Investigación

El papa León XIV tiene antepasados gallegos

Según un estudio de la comunidad genealógica Geneanet y genealogistas internacionales, una sexta abuela del pontífice era María Bastos, que vivió en el siglo XVIII en Cuba, y cuyo hijo Manuel emigró a Nueva Orleans. Los antepasados de la familia Bastos proceden de Porriño, Cádiz, Sevilla y Burgos

El papa León XIV durante su primera audiencia general en la plaza de San Pedro del Vaticano

Simone Risoluti / EFE / Vídeo:Atlas News

Rafa López

Rafa López

Vigo

El resultado de las investigaciones sobre los antepasados de Robert Francis Prevost (Chicago, EEUU, 1955), el «Spanish» papa, se esperaba en España con inusitado interés, como si se tratara de la Lotería de Navidad. Y el premio ha caído muy repartido: O Porriño ha sido una de las localidades agraciadas, como ha sucedido en los últimos años en el sorteo navideño.

Hasta esa ciudad de A Louriña se remonta el origen del apellido Bastos, que llevó una sexta abuela del pontífice, aunque también procedían de Cádiz, Sevilla y Burgos. Así lo indica una reciente investigación realizada por miembros de la comunidad de Geneanet y genealogistas del mundo entero.

Según estas pesquisas, la bisabuela paterna del actual papa se llamaba Marie Rose (María Rosa) Ramos, y era descendiente de una pareja cubana del siglo XVIII: Vicente Ignacio Ramos y María Bastos, identificados como los sextos abuelos del pontífice. El apellido Bastos, según recoge la web de Geneanet, está presente actualmente en mayor medida en Vigo y sus alrededores y en el interior de la provincia de Pontevedra, así como en diversas zonas de Portugal, sobre todo en Oporto y Viseu.

De acuerdo con la investigación, la pareja formada por Vicente Ignacio Ramos y María Bastos se casó en la Iglesia del Espíritu Santo de La Habana. El hijo de ambos, Manuel José Ramos, nacido hacia 1750 en La Habana, emigró a Nueva Orleans (Estados Unidos), donde se asentaron varias generaciones de descendientes.

«Antes de emigrar a Nueva Orleans, algunos antepasados del papa vivieron en Cuba. Gracias al Cuban Genealogy Club of Miami, ha sido posible saber más de estas personas. Al casarse, y al bautizar a sus hijos, los antepasados del papa que vivían en La Habana indicaron de qué pueblos eran naturales ellos y sus padres. Por eso sabemos que el papa tiene un antepasado natural de Porriño», explica a FARO el presidente de Geneanet, Christophe Becker, quien añade que «habrá que realizar más búsquedas en Galicia para saber más de esta familia».

No va a ser fácil, porque en España –precisa–, al contrario que en Portugal o Francia, los registros parroquiales y el registro civil antiguo no son públicos ni están disponibles gratuitamente a través de internet. «Los archivos parroquiales se encuentran en los archivos diocesanos, que son los que deciden si se tienen que digitalizar y publicar», aclara.

Los orígenes de León XIV concuerdan con los de la mayoría de la población nacida en el noreste de EEUU. Esta zona es un auténtico crisol de culturas, fruto de la inmigración masiva europea, americana y africana, especialmente en torno a las urbes de Nueva York y Chicago. Por ello no resulta extraño que en esas raíces tan frondosas y profundas del papa haya extremos en España y, más concretamente, en Galicia, en este caso a través de Cuba, destino de una numerosa emigración gallega.

Cuando se hablaba de los antepasados «Spanish» del papa, ese «Spanish» lo utilizan los estadounidenses muchas veces para referirse a lo «hispano», no necesariamente a lo español. De ahí que el apellido Martínez fuese una pista, pero no un dato concluyente de ancestros cercanos en España.

Respecto a ese apellido Martínez, desde Geneanet apuntan a otro hallazgo curioso: un antepasado lejano por la línea Martínez: Jacques (o Santiago) Martínez, registrado en Nueva Orleans a finales del siglo XVIII. Los investigadores sospechan que el apellido fue castellanizado.

