Evitar el sobrepeso podría ser más importante que el ejercicio para reducir el riesgo de cáncer

Así lo indica un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Vigo y de Noruega

Hombres haciendo ejercicio en la playa.

Hombres haciendo ejercicio en la playa. / Marta G. Brea

Rafa López

Rafa López

Vigo

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Vigo y la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte, basado en datos de más de 70.000 pacientes registrados en el Biobanco del Reino Unido, a los que se siguió durante 6 años, concluye que mantener altos niveles de actividad física ayuda a reducir el riesgo de cáncer asociado al sobrepeso y la obesidad, pero no tanto como evitar el exceso de peso.

La investigación, publicada en la revista «Journal of Sport and Health Science», confirma los beneficios de la actividad física en la reducción del riesgo de padecer distintos tipos de tumores, pero también que el sobrepeso conlleva «un aumento del riesgo de desarrollar cáncer que no parece compensarse completamente con una mayor actividad física», en palabras del autor principal del artículo, Adriano Sánchez, investigador de la UVigo y del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur.

La obesidad se asocia con una mayor incidencia de al menos 13 tipos diferentes de cáncer, mientras que hacer ejercicio se asocia con un menor riesgo de padecerlo. La hipótesis actual, explica Sánchez, es que los efectos beneficiosos de la actividad física en la reducción del riesgo de cáncer se producen por procesos biológicos similares a los que, en sentido contrario, el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de padecerlo, pero no está claro cómo diferentes cantidades e intensidades de ejercicio pueden modificar la asociación entre los distintos niveles de adiposidad y dicho riesgo.

El estudio verificó que el riesgo de cáncer era entre un 15% y un 20% menor en personas con sobrepeso y obesidad pero con altos niveles habituales de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, en comparación con los participantes sin sobrepeso pero con poca actividad física. Por el contrario, en comparación con los participantes sin sobrepeso pero con mayor actividad física, las personas con sobrepeso y obesidad tenían entre un 6% y un 36% más de riesgo de desarrollar cáncer, aun siendo físicamente activas.

Lo más interesante, concluye Adriano Sánchez, es seguir lo que recomienda la OMS: «Al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada, como caminar a paso suave, hasta vigorosa, como subir escaleras a paso suave o salir a correr».

Más evidencia a favor de la semaglutida

Por otra parte, un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) revela que el uso de semaglutida–fármaco antidiabético que se comercializa bajo el nombre de Ozempic o Wegovy, entre otros– podría tener efectos positivos en el tratamiento preventivo de enfermedades cardiovasculares.

La acumulación de grasa alrededor del corazón, el tejido adiposo epicárdico, suele estar más relacionada con los trastornos cardiovasculares que el índice de masa corporal. Tras una investigación en la que incluyeron 67 biopsias de grasa epicárdica y subcutánea de pacientes sometidos a cirugía cardiaca, la investigadora del IDIS Rumeysa Basdas, junto a sus directores, Sonia Eiras, líder del grupo de Cardiología Traslacional, y José Ramón González Juanatey, líder del grupo de Cardiología, concluyeron que el uso de semaglutida, que mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la cantidad de tejido adiposo epicárdico, podría ser una estrategia terapéutica preventiva en pacientes con patología cardiovascular. El estudio se publica en la prestigiosa revista estadounidense «Journals of the American College of Cardiology».

Tracking Pixel Contents