Urra: «Hay que educar a los niños para gestionar dificultades de la vida»

«Hay que explicarles a los adolescentes que amar es dar a fondo perdido, no querer ni poseer», manifestó en Club FARO, donde presentó su libro ‘Hijos: prevención de riesgos’

María Ferreiro y Javier Urra.

María Ferreiro y Javier Urra. / Pablo H. Gamarra

Vigo

«Hay que educar a los niños para gestionar situaciones de dificultad de la vida y que tengan sentimientos de espiritualidad, que no de religiosidad, separados de la política», manifestó Javier Urra ayer en Club FARO, en una conferencia coloquio con motivo de la presentación de su libro ‘Hijos: prevención de riesgos’. «Debemos explicarles que el amor es dar a fondo perdido, no querer ni poseer» .

Presentado por la psicóloga María Ferreiro, Urra fue repasando diferentes aspectos que aborda en su libro. Explicó que en los tres centros asistenciales que dirige en Madrid, uno de ellos una clínica y otro un hospital de día, hay actualmente doce chicas que quieren suicidarse y están repletos de casos de niñas con anorexia. «El 15% de los adolescentes sufren depresión, no siempre grave, y a veces se vuelven contra sus padres», afirmó. Achacó ese porcentaje a lo que las sociedad les traslada: «vais a vivir peor que vuestros padres, el 75% tendréis ruptura de pareja, olvida comprar un piso y alquilarlo va a ser difícil».

Sobre las adicciones afirmó que «se sabe cómo trabajar en ellas para quitarlas y prevenirlas» y aludió al consumo que realizan algunos adolescentes para cometer un hecho ya anticipado, como una agresión una violación grupal. Aludió también a la importancia de fomentar la responsabilidad individual, que se diluye cuando se actúa en grupo y, como uno de los 52 expertos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, conminó a las mujeres a asumir su parte responsabilidad. «Cuando los integrantes de La Manada volvieron a Sevilla después de violar a una chica en Pamplona, ¿sus novias les rechazaron? No».

Al tratar el tema de la ansiedad puso el foco en la ansiedad social: «En junio ya compramos lotería de Navidad y media hora después de conocerse la muerte del papa en la radio Alsina ya estaba hablando del próximo cónclave». Comentó que las autolesiones, «de moda» entre los adolescentes, «nos dan una pista de que no saben admitir el sufrimiento emocional». Se quejó del bajo nivel con que llegan los jóvenes a la universidad y criticó prácticas en la escuela como la de premiar a los 25 participantes de una carrera «para que ninguno se frustre».

Abordó el acoso escolar, ahora amplificado por las redes sociales, cuyas víctimas son las personas «diferentes». Respecto a la inclusión educativa, se preguntó: ¿todos pueden ser integrados?, mi opinión actual es no, porque sufren mucho». Refiriéndose a un estudio que realizó sobre las prioridades de los españoles, comentó que la familia está por encima de la amistad y manifestó que ésta es un contexto importante también en los jóvenes. «Necesitamos mecanismos de contención interna; los límites no hacen prisioneros a la gente, permiten trabajar con ella».

Abordó varios temas de actualidad, comenzando por el asesinato de la trabajadora de un piso tutelado en Badajoz: «No puedes decir en redes que un chico es un psicópata porque se siente atacado, el padre de uno de ellos salió criticando a la justicia y a la administración autonómica y no se lo admito, él es un incapaz que no ha sabido educar a su hijo y encima pone a su ex mujer a los pies de los caballos; no entiende que ahí está la causa. Cuando dicen que pongan más medios hay que decir que un chico en uno de estos centros cuesta 6.000 euros al mes». Habló de Bretón, aplaudiendo la decisión de Anagrama de no publicar su libro, de Ana Obregón, quien «necesita el aplauso y ser reconocida» y de los problemas de identidad que puede llegar a tener su hija-nieta en un futuro, y se mostró partidario de adelantar la edad de voto a los 16 pero no la edad penal porque los lóbulos frontales aún no están desarrollados hasta los 21.

Autor de 86 libros «escritos a pluma»

Nacido en Estella (Navarra) en 1957, Javier Urra es una de las figuras más destacadas de la psicología en España. Doctor en Psicología y Ciencias de la Salud y profesor del Centro Universitario Cardenal Cisneros, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, fue el primer Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid (1996-2001) y presidente de la Red Europea de Defensores del Menor, cargo desde el cual impulsó la defensa de los derechos de la infancia.

Con una trayectoria que abarca desde su labor como psicólogo forense en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia hasta su papel como director clínico de Recurra- GINSO, Urra es también embajador de la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica.

Autor muy prolífico, su último libro hace el número 86, «todos escritos a pluma», aseguró ayer. Los títulos de más éxito en el terreno de la educación han sido ‘Educar con sentido común’, una guía para educar con criterio desde que nace el niño hasta la juventud, y ‘El pequeño dictador’ , un texto sobre hijos desafiantes que terminan imponiendo su propia ley, editado en 2006, y con una secuela en 2015 , ‘El pequeño dictador crece’, donde se habla de padres que gritan en silencio e hijos que también sufren.

Tracking Pixel Contents