Según los archivos, Jacob Martine nació en Praga. Tras convertirse en Santiago Martín y luego Martínez, su nombre se españolizó, como el de muchos otros durante el periodo de dominación española de Luisiana (1763-1803). Su esposa, Françoise Panquinet, tenía ascendencia romaní, ya que sus abuelos formaban parte de 13 familias romaníes que fueron expulsadas de Dunkerque (Francia) en 1720. «Esto refuerza aún más la diversidad cultural del linaje familiar del papa, donde confluyen raíces francesas, italianas, cubanas, españolas y estadounidenses», señalan desde Geneanet.

Apellido Prevost

Respecto al apellido Prevost, ha habido confusiones que incluso situaban las raíces del actual papa en Huelva. Los documentos oficiales sobre el nacimiento de su padre y su tío contenían errores. Mencionaban a un Jean o John Prevost, supuestamente nacido en Francia, sin que hubiera registros verificables sobre su existencia o su llegada a Estados Unidos.

Los investigadores hallaron el nombre de John Prevost, abuelo del papa, al bucear en los archivos del Alien Registration Act, una ley de 1940 que obligaba a los extranjeros residentes en EEUU a registrarse ante el Gobierno. Y descubrieron su verdadera identidad: Salvatore Giovanni Gaetano Riggitano Alioto, nacido el 24 de junio de 1876 en Milazzo, Sicilia.

¿Por qué cambió su apellido a Prevost? Según explican desde Geneanet, Salvatore Riggitano había llegado a EEUU en 1903 y en 1914 se casó con Daisy Hughes, de nacionalidad estadounidense. Pero inició una relación paralela con Suzanne Fontaine, una joven francesa recién llegada a Nueva York, con la que tuvo dos hijos, uno en 1917 y otro en 1920, este último, el padre del papa. Para ocultarlo, la pareja usó identidades falsas al registrar a los niños. Eligieron el apellido materno de Suzanne: Prevost.

Certificado matrimonial entre Salvatore Riggitano, abuelo del papa, y Daisy Hughes, 1914

Certificado matrimonial entre Salvatore Riggitano, abuelo del papa, y Daisy Hughes, 1914 / .

En 1917, Daisy Hughes denunció el adulterio de su marido en un periódico local, «The Quincy Daily Herald», del que Geneanet aporta un recorte. Fue un escándalo, porque el adúltero Salvatore Riggitano, abuelo del papa, había sido profesor de idiomas en el instituto. Suzanne se mudó a Canadá y luego a Detroit, donde dio a luz discretamente en un hogar católico para madres solteras. La relación con Riggitano continuó, y en 1920 la pareja tuvo su segundo hijo, Louis Prevost, el padre del papa. Otra curiosidad: según otros recortes de prensa antiguos, Salvatore Riggitano había recibido formación para ser sacerdote, aunque nunca llegó a ordenarse.

«Lo que intrigó a muchos genealogistas es que la información sobre sus abuelos no parecía coherente, nadie encontraba las partidas correspondientes… porque sus abuelos se encontraron en una situación complicada y tuvieron que declarar sus hijos con el segundo apellido de la madre», explica a FARO el presidente de Geneanet, Christophe Becker, quien destaca el «increíble trabajo de equipo» que ha permitido reconstruir «un árbol genealógico que se remonta hasta el siglo XVII».

Artículo de prensa de 1917 que reveló el adulterio del abuelo del papa León XIV.

Artículo de prensa de 1917 que reveló el adulterio del abuelo del papa León XIV. / .

Becker explica que Geneanet, un sitio con referencias de más de 9.000 millones de personas, es el primer portal de genealogía basado en Europa. Es una web colaborativa y contributiva, creada en 1996 por entusiastas de la historia familiar que querían poder compartir sus datos fácilmente. «La idea es que cualquier información que un usuario de Geneanet sube a nuestra web, sea un árbol genealógico, archivos digitalizados, fotos de tumbas… pueda estar disponible gratuitamente para todos los demás. Tenemos cinco millones de usuarios procedentes del mundo entero. Entre ellos, muchos son genealogistas en busca de su historia familiar», añade.

Explica que, para empezar a investigar, en Europa se usa el registro civil y registros parroquiales, que contienen datos sobre las fechas de nacimiento, matrimonio, defunción, filiación y procedencia. «Con estos archivos se puede hacer la genealogía de una persona hasta el siglo XVI. Existen otros tipos de fuentes, como archivos de pleitos, protocolos notariales y expedientes de hidalguía», apunta Christophe Becker, aunque aclara que en este caso ha sido «el artículo de prensa que menciona a sus abuelos lo que ha permitido aclarar lo que sucedió».

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