Trabajadoras de residencias de mayores privadas en Galicia se movilizan por un convenio justo y condiciones dignas

Denuncian la «explotación laboral» y la «precarización del sector», pidiendo a la Xunta que no privatice los servicios

Marcha organizada en Vigo.

Marcha organizada en Vigo. / CIG

Las trabajadoras de las residencias privadas y centros de día de Galicia han salido este jueves a la calle para defender su convenio colectivo y denunciar «la explotación laboral y la precarización» que, según afirman, impera en un sector mayoritariamente feminizado.

Así, se han secundado movilizaciones en varias localidades y ciudades de las cuatro provincias, coincidiendo con el sexto día de paros. En el caso de Ferrol la marcha ha partido del centro DomusVi Ferrol, señalada por las trabajadoras como «referente de la explotación laboral», para culminar ante la nueva residencia que la Fundación Amancio Ortega está construyendo en la zona de O Bertón.

En el caso de Ferrol la marcha ha partido del centro DomusVi Ferrol, señalada por las trabajadoras como «referente de la explotación laboral»

Las manifestantes, en su mayoría mujeres, subrayan la esencialidad de su trabajo en el sector de los cuidados, pero recalcan que no quieren «aplausos», sino «derechos, respeto y unas condiciones dignas para cuidar sin tener que dejarse la salud en el camino». Critican a las empresas del sector por hablar de «cuidados» mientras ignoran las condiciones laborales de sus empleadas.

Privatización

La movilización también ha puesto el foco en la política de la Xunta de Galicia. Las trabajadoras han expresado su preocupación por el destino de la nueva residencia construida por la Fundación Amancio Ortega, que será donada a la Xunta y, según sus previsiones, «entregada a una 'empresa amiga' para ser privatizada».

Manifestación por las calles de Lugo.

Manifestación por las calles de Carballo. / CIG

Acusan a la Xunta, con la conselleira de Política Social, Fabiola García, al frente, de convertir el sector de los cuidados «en un negocio», favoreciendo a «grandes multinacionales y fondos de inversión que gestionan servicios privados con dinero de todos nosotros».

Denuncian que, mientras estas empresas «embolsan millones incrementando las tarifas de las personas residentes», las trabajadoras «apenas llegan a fin de mes».

Por ello, las trabajadoras del sector exigen una «negociación real» y mejoras sustanciales en su convenio, que garantice «salarios justos, condiciones laborales dignas y el reconocimiento de la importancia de su labor en el cuidado de las personas mayores».

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