Eutanasia en Galicia: pasar de la «mala vida y mala muerte» de Ramón Sampedro a la «buena vida y buena muerte»

Dereito a Morrer Dignamente se manifiesta en el aniversario de la muerte del tetrapléjico gallego para pedir que se acelerar trámites

Un médico ante su primera eutanasia: sentí angustia y orgullo de poder ayudar

Un médico ante su primera eutanasia: sentí angustia y orgullo de poder ayudar

EFE

Unas doscientas personas se han concentrado en la céntrica plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela este domingo, coincidiendo con la muerte hace 27 años del tetrapléjico gallego Ramón Sampedro, el primer español en pedir la eutanasia, y han reclamado a las autoridades acelerar trámites y evitar "muertes por el camino" de quienes esperan ese procedimiento.

Así lo indicó una portavoz de la asociación Dereito a Morrer Dignamente, Isabel Blanco, a un grupo de periodistas al señalar, entre otras reclamaciones, instituir el 12 de enero como "día de la muerte digna" en Galicia, en homenaje a Sampredro.

Observó que en 2023 la asociación ya presentó una iniciativa en ese sentido de "reconocimiento oficial" de ese día que fue promovida ante el Parlamento de Galicia por el BNG y respaldada por el PSdeG, pero finalmente rechazada por el PPdeG, formación que dispone de mayoría absoluta, alegando que ya hay un día internacional dedicado a esa cuestión.

Blanco preconizó acelerar el proceso burocrático para el acceso de los pacientes a la eutanasia e indicó que el año pasado fue de una media de 65 días en Galicia, y reclamó que sea como máximo de 35 a 40 días, conforme al plazo establecido en la legislación.

A consecuencia de ello, hay "personas que mueren por el camino" en espera de la tramitación, dijo y precisó que un 37 % de los solicitantes fallecieron mientras aguardaban la autorización para aplicar la eutanasia.

La representante de Dereito a Morrer Dignamente indicó que la asociación, que cumplió cuarenta años en 2024, está "muy satisfecha" con la legislación sobre eutanasia en España, aunque consideró que hay cuestiones a mejorar y subrayó su deseo de "ampliar los derechos del final de la vida".

Blanco destacó el caso de la muerte el pasado 19 de noviembre en un hospital de Vigo de una integrante de esa asociación, Laura González Abalde, a los 67 años, rodeada de su familia y de un equipo médico al aplicarle un procedimiento de eutanasia solicitado por ella tras sufrir un cáncer terminal.

Subrayó que Laura explicó que mientras Ramón Sampedro "tuvo una "mala vida y una mala muerte", ella disfrutó de "una buena vida y una buena muerte", algo que la asociación desea que pueda aplicarse a todas aquellos pacientes en situaciones parecidas.

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