Entrevista | Juan Vicente Boo Periodista y escritor de libros sobre los papas y el Vaticano

«Realizó una limpieza de abusadores muy llamativa y visible»

Francisco ha sido un papa que ha intentado mover la ficha de la Iglesia católica varias casillas hacia adelante. ¿Seguirá así quien lo releve? El periodista gallego Juan Vicente Boo (A Pobra do Caramiñal, 1954) analiza el legado de Jorge Mario Bergoglio. Sobre él escribió el libro «El papa de la alegría».

Juan Vicente Boo, periodista y corresponsal gallego. |  G. Galazka

Juan Vicente Boo, periodista y corresponsal gallego. | G. Galazka

Mar Mato

Mar Mato

Vigo

El papa Francisco transmitía la imagen de una persona bonachona y empática.

Fue el papa de la misericordia, la alegría y la ternura y el papa de los inmigrantes y refugiados. Destacó por su buen humor y por una sencillez que le llevaba a comportarse como una especie de San Francisco de los tiempos modernos.

Él plantó cara a los depredadores sexuales religiosos. ¿Es ese un camino sin retorno?

Ya no hay marcha atrás en cuanto al modo de enfrentar este problema. En 1993 durante una visita de Juan Pablo II a Estados Unidos, este papa envió a todos los obispos una carta sobre los abusos a niños. La protección de sacerdotes y obispos era un hábito tan arraigado que llevó mucho tiempo cambiar esa cultura. El papa Benedicto se esforzó tomando medidas drásticas pero se avanzaba lentamente. El papa Francisco tomó medidas muchísimo más drásticas como cambiar la legislación del Vaticano para hacer obligatoria la denuncia. Mucha gente no denunciaba por no meterse en líos con un sacerdote o el arzobispo. Ahora es obligatorio. Francisco hizo una limpieza de abusadores muy llamativa y visible. Empezó Benedicto pero actuaba de modo más discreto y con menos medios legales. Aún así Benedicto expulsó más de un millar de sacerdotes porque, como decía Juan Pablo II, no hay lugar en la Iglesia para quien abuse de menores. Esto está encarrilado pero no se puede excluir que haya nuevos casos.

También dio pasos en favor de los homosexuales si bien a veces parecía que se desdecía.

Conozco gente homosexual amiga del papa. Él dio pasos importantes. Él trataba siempre bien a los homosexuales. Es más, muchos miércoles, al terminar la audiencia general, se reunía con un grupito de personas que venían con religiosas que trabajan cerca del aeropuerto de Fiumicino en Roma. Algunas personas que venían con las religiosas eran transexuales, se dedicaban a la prostitución... En cuanto a los pasos atrás, él indicó que en los seminarios no se acepte a personas que son homosexuales con hábito fuerte; no recuerdo bien la expresión que usó. También decía que no se debía aceptar a heterosexuales con hábito sexual fuerte. El sacerdocio es un tipo de vida que requiere absoluta independencia afectiva e incontinencia sexual.

¿A partir de este pontificado habrá un camino más abierto para que las mujeres lleguen a impartir la liturgia?

Han realizado varios estudios para saber lo que hacían las primeras diaconisas en los primeros tiempos del cristianismo. Determinados ministerios laicales se han ido abriendo a mujeres. Lo que no se ve como inminente es la ordenación sacerdotal de mujeres. Francisco ha vuelto a centrar la mirada en los primeros tiempos del cristianismo para desclericalizar el Vaticano en estos doce años.

¿A qué se refiere con este último?

Antes, todos los jefes de departamento eran cardenales; luego pasó a haber algunos sacerdotes incluso alguna persona laica en el departamento de Comunicación. Desde hace unos años tenemos a un laico al frente de la secretaría de Economía. Así las mujeres han ido pasando a varios departamentos. Hace años los Museos Vaticanos tienen una directora , Barbara Jatta. En los últimos años Francisco fue nombrando a mujeres muy valiosas en departamentos número dos y también en departamentos número uno religiosos. Por ejemplo, una mujer religiosa dirige el departamento que se encarga de todas las órdenes religiosas. De número dos ahí hay un cardenal español. Como se ve ha habido un vuelco de responsabilidades.

¿Veremos sacerdotes casados siendo ministros de la fe sin tener que abandonar la Iglesia?

Antes o después se ordenarán sacerdotes a personas casadas, que es lo que se hace en las iglesias orientales. Eso ya lo introdujo Benedicto XVI con los ordinariatos católicos para anglicanos. Los sacerdotes y obispos anglicanos que querían pasar a la Iglesia católica se les admitió, convalidándoles la ordenación sacerdotal siguiendo con su vida familiar con esposa e hijos. En varios sínodos se ha hablado de esto y antes o después entrará en la normalidad como situaciones especiales sobre todo en países orientales.

¿En resumen qué destacaría del pontificado de Bergoglio?

La aportación más esencial del papa Francisco y el que será su legado en un plazo largo es que ha reorientado la Iglesia católica hacia la fórmula original, la de los primeros tiempos del cristianismo cuando Jesús y los discípulos se movían por Galilea explicando la buena noticia de una manera muy sencilla. Él convocó sínodos sobre el modo de escucharnos los católicos. Se había perdido la idea básica, que la dignidad de todos los bautizados es la misma y que, por lo tanto, hay que escucharlos a todos. Es como una vuelta a que los católicos nos veamos como una familia como en los primeros tiempos del cristianismo. Ese es el legado principal.

¿Considera que la Iglesia seguirá por la senda aperturista?

Estoy seguro de que sí; es un proceso aperturista que empezó con Juan Pablo II, que siguió en algunos aspectos Benedicto y Francisco continuó con un tono más cariñoso y amable.

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