca que el aprendizaje ha ido más allá de lo técnico: “El programa tiene una etapa de trabajo; y eso, para ganar experiencia, está muy bien. A mí me está sirviendo mucho, sobre todo en lo laboral, pero también me ha ayudado muchísimo en lo social”.

El programa TándEM se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en la Inversión de Empleo Joven del Ministerio de Trabajo y Economía Social y lo lleva a cabo el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) con fondos europeos Next Generation EU.

Eneko Flores.

Eneko Flores. / .

Proyectos de Aprendizaje y Servicio (ApS) Campus universitarios de SJD en España

Por una universidad que transforma la realidad

Los proyectos de Aprendizaje y Servicio (ApS) permiten a los estudiantes aplicar sus conocimientos en contextos reales, contribuyendo al bienestar de personas en situación de vulnerabilidad. Esta metodología combina formación académica y compromiso social, generando un impacto transformador tanto en quienes reciben la ayuda como en quienes la brindan.

En la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios-Comillas, la estudiante de Fisioterapia, Marcela Marcial, diseñó con impresión 3D un dispositivo que permitió a Anny Santamaría manejar su silla de ruedas. Como ella, una treintena de alumnos han desarrollado soluciones personalizadas junto a entidades como la Fundación Ana Carolina, la Clínica EMME Fisioterapia o el Colegio de Educación Especial del Hospital San Rafael. En el Campus Docente y de Investigación en Ciencias de la Salud SJD de Bormujos (Sevilla), la alumna de Enfermería, Aitana Gómez, participó en un programa de capacitación para mujeres migrantes, en colaboración con Cáritas y el Hospital San Juan de Dios del Aljarafe. Su objetivo: mejorar la autoestima, empleabilidad e integración social de las participantes. Y en el Campus Docent Sant Joan de Déu de St. Boi de Llobregat (Barcelona), los alumnos realizan intervenciones reales con colectivos como personas sin hogar, exreclusas o jóvenes migrantes. Para el responsable del programa ApS, Juan Pozas, la clave de programa es: “Practicar para aprender. Aprender para cuidar. Cuidar para transformar vidas”.

De izq a derecha: Alma Piorno, fisioterapeuta de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou, Adriana M. Oguela, madre de la usuaria, Anny Santamaría, usuaria de la Fundación, Marcela Marcial, alumna del Grado en Fisioterapia de la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios-Comillas.

De izq a derecha: Alma Piorno, fisioterapeuta de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou, Adriana M. Oguela, madre de la usuaria, Anny Santamaría, usuaria de la Fundación, Marcela Marcial, alumna del Grado en Fisioterapia de la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios-Comillas. / .

Programa TándEM

Xisco Bernat: “Gracias a este recurso he podido encontrar mi vocación”

Cuando Xisco Bernat cruzó por primera vez las puertas del Hospital San Juan de Dios en Palma de Mallorca, no sabía que estaba a punto de dar un giro decisivo a su vida. “Gracias a este recurso he podido encontrar mi vocación, un buen trabajo e iniciar mi vida laboral en el sector sociosanitario”, afirma. Como él, otros 40 jóvenes han sido protagonistas de un recorrido transformador gracias al Programa TándEM, impulsado por la Fundación de Atención a la Dependencia de San Juan de Dios.

Durante 18 meses —15 de ellos en una experiencia laboral retribuida— los participantes han recibido formación académica y una oportunidad real para integrarse en un sector en constante crecimiento. El programa, desarrollado en colaboración con la Fundació Sant Joan de Déu Serveis Socials Mallorca, San Juan de Dios València y el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza, ha brindado una respuesta doble: impulsar la empleabilidad juvenil y reforzar el cuidado de las personas en situación de dependencia.

A través de TándEM, los jóvenes como Xisco han obtenido el Certificado Profesional de Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales, una titulación oficial que los capacita para trabajar en residencias, centros de día o servicios de atención domiciliaria. Ahora Xisco ve su futuro con optimismo: “Me gustaría tener un puesto fijo en un trabajo relacionado con el ámbito sanitario. Me ha gustado formarme y trabajar en el hospital, porque he aprendido mucho”.

Xisco Bernat.

Xisco Bernat. / .

Inclusión laboral para jóvenes con discapacidad

Raúl Oliva: “Con el trabajo he ganado en independencia”

Raúl tenía 25 años cuando empezó a trabajar en el Centro Especial de Empleo La Paz de la Ciudad San Juan de Dios de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), un recurso de empleo inclusivo donde trabajan 50 personas con discapacidad, encargados de la limpieza y desinfección de la lencería de los hospitales de la institución en Andalucía.

Ahora, con 46 años, Raúl cuenta que fue alumno del Colegio de Educación Especial San Juan de Dios y cuando le llamaron entró con mucha ilusión. Sobre lo que significa para él tener este trabajo, explica que es muy bueno: “Ayudo a mis padres con dinero en casa y tengo más para salir con mis amigos. Todas las mañanas me levanto muy contento de ir a trabajar. Me lleva mi padre siempre y hablamos de futbol”.

Además, dice que el empleo le ha ayudado a ganar independencia porque “ya no soy tan tímido y no me da miedo hablar con la gente. Me ayudan y dan consejo con todas las cosas que me pasan. Yo estoy contento de trabajar aquí; por esto tengo muchos amigos y ellos tienen más amigos que salimos juntos de vez en cuando. Me gusta mucho y me manejo muy bien en el autobús. Puedo ir solo a casi todos los sitios que quiera”. Sobre su futuro, afirma: “Aquí, hasta que me jubile. Me gustaría seguir siendo muy feliz y con mucho dinerito”.

Raúl Oliva.

Raúl Oliva. / .

Programa Torrents d’Art

Gabriel y Clàudia: El poder transformador del arte en la salud

Esta iniciativa confirma que las artes en salud son eficaces en una intervención terapéutica para prevenir y promocionar la salud de la población. Torrents d’Art es un programa pionero del Parc Sanitari Sant Joan de Déu que empezó como una intervención artística para romper el estigma de la salud mental en el barrio y 15 años después se ha convertido en un modelo de referencia. Actualmente, moviliza a más de 20.000 personas al año y propone más de un centenar de actividades que mezclan teatro, danza, pintura o música. El arte, aquí, se transforma en una herramienta poderosa y gratificante.

Según Gabriel Ponce, participante en Five days to dance, “hemos compartido, entre todos, una experiencia mágica. La danza nos iguala a todos, no hay fronteras, no hay etiquetas. Hemos podido ser un equipo y vivir una experiencia conjunta. Todo lo que es artístico es sanador”. Para la usuaria del Centro Ocupacional Sant Jordi, Clàudia, la experiencia también ha dejado huella: “Lo que más me ha gustado de la danza es que haces ejercicio y que me hace sentir tranquila. ¡Volvería a repetir!”.

Claudia.

Clàudia. / .

Gabriel.

Gabriel. / .

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