Iniciativas para la España vaciada

Rural Domus o cómo mejorar el cuidado de los mayores en clave rural

El programa Rural Domus, impulsado por el Hospital San Juan de Dios de Pamplona-Tudela y la Fundación Josefina Arregui, promueve la formación y profesionalización de los cuidadores

Alumnado de la Escuela de Cuidados de Rural Domus en una de las aulas en la zona de la Ribera (Corella-Cintruénigo).

Alumnado de la Escuela de Cuidados de Rural Domus en una de las aulas en la zona de la Ribera (Corella-Cintruénigo). / HM

Ser persona mayor en el ámbito rural y querer seguir viviendo en el propio domicilio puede ser una experiencia repleta de dificultades. La despoblación de estas localidades va acompañada de la carencia de muchos servicios, entre otros, de la posibilidad de percibir unos cuidados domiciliarios de calidad.

Para paliar esta situación nació hace un año Rural Domus, un proyecto piloto para la mejora de los cuidados domiciliarios de las personas mayores en el medio rural, a través de la formación y profesionalización de las personas que trabajan en este sector y de su inserción en la economía de los cuidados. El programa lo han desarrollado el Hospital San Juan de Dios Pamplona-Tudela en colaboración con Fundación-Clínica Josefina Arregui.

En esta fase piloto, se está implantando al mismo tiempo en Sakana (Altsasu/Alsasua) y en la Ribera de Navarra (Corella-Cintruénigo), zonas de influencia de las dos instituciones participantes. El proyecto cuenta con el apoyo del Programa Innova de Fundación “la Caixa” y Fundación Caja Navarra, así como del Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra.

Con la puesta en marcha de Rural Domus, el Hospital San Juan de Dios se consolida en los ámbitos social y sociosanitario, líneas estratégicas que la institución inició hace más de un año al asumir la gestión del Centro Especial de Empleo SJD-Albernia, una empresa que da trabajo a 29 personas con discapacidad intelectual.

Inicio del proyecto

Entre los principales motivos que impulsaron la gestación de Rural Domus, la responsable del Área Sociosanitaria del hospital, Susana Martínez Agorreta, alude a “la escasez en el medio rural de profesionales formados específicamente en el cuidado de las personas mayores, donde la vulnerabilidad y la situación de soledad de los mayores en domicilio es todavía mayor”.

Como director gerente de Fundación-Clínica Josefina Arregui, Ángel Gardachal describe así el objetivo inicial del proyecto: “Con Rural Domus hemos querido explorar la posibilidad de ofrecer un servicio de atención nuevo y complementario al que se ofrece en los SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio) desde las mancomunidades de servicios sociales, servicios sociales de base y ayuntamientos, con horarios de atención ampliados y adaptados a las zonas rurales, mediante un enfoque multidimensional y centrado en las personas”.

El tercer actor que contribuyó al impulso del proyecto fue el Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, desde donde se propuso a ambas entidades la posibilidad de desarrollar el plan de forma piloto para ofrecer una mayor cobertura y mejorar los cuidados de los mayores en el medio rural de la Comunidad foral.

Cuatro ejes

Con el propósito de corregir esta situación, el Hospital San Juan de Dios y la Clínica Josefina Arregui recogieron el testigo y desarrollaron el proyecto, fundamentado en cuatro líneas principales. En primer lugar, abordaron el diseño de un modelo de atención domiciliaria específico para el ámbito rural, mediante la constitución de un panel de expertos que ha reflexionado sobre las particularidades de este entorno.

Por otro lado, la organización de una Escuela de Cuidados para capacitar a los futuros profesionales, procedentes en su mayoría de colectivos vulnerables, mediante un itinerario flexible y su acompañamiento individualizado durante todo el proceso formativo. Durante este primer año se han formado en el cuidado domiciliario de las personas mayores un total de 35 personas, 20 en la zona de la Ribera y 15 en la de Sakana.

Rural Domus nace también con el objetivo de impulsar el autoempleo de las personas cuidadoras, mediante fórmulas de economía social, como las microcooperativas, cuyas modalidades se explorarán en este segundo año del proyecto que ahora comienza.

