José Manuel Solla: «Los marineros son héroes y no se les da valor alguno»

En el momento en que usted lea hoy estas líneas, si rebobinara justo tres años atrás, se encontraría con las primeras horas de una de las mayores tragedias marítimas acontecidas a un barco gallego: el hundimiento en Terranova, Canadá, del arrastrero Villa de Pitanxo.En el buque estaban enroladas 24 personas de las que solo tres se salvaron del naufragio. El gallego José Manuel Solla Santos ha escrito un libro de ficción basándose en hechos reales de lo acontecido en aquel 15 de febrero de 2022. Durante la presentación de la obra ayer en Club FARO señaló: «Los marineros son héroes y no se les da valor alguno».

Solla –oriúndo de Marín (Pontevedra), localidad donde está asentada la casa armadora del barco– señaló que a los pescadores «se les debería dar la misma valoración que el presidente del Gobierno o de la Xunta de Galicia».

El libro de Solla Santos lleva por título «O Villa de Pitanxo. Misterios dun naufraxio» (Edicións Again) y presenta ilustraciones de la docente y editora Isabel Elena Peleteiro. Esta fue la encargada de animar desde un primer momento a Solla a que escribiese la novela. Peleteiro también estuvo presente en el coloquio de Solla. Ambos fueron presentados por el periodista Rubén Rey, de Onda Cero.

Solla explicó que en la parte ficticia del relato optó por incluir a un perro como polizón del barco. Es a través de sus ojos que vamos conociendo lo que acontece. «Decidí incluirlo para hacer más entretenida la novela», señaló el autor.

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Al respecto, explicó que la presencia de un can en los barcos que van a largas mareas no es algo extraordinario ya que muchas tripulaciones ven a los perros como «guardianes».

Para José Manuel Solla, «faltó voluntad política» para responder a las familias de los marineros del Villa de Pitanxo de manera satisfactoria a sus necesidades desde el primer momento.

Por su parte, Isabel Elena Peleteiro explicó que el caso del Pitanxo le llegó profundamente ya que ella de pequeña quedó «marcada» a los nueve años por una operación de salvamento en el buque en el que viajaba con su tía de Venezuela a Galicia para conocer a sus abuelos ya que ella había nacido en la emigración.

Respecto del Villa de Pitanxo, señaló que «no vale que el que mande se salve y el pobre quede atrapado en la bodega del barco».

Con esta declaración, hizo referencia a que de las 24 personas que formaban la tripulación (23 marineros y un biólogo) solo se salvaron el patrón del barco, Juan Padín; su sobrino, Eduardo Rial; y un pescador africano, Samuel Kwesi, siendo este último el único de los tres que no llevaba puesto el traje de supervivencia para protegerse de las bajas temperaturas ya que nunca le indicaron cuál era ni lo había probado con antelación para comprobar si era o no su talla.

«¿Cuándo van a tener las familias el resarcimiento?»

José Manuel Solla lamentó ayer en su intervención en Club FARO que con la dilatación en los tribunales del caso sobre el hundimiento del Villa de Pitanxo es posible que se rocen casi los cuatro años de espera para la resolución de la causa judicial. «¿Cuándo van a tener las familias el resarcimiento? Me parece durísimo (...). Los familiares debieron sentirse muy solos en todo este proceso», cuestionó en alto.

Durante su intervención dejó claro que el libro que ha escrito, «O Villa de Pitanxo. Misterios dun naufraxio», evidencia la «controversia» entre las dos versiones de los hechos que se han facilitado hasta ahora: o que fue un accidente principalmente provocado por el mal tiempo o que se debió a un error humano en una maniobra con las artes de pesca sumado a que no se evacuó el barco de una forma segura ni se facilitó ropa adecuada para sobrevivir a la mayoría de los marineros. Indicó que la obra no se decanta por una u otra ya que de eso se deberá encargar la Audiencia Nacional.

Hay que recordar –tal y como explicó días atrás Lara Graña en FARO– que la fase de instrucción del «caso Pitanxo» podría estirarse unos seis meses más al entender el magistrado encargado del caso que es necesaria más documentación.

Solla lamentó en su intervención en el MARCO que se apunte al «golpe de mar como el cajón desastre para justificarlo todo. Al mar no se va a morir, se va a trabajar. Tiene que haber condiciones seguras para trabajar en él. Hay que protestar. Estoy asombrado con las familias del Pitanxo que sí reclamaron su derecho» a conocer la suerte de sus familiares, a que se emplearan medios para buscarlos y denunciar la falta de apoyo sufrido.