Fernández: «La ilusión no se come, pero alimenta: es el motor de la vida»
La psicóloga y divulgadora presentó en Club FARO su libro ‘El valor de la ilusión. Activa tu potencial y mejora tu vida’. «En psicología, es una herramienta terapéutica», comentó

Lecina Fernández, en el centro, flanqueada por Rubén Riós y Rosa Álvarez. | Pablo H. Gamarra
«La ilusión no se come, pero alimenta; en psicología es una herramienta terapéutica». Así lo expresó ayer la psicóloga Lecina Fernández, aludiendo a la novela ‘El coronel no tiene quien le escriba», de Gabriel García Márquez, durante la presentación de su libro ‘El valor de la ilusión. Activa tu potencial y mejora tu vida’ (editorial Siglantana). El acto organizado por Club FARO se celebró en la sala de conferencias del MARCO, contó con la presencia, como presentadores, del director de cine Rubén Riós y de la decana del Colegio de Psicólogos de Galicia, Rosa Ávarez, y la participación del público tanto en el coloquio posterior como en ejercicios que la ponente iba proponiendo a lo largo de su intervención.
Fernández comenzó su alocución presentando una ‘mapa de la ilusión’ de 2014, fruto de sus investigaciones en ese terreno, en que Galicia y, en general las comunidades del norte de España, lideran los puestos de la población que decía sentirse más ilusionada.
Para definir el concepto de ilusión positiva, que en su libro plasma como un conjunto de actos desde que surge la primera idea hasta convertirla en realidad, la psicóloga consultó al púbico y también leyó definiciones que recoge en su obra y que ofrecen niños y adultos. Palabras como alegría, emoción, sentimiento, ganas de vivir, energía se fueron sucediendo tanto entre los asistentes al acto como en los consultados para el libro. «Los más jóvenes suelen asociarla a la esperanza, al futuro y los mayores, a la alegría, al presente. Los primeros lo identifican con la batería de la vida y lo segundos con el motor de la vida».
Comentó que en su último libro recoge los resultados obtenidos durante los últimos años del estudio, análisis e investigación que ha realizado sobre la ilusión, materia de la que se ha ocupado en libros como ‘¿Qué es la ilusión’, ‘Ilusión positiva’ o ‘Ilusión bioc. Ejercicios para fomentar la ilusión’.
Tomando la frase del filósofo Ignacio Gómez de Liaño «Cuando a la persona se le arrancan sus ilusiones, su vida se seca», Fernández pasó a describir la ilusión como un «conjunto y sucesión de actos» que incluyen «creer en los sueños, sentirse capaz para diseñarlos y hacer real lo imaginado, emprender conductas para perseguirlos, mantener esas conductas y perseverar, tener esperanza en lograrlos pese a las incertidumbres y adversidades, y, además, hacerlo con ganas y alegría».
Tras pedir a los asistentes que escribieran en un papel una ilusión, dijo que pensar en ella no es fácil y que «a veces ocurre que cuando la cuentas a las personas de tu alrededor te digan que es imposible o que es muy poco». Pese a que «a veces desde el entorno nos cortan las alas», recomendó compartirlas con los demás.
Explicó que la ilusión tiene elementos personales (cognición, emoción, acción, actitud, habilidades, fortalezas y narración) y relacionados con lo personal (tiempo, espacio y recursos). «Es una historia personal, la historia de mí mismo y cómo me veo de aquí hacia adelante», resumió. Hizo hincapié en la narración: «Esa narrativa que me cuento de mí mismo es fundamental; el cerebro se cree todo lo que le decimos, también lo que diseñamos».
Habló de la importancia de tener una estrategia para construir una ilusión, que potencia la parte positiva y nos da antídotos para afrontar la negativa: la tristeza y el vacío existencial. Consideró que a nivel cultural estamos acostumbrados a no tener ilusiones o a esperar que lleguen tiempos mejores y habló de cuatro fases de esa estrategia, que llamó «predispuesta, dispuesta, puesta y está».
Manifestó que la ilusión «nos activa tanto el cerebro como el corazón, la acción y el espíritu».
Psicóloga clínica, docente y divulgadora
Especialista en psicología clínica con más de tres décadas de experiencia, Lecina Fernández compagina la clínica con la docencia, la investigación y la divulgación. En las tres áreas observó la importancia que tiene la ilusión para la personas, ya que les cambia la forma de pensar, de sentir y de comportarse.En el año 2010 coincidiendo con la publicación del libro “Érase una vez la ilusión”, creó Lab.Ilusión con la intención de saber más sobre la ilusión: qué es, cómo funciona, cómo usarla para el crecimiento personal, qué pasa cuando se pierde, qué elementos la componen, cómo convertirla en herramienta y qué hacer para recuperarla. El laboratorio trabaja en tres ámbitos interconectados entre sí: la investigación, la formación y la divulgación.Su labor en el campo de la clínica se inició en los 80 en el campo de la psicología de las adicciones y en la unidad de salud mental de la Consellería de Sanidad de Valencia, hasta que en 2001 se trasladó a Madrid y ejerce en un despacho de psicología. Como docente, es profesora de talleres de postgrado en universidades entidades privadas y públicas de España y Portugal. En paralelo se ha formado en Artes Audiovisuales y Escénicas, estudiando la relación entre las artes y la psicología.
- «Está demostrado científicamente que tener un perro aumenta los niveles de oxitocina, la hormona de la felicidad»
- En una analítica, ¿qué significa tener los triglicéridos altos? ¿Qué hacer para bajarlos?
- Dos vigilantes de seguridad reaniman a un mujer que se desplomó inconsciente en Vialia Vigo: «Le salvaron la vida»
- El patrón de un pesquero de Bueu, herido grave en una mano tras estallarle una bengala
- Una «tablet» obliga a un avión a realizar un aterrizaje de emergencia en Oporto
- Cesan a todos los empleados de mantenimiento de Vialia: «No quieren que nos sindiquemos»
- Lleva el coche a un taller de Vigo y se incendia cuando lo probaban tras repararlo
- Mitos sobre animales: las golondrinas y los vencejos no pueden despegar desde el suelo, ¿verdadero o falso?