Arantxa Fuentes: «Cela fue un agente cultural clave durante la posguerra»
Un estudio destaca la faceta como poeta, editor y mediador cultural del premio nobel gallego a través de su epistolario con Aleixandre, Ridruejo, Goytisolo y Lagos

Arantxa Fuentes Ríos (iz.) y MiguelFernández-Cid, ayer en el Club FARO. | José Lores
«Cela nunca fue reconocido como poeta, pero él se sentía poeta». Así lo aseguró ayer Arantxa Fuentes Ríos, investigadora y profesora de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) en el Club FARO, donde presentó su ensayo «La lírica del novelista. Camilo José Cela entre poetas» (Visor Libros), volumen que pone en valor la figura del nobel de literatura gallego como poeta, agente cultural y editor frente a su faceta más conocida como novelista.
En este sentido, recordó que el primer libro de Cela (Iria Flavia, 1916-Madrid, 2002) fue un poemario, «Pisando la dudosa luz del día», y que siempre manifestó su predilección por este género. «Sin embargo ,‘La familia de Pascual Duarte’ (1942) tuvo tal éxito y estaba tan mal económicamente que decidió coger esa vía más rápida de publicaciones de cuentos en prensa, etcétera, y fue dejando, poco a poco, la poesía», explicó.
Sin embargo, esto no significó que le diera la espalda. La poesía siempre tuvo un gran protagonismo en la revista que fundó, «Papeles de Son Armadans», donde publicaron poetas de todas las ideologías, intramuros y exiliados, y a raíz de la cual, Cela mantuvo una rica correspondencia con autores como Vicente Aleixandre, Dionisio Ridruejo y José Agustín Goytisolo y Concha Lagos, que la investigadora reúne en este volumen y que permite conocer mejor el panorama poético y editorial de los convulsos tiempos de la dictadura.
Según Fuentes, el encasillamiento de Cela debe reconsiderarse a la luz de su labor al frente de esta revista literaria, que dedicó monográficos a poetas como Vicente Aleixandre. Además, destacó que el nobel también organizó en 1959 las «Conversaciones poéticas de Formentor», que reunió en este hotel de Mallorca los poetas más reconocidos.
«Cela fue un agente cultural clave durante la posguerra», afirmó Fuentes, que concluyó: «Si la mediación cultural y editorial merece su propia historiografía, Cela alcanza en ella un lugar privilegiado. No solo fue un novelista; fue un gran agente cultural. Su compromiso con la lírica lo extendió a los poetas, a los que cuidó, mimó y de los que quiso rodearse», afirmó.
En los fondos de la Fundación Camilo José Cela,Funtes se encontró con cerca de 95.000 cartas cruzadas entre el nobel a más de 13.000 personalidades, la mayoría de ellas inéditas. «Nunca estuvo en mis planes estudiar a Cela y nunca pensé que fuera a ser yo quien sacara a la luz las cartas con Aleixandre», reconoció.
Una de las preguntas que se planteó la investigadora es cómo en 1956 pudo sacar una revista, que se mantuvo durante más de 20 años, en la que publicaron autores en el exilio y disidentes y que también publicó en gallego y catalán. ¿Cómo sorteó la censura? Según Fuentes porque Cela, cuando decidió cambiar de residencia de Madrid a Mallorca, «se rodeó de un fiel círculo de amistades que le dieron prestigio».
«Sin embargo, hubo tres aspectos de la revista que siempre levantaron suspicacias: no lo censuran porque él antes fue censor; su financiación, y que era magnífica como propaganda del régimen, según repitió la crítica durante mucho tiempo», aseguró.
Fuentes rebate esta afirmación asegurando que Alberti no habría publicado en una revista afín al régimen y, sin embargo, sí lo hizo fue en «Papeles de Son Armadans». Además, la contabilidad de la revista demuestra que, al menos en los primeros años, fueron los suscriptores, mayoritariamente de Mallorca, y el propio Cela quienes la sacaron adelante. «Aunque es cierto que luego el régimen se aprovechó de esa ventana y Cela también se benefició de este propósito porque siempre fue un escritor ambicioso», comentó.
La lírica del novelista. Camilo José Cela entre poetas»
La valiosa labor en la sombra de mujeres como Rosario Conde, la primera mujer de Cela
Arantxa Fuentes Ríos también se refirió al papel que en el epistolario de Cela jugó la primera esposa del Nobel, Rosario Conde, quien transcribía las cartas que el literato escribía a mano. Y por ello, «está dedicado a Rosario Conde, a Asunción Carandell (mujer de Goytisolo) y a Gloria de Ros (esposa de Dionisio Ridruejo), así como a «todas las mujeres que, desde la sombra, de una manera silenciosa, discreta, custodiaron, cuidaron y fomentaron los epistolarios de sus maridos para la gloria literaria de ellos», afirmó.
En los últimos años, sobre todo a raíz de su estancia investigadora en la Cátedra José Ángel Valente de Poesía e Estética, Fuentes ha trabajado con material inédito en distintos archivos como el de la Fundación Camilo José Cela. El director del MARCO de Vigo, Miguel Fernández-Cid, que presentó el acto, se refirió a la investigadora como una «Indiana Jones» entre papeles y legajos . «Como él, busca tesoros, en su caso, las relaciones a través de las cartas», dijo.
- Niño Becerra enciende las alarmas: «Si vamos a peor, en verano podemos llegar a una situación Covid de paralización de la economía mundial»
- Consiguen detener al conductor de un camión que circulaba sin control por la A-55 debido a una crisis diabética
- Carmen quedó parapléjica en el hospital de Ourense a los dos días de una cirugía de rodilla: «No quiero vivir así»
- Si tengo el ácido úrico alto, ¿qué debo comer, y que no, para bajarlo rápidamente?
- Luis Zahera defrauda en A Sementeira de Corzáns
- Sorpresón en Pasapalabra: Rosa gana el rosco y se lleva el premio
- La desconocida playa de la ría de Vigo que estrena bandera azul este verano: está a un paso del centro urbano
- Una comunidad de Vigo tendrá que pagar 7.000 euros al dueño de un local perjudicado por una rampa