Por qué no se entienden las rotondas
Tras el vídeo viral de un accidente en Sevilla resurge un debate recurrente
La DGT es clara: si usamos un carril interno nunca se puede salir desde él

La conocida como rotonda de «La Paellera», en Vigo. / Marta G. Brea
Alba Prada
Si conduces habitualmente es muy probable que te hayas encontrado situaciones peligrosas de todo tipo al circular por una glorieta. Vas en tu coche tan tranquilo por el carril exterior, con la seguridad de que estás haciendo lo correcto y, de pronto, el vehículo del carril interior te pita porque quiere salir y le estorbas. Es una situación bastante habitual en la que suele haber discusión sobre quién tiene la razón.
De hecho, hace unas semanas se hacía viral en redes el vídeo de un accidente en una rotonda de Bormujos, Sevilla. En él se advierte precisamente esta situación: el coche del carril interior choca con el vehículo que ocupa el exterior al intentar salir desde su posición. Y lo más sorprendente es que entre los comentarios en redes no hay consenso sobre quién es el culpable. Vivimos en el cuarto país con más rotondas del mundo, según datos del estudio realizado por el portal web discovercars.com en 2023, convivimos con ellas desde hace décadas, y todavía no sabemos usarlas. La forma de hacerlo la desglosa de forma clara la Dirección General de Tráfico (DGT).
Entender las rotondas
La DGT hace con frecuencia campañas centradas en las rotondas porque siguen siendo un importante foco de accidentes de tráfico. Por ello que es fundamental ser conscientes de la importancia de entender cómo funcionan las glorietas. Es injustificable no saber usarlas, pues las normas de tráfico son claras.
Hay tres momentos clave, indica la DGT, cuando abordamos una rotonda: la entrada, la circulación interior y la salida. El acceso es uno de los momentos más críticos y es básico acercarse con cuidado, mirar a la izquierda y no precipitarse. «La prioridad es de los vehículos que circulan dentro. Por tanto, en el acceso cédales siempre el paso, incluso deteniendo su vehículo si fuera necesario», recuerda la DGT. Además, siempre que sea posible, debe entrarse desde el carril derecho.
La circulación interior suele ser motivo de discusiones varias, como ha pasado con el vídeo viral del accidente de Sevilla, pero la DGT lo deja claro: «Deberemos circular por el carril exterior siempre que esté libre, y utilizaremos los demás para adelantar». Por lo tanto, los coches que circulan por los carriles interiores deberán esperar hasta poder situarse en el exterior para salir, y dar otra vuelta a la rotonda si los coches que circulan por el de fuera se lo impiden.
Por supuesto, a veces el carril exterior no es el más conveniente en rotondas transitadas porque vamos a tomar las últimas salidas o a cambiar de sentido, pero a la hora de abandonar la rotonda «habrá que buscar el exterior progresivamente antes de llegar a la salida, señalizando cada cambio de carril y respetando la prioridad de otros vehículos», aclaran desde el organismo.
Con respecto a la salida, la DGT recalca la importancia de no abandonar la glorieta nunca desde los carriles interiores, lo que provocó precisamente el accidente del vídeo viral de Sevilla. «¿Está permitido salir de la glorieta desde los carriles interiores? La respuesta es no, como norma general. La norma obliga a salir por el carril exterior derecho para evitar una de las infracciones clásicas en las glorietas: la ‘cruzada’ desde el carril interior, maniobra que puede provocar la colisión contra un vehículo que circule de forma reglamentaria», explica la DGT.
Las cinco infracciones más graves en rotondas
La DGT detecta las siguientes transgresiones en las rotondas como las más graves por poder terminar en siniestros de fatales consecuencias :
1. Exceso de velocidad: acceder a una velocidad excesiva puede provocar la colisión con otros vehículos que entran a una velocidad reglamentaria. También puede ser un riesgo para los peatones que cruzan la calzada en la salida de la rotonda.
2. Entrar sin respetar la prioridad: cuando un coche entra sin ceder el paso a los que circulan dentro provoca una colisión lateral con el vehículo que goza de prioridad y la frenada brusca puede causar alcances entre varios vehículos.
3. Indisciplina de carril: los cambios continuos de carril sin señalización previa y sin mantener una separación adecuada pueden causar colisiones laterales y alcances por frenadas bruscas.
4. Salida cruzada desde el interior: si un vehículo sale directamente desde el carril interior, cruzándose por delante del resto de carriles, habrá riesgo de colisión contra los que circulan correctamente por el exterior. También puede haber alcances por frenar bruscamente.
5. Salida sin dar prioridad al ciclista: si el conductor del coche pretende salir de la glorieta y no observa la situación del ciclista que circula correctamente, ni señaliza, provocará riesgo de colisión y atropello.
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