Temporales

Los ciclones mediterráneos, los medicanes, serán cada vez más destructivos debido al calentamiento del mar

Un estudio del CEAM urge a mejorar las alertas tempranas, la prevención ante catástrofes y a aumentar la resiliencia de las ciudades costeras frente a inundaciones mediante medidas adaptativas al cambio climático

Total devastación en Grecia tras el paso del medicán Daniel en septiembre de 2023.

Total devastación en Grecia tras el paso del medicán Daniel en septiembre de 2023. / PI Studio

Rafel Montaner

València

Un trabajo internacional liderado por el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) alerta de que los medicanes, los ciclones mediterráneos, serán cada vez más destructivos debido al calentamiento del mar. En el estudio, publicado en Reviews of Geophysics, una de las revistas más prestigiosas de ciencias atmosféricas y de la Tierra, la coordinadora del Área de Meteorología y Clima del CEAM, la doctora Samira Khodayar Pardo, dirige un equipo de 20 investigadores de múltiples instituciones y países que ha revisado y actualizado los impactos socioeconómicos de los ciclones mediterráneos en el marco de un clima cambiante.

Amenaza creciente

Este grupo de expertos destaca que los medicanes son "uno de los retos medioambientales más acuciantes de la región mediterránea", un mar alrededor del cual viven más de 500 millones de personas, dado que "los efectos dañinos de este evento meteorológico extremo afectan desproporcionadamente a las áreas altamente vulnerables, particularmente las regiones costeras urbanas y densamente pobladas", como la Comunitat Valenciana donde 8 de cada diez de sus 5,4 millones de habitantes viven en la franja litoral. 

Por todo ello, el documento subraya "la urgente necesidad" de mejorar las alertas tempranas y los planes de prevención ante catástrofes así como la introducción de medidas adaptativas al cambio climático para aumentar la resiliencia de las ciudades costeras frente a inundaciones.

En los últimos 100 años los medicanes han dejado más de 14.000 muertos

El estudio liderado por el CEAM afirma que "en los últimos 100 años, se han atribuido más de 14.000 muertes a peligros relacionados con los medicanes", aunque matiza que "es probable que esta cifra esté subestimada".

Incide en que "el 85 % de los eventos concurrentes de precipitación y viento extremos en la Península Ibérica están asociados con ciclones, principalmente atlánticos, y muchos con ríos atmosféricos". El CEAM ya apuntó que uno de estos ríos cargado de vapor desde África intensificó la dana del 29 de octubre pasado que devastó la provincia de Valencia dejando 228 muertos, tres de ellos aún desaparecidos casi siete meses después y daños multimillonarios.

Cada vez más destructivos

Un medicán, abreviatura de huracán mediterráneo, "es un ciclón con características similares a los tropicales, es decir, un núcleo cálido que se extiende hacia la troposfera superior, una formación similar a un ojo en su centro y un centro prácticamente sin viento rodeado por una circulación de vientos superficiales casi cerrada, con velocidades máximas en unas pocas decenas de kilómetros de distancia", detalla el artículo. 

La ciudad libia de Derna devastada tras el paso del medicán 'Daniel' en septiembre de 2023.

La ciudad libia de Derna devastada tras el paso del medicán 'Daniel' en septiembre de 2023. / EFE

Estos sistemas meteorológicos cada vez más destructivos, a veces similares a los huracanes en su fuerza y efectos, desencadenan lluvias torrenciales, inundaciones repentinas, vientos intensos y condiciones marítimas peligrosas con fuertes marejadas ciclónicas y oleaje extremo en toda la cuenca mediterránea, provocando daños a infraestructuras y graves impactos socioeconómicos tanto en zonas costeras como urbanas. 

'Daniel', de dana a medicán

En la memoria quedan nombres de medicanes como Daniel, una devastadora tormenta que originariamente era una dana y que tras transformarse en un ciclón con características tropicales en septiembre de 2023 asoló primero Grecia y después Libia, donde dejó más de 5.000 muertos, o Ianos (2020) que afectó a Grecia y Zorbas (2018), que provocó severos destrozos en el sur de Italia, Grecia y Turquía.

El ciclón mediterráneo más reciente con mayor impacto en tierras valencianas según el estudio del CEAM fue el temporal Gloria, un sistema de bajas presiones que en enero de 2020 "provocó la marejada ciclónica y el oleaje más extremo jamás registrados en el este de la Península Ibérica, con inundaciones, daños en infraestructuras costeras, erosión costera y un total de 13 muertos" en España.

Los récords de 'Gloria'

Gloria, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) dejó para la historia la ola más alta medida en el Mediterráneo occidental, que marcó 8,44 metros de altura en la boya de València. "Puesto que la altura significativa no es más que el promedio del tercio de la elevación de las olas más altas, se estima que las olas pudieron superar los 13 metros de altura máxima", apunta la Aemet. 

Casas en primera línea de playa destruidas por el temporal 'Gloria' en Dénia.

Casas en primera línea de playa destruidas por el temporal 'Gloria' en Dénia. / Alfons Padilla

Además, un estudio de la Universitat Politècnica de València (UPV) estableció que la marejada meteorológica provocada por Gloria elevó el nivel del mar ante las costas valencianas hasta un metro y medio, haciendo retroceder las playas del Golfo de Valencia una media de más de 11 metros, llegándose a medir una pérdida de hasta 32 metros. Igualmente, dejo lluvias extraordinarias con hasta 433 l/m2 en Barx y una nevada de récord en Vilafranca con 86 centímetros de espesor de nieve 

"Punto crítico del cambio climático"

El informe subraya que, dado que "la cuenca mediterránea es un punto crítico para el cambio climático calentándose hasta 1,5 veces más rápido que la media global", un mar más cálido "puede conducir a un aumento en la intensidad de medicanes". Es más, insiste en que "en el futuro, el impacto de tales eventos a lo largo de la costa mediterránea se verá exacerbado por el aumento del nivel del mar que resultará en inundaciones costeras incluso durante ciclones no extremos". 

Por tanto, a medida que los medicanes se vuelven más destructivos en un clima cambiante, este trabajo según el CEAM "ofrece una base fundamental para dar forma a políticas eficaces, basadas en la ciencia, que protejan a las personas, sus medios de subsistencia y los ecosistemas en el Mediterráneo". El documento, según el CEAM, "subraya la urgente necesidad de mejorar la comunicación de riesgos, las herramientas avanzadas de previsión y una mayor cooperación entre científicos y responsables políticos".

Además, aporta ideas y recomendaciones prácticas para mejorar la resiliencia, como la introducción de medidas adaptativas al cambio climático y "la integración de las evaluaciones de impacto en los sistemas de alerta temprana, la identificación de las vulnerabilidades regionales y el desarrollo de planes integradores de preparación ante catástrofes".

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