Gominolas, de delicia infantil a «remedio para todo» de los adultos

Un informe del sector publicado en 2024 apunta a que cerca del 70% de los españoles consume complementos alimenticios

Gominolas multivitamínicas, nueva tendencia en los complementos alimenticios

Gominolas multivitamínicas, nueva tendencia en los complementos alimenticios / Envato

A. Chao

A. Chao

Vigo

Para la caída del pelo, para tener uñas más fuertes, para lucir una piel más sana, para dormir mejor, para despertarse con más energía, para acelerar el metabolismo, para reforzar el sistema inmunológico, para la digestión… Sin azúcar, sin lactosa y aptos para celíacos o veganos. Los complementos alimenticios se presentan como aliados para numerosas necesidades de la salud y válidos para todos los públicos. De hecho, un estudio expuesto hace unos meses dentro de las I Jornadas Afepadi apunta que más del 70% de los españoles consume este tipo de productos.

Ante tal furor, el ingenio ha desembocado en nuevas presentaciones de estos complementos. Las tradicionales cápsulas, comprimidos o ampollas para diluir han dejado paso a los gummies. Las típicas gominolas que hacían las delicias de pequeños y no tan pequeños se readapta tan incluir micronutrientes y otros ingredientes habituales en este tipo de suplementación, eso sí, con una presentación más lúdica que, como el propio consumo de estos productos, ofrece luces y sombras.

En el citado informe del sector, señalan que las mujeres son mayoría en la compra de complementos alimenticios e identifica precisamente a las vitaminas como el producto estrella del mercado: la vitamina D y la C junto con los multivitamínicos son los más consumidos. Establece también su escenario de consumo, impulsado por la búsqueda de bienestar y la recomendación de un profesional de la salud.

Este sería, en efecto, el supuesto idóneo, que su uso venga precedido de un diagnóstico médico, pero la práctica dice que, en muchos casos, no es así. Alfonso Vidal, facultativo especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, apunta a la gran disponibilidad en el mercado sin necesidad de ningún tipo de prescripción. De hecho, «su regulación a nivel europeo, que los trata como alimentos, hace que a nivel público sea más difícil que se consideren como lo que son, productos sanitarios», añade.

Califica de «controvertido» su uso en la población general. «Muchas veces se recurre a ellos ante síntomas poco específicos y sin pasar por el médico. Detrás de un ‘cansancio’ puede haber un trastorno que necesita de un diagnóstico de base. Sin saber realmente qué causa esos síntomas no podemos poner solución», explica. Incluso recurrir a estos complejos sin conocer qué causa un malestar concreto «puede retrasar el diagnóstico y la recuperación», ahonda.

Prevención

Otra motivación -y gancho comercial- de estos artículos es la prevención. ¿Quién no ha estado tentado a «mejorar su sistema inmunológico» o el de los más pequeños antes de la temida temporada de virus? Sobre esto, Vidal también es rotundo: «Con una alimentación correcta se reciben los micronutrientes suficientes para mantener íntegra la salud». Solo, añade, en contextos de países en vías de desarrollo o del tercer mundo, su carencia es severa y mucho más generalizada, lo que puede desembocar en infecciones y otros problemas graves.

Una vez que existe un diagnóstico y una necesidad real respaldada por un profesional de la salud, el formato gominola puede hacer más amable su ingesta, incluso en niños y niñas. Sin embargo, nunca debe perderse de vista que «es un tratamiento que debe tener una aplicación para un diagnóstico concreto». Puede suponer, por tanto, un arma de doble filo, y contribuir a que se extienda aún más su consumo de manera generalizada sin un problema de base identificado. 

Efectos secundarios

Alfonso Vidal no se olvida de los posibles efectos secundarios. En esta dirección, apunta que cuando se trata de vitaminas hidrosolubles, como por ejemplo las del grupo B, se eliminan de manera más fácil del organismo y , por lo tanto, es menos probable llegar a tomar dosis tóxicas, aunque no imposible. Sin embargo, con las liposolubles es más fácil alcanzar esos niveles dañinos si se hace un uso inadecuado.

En el otro extremo se encuentran los casos en los que no se asimilan los micronutrientes que se están consumiendo por enfermedades subyacentes. Pone el caso de las gastritis atróficas, «con esa condición, la vitamina B12 no se absorbe por vía oral, debe administrarse de manera intramuscular», una evidencia más de que el diagnóstico médico es fundamental.

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