En último lugar, esta experiencia piloto se encuentra inmersa actualmente en el desarrollo de una herramienta informática que resultará fundamental en la gestión eficaz de los cuidados a las personas mayores, así como para la coordinación del trabajo de sus cuidadores.

Clase práctica, en la Escuela de Cuidados, de movilización de un adulto dependiente en domicilio mediante una grúa.

Clase práctica, en la Escuela de Cuidados, de movilización de un adulto dependiente en domicilio mediante una grúa. / HM

El modelo de cuidados

Rural Domus ha atravesado ya el ecuador al cumplir su primer año de andadura, ya que está previsto que finalice en agosto de 2025. Quedan todavía objetivos pendientes, como es la implantación –a través de un pilotaje– del modelo de atención en el propio domicilio a las personas mayores dependientes, usuarios a quienes va dirigido el proyecto. Un panel de expertos en la materia ha definido este modelo de cuidados, que entre sus principales características han destacado el respeto al derecho de las personas mayores a participar activamente en todas aquellas decisiones que afecten a su propia vida.

La necesidad de que la intervención en los cuidados se realice de forma individualizada, promoviendo itinerarios vitales y proporcionando los apoyos adecuados, es otro de los fundamentos constitutivos del modelo.

En esta línea, consideran también básica la atención a las necesidades de la persona cuidada dirigida al desarrollo de una vida tan normal como sea posible, teniendo en cuenta la edad y cultura a la que pertenece. Y en este contexto, el modelo contempla la necesidad de facilitar la consecución de una vida autónoma e independiente de la persona mayor en la medida de sus posibilidades.

Objetivos en desarrollo

Entre otros factores claves del programa Rural Domus todavía pendientes de desarrollo, figura probar en los domicilios la herramienta digital que va a contribuir decisivamente en la gestión eficaz del servicio, así como en la recogida de datos de los usuarios en el informe de la historia de cuidados de cada uno de ellos.

La aplicación facilitará la labor de tres perfiles: el del gestor, que organizará la atención de todos los usuarios objeto de los cuidados profesionales; el del cuidador profesional, que visualizará en esta tecnología su agenda de trabajo con los usuarios y las tareas que deberá desempeñar en cada caso; y por último, la herramienta informática recogerá el registro de las incidencias y el proceso de atención de cada usuario que quedarán contemplados en su historia de los cuidados. Además, este programa permitirá a las familias la posibilidad de realizar un seguimiento del servicio que se presta a su familiar.

A lo largo de este segundo año, se explorarán también las diferentes fórmulas de economía social en las que podrían integrarse los profesionales de los cuidados.

De izda. a dcha.: la directora gerente de HSJD Pamplona, Dra. Patricia Segura; el presidente de Fundación Caja Navarra, José Ángel Andrés; la directora gerente de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, Inés Francés; el director general de Economía Social y Trabajo, Iñaki Mendióroz, ambos del Gobierno de Navarra; y el director gerente de la Clínica Josefina Arregui, Ángel Gardachal.

De izda. a dcha.: la directora gerente de HSJD Pamplona, Dra. Patricia Segura; el presidente de Fundación Caja Navarra, José Ángel Andrés; la directora gerente de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, Inés Francés; el director general de Economía Social y Trabajo, Iñaki Mendióroz, ambos del Gobierno de Navarra; y el director gerente de la Clínica Josefina Arregui, Ángel Gardachal. / HM

Muy buena acogida

La puesta en marcha de Rural Domus ha tenido una “muy buena acogida” entre las administraciones públicas, las entidades locales y los servicios sociales de base implicados, porque, según indica Ángel Gardachal, "consideran muy positivos aquellos proyectos que contribuyan a ampliar los cuidados y complementar los servicios que ya se prestan”. Pero, además, apunta Susana Martínez, Rural Domus aporta una gran ventaja: “Se trata de un proyecto replicable en cualquier zona del ámbito rural, ya que se basa en establecer una red con las entidades locales y agentes sociales, de manera que conecta con las realidades concretas de los lugares de implantación”. Y subraya: “Es una característica que permite, mediante un diagnóstico previo de la situación particular de cada lugar, su adaptación a cualquier zona rural”.

Para la directora gerenta del hospital, la Dra. Patricia Segura, Rural Domus constituye, sin duda, un proyecto de carácter social y sociosanitario coincidente con el espíritu de atención integral que caracteriza a nuestro centro hospitalario. Es un modelo que, según señala, “entronca con los valores fundamentales de la Orden de San Juan de Dios al atender la vulnerabilidad de las personas, en este caso en un doble sentido: la del cuidador, a quien facilitamos el acceso a una profesionalización, y la de la persona asistida, atendiendo sus necesidades de cuidado y acompañamiento”.

Testimonios

Izaskun Leitza Amorena (51 años), vecina de Lakuntza y alumna de Rural Domus

Izaskun Leitza Amorena.

Izaskun Leitza Amorena. / HM

"Todo lo que he aprendido me sirve para aplicarlo a la atención que doy"

“La verdad es que me gusta el cuidado de las personas mayores como labor profesional”, afirma Izaskun Leitza, vecina de Lakuntza, de 51 años y alumna de la Escuela de Cuidados de Rural Domus en la zona de Sakana. Izaskun ya tenía experiencia profesional en el sector de los cuidados profesionales de personas mayores, tanto en casas particulares como cubriendo períodos vacacionales de asistencia social.

Para esta alumna, “la formación de la Escuela de Cuidados me ha llenado porque he aprendido muchísimo. Estoy muy contenta de haberme inscrito”. En especial, concreta, le ha gustado “la enseñanza de los temas en profundidad. Me encanta aprender y lo que nos han enseñado es muy práctico. Todo me ha valido para aplicarlo a la atención que doy”.

En cuanto a las previsiones sobre su futuro profesional, explica cómo, al finalizar la formación de la Escuela de Cuidados, “espero encontrar trabajo con personas mayores y hacerlo muy bien y segura de mí misma”.

No obstante, señala que lleva trabajando desde hace 15 años en el comedor escolar de Lakuntza, un puesto de trabajo que le satisface. “Como soy fija discontinua, en verano me gustaría poder trabajar con personas mayores. Tampoco descarto en el futuro analizar la posibilidad de gestionar u organizar una microcooperativa”, apunta.

Zaida Tuesta Cabrera (50 años), vecina de Corella y natural de Perú

Zaida Tuesta Cabrera.

Zaida Tuesta Cabrera. / HM

“Quiero seguir avanzando con mi formación”

Zaida lleva más de año y medio dedicándose al cuidado de personas mayores dependientes. Actualmente, cuida de una persona tetrapléjica y enferma. Además, ha atendido a un señor mayor dependiente y a otra señora.

La idea de inscribirse a la formación impartida en la Escuela de Cuidados de Rural Domus surgió de su deseo de aprender y formarse para conocer “la mejor manera de llevar el día a día con mayores dependientes y hacer que se sientan bien”, indica.

Zaida se muestra satisfecha de la formación recibida: “Me ha resultado muy interesante. He aprendido mucho y nos ha capacitado muy bien”. Subraya especialmente el objetivo de las clases “con un contenido enfocado a hacer sentir bien a las personas mayores dependientes, a hacerles sentirse vivos y a que entiendan que, a pesar de su dependencia, ellos pueden disfrutar del día a día y de su familia”, explica.

Cuando finalice la formación, Zaida tiene claro que seguirá estudiando. “Quiero continuar formándome en este campo profesional porque he descubierto que me gusta mucho el cuidado, que es un área muy amplia, y quiero seguir avanzando en mi formación. Me gustaría estudiar auxiliar de enfermería para poder llegar a ofrecer un mejor servicio, más amplio, a estas personas. Esta sería mi principal meta”, destaca.

Por otro lado, esta cuidadora está valorando la posibilidad de hacerse autónoma “para poder abarcar con mi trabajo a más familias a las que pueda ayudar y analizar cuáles son sus necesidades y qué ayuda les puedo prestar”.

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