Entrevista | Rafael López Jefe de Oncología del Hospital de Santiago

«El Kisqali disminuirá el número de recurrencias en el cáncer de mama»

El doctor Rafael López, premiado el año pasado con la Medalla Castelao, es uno de los pioneros de la biopsia líquida. En esta entrevista aborda este y otros avances en oncología, como la reciente aprobación europea del fármaco Kisqali contra el cáncer de mama, la inmunoterapia, las terapias de células CAR-T y la inteligencia artificial.

Rafael López, en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS).

Rafael López, en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). / Antonio Hernández Ríos

Rafa López

Rafa López

Vigo

La Comisión Europea acaba de aprobar el fármaco Kisqali de Novartis para reducir el riesgo de recaída en pacientes con cáncer de mama localizado HR+/HER2-. Estas pacientes corren el riesgo de que su cáncer reaparezca a largo plazo, a menudo como una enfermedad avanzada incurable. El Kisqali (ribociclib) reduce un 25,1% el riesgo de recaída cuando se usa junto a terapia endocrina, en comparación con el uso de la terapia endocrina sola. Así lo ha demostrado un ensayo clínico de fase III en el que participaron 761 pacientes españoles en 47 hospitales de 12 comunidades. En Galicia tomaron parte cuatro hospitales: el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (CHUVI), el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), el Centro Oncológico de Galicia José Antonio Quiroga y Piñeyro (A Coruña) y el Hospital Universitario Lucus Augusti (Lugo). El doctor Rafael López, jefe del Servicio de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), habla de este y otros avances contra el cáncer.

-¿Qué impacto tendrá el Kisqali en la práctica clínica diaria?

-Es un fármaco que viene a cubrir una necesidad clínica en una situación especialmente sensible como es aumentar la supervivencia del cáncer de mama luminal, también llamado hormonal, en enfermedad metastásica. El cáncer de mama luminal es el más frecuente, siendo el 70 por ciento, aproximadamente. Recientemente, la Agencia Europea del Medicamento ha autorizado su comercialización en pacientes con cáncer de mama de riesgo elevado de recurrencia tras un tratamiento local.

-¿En qué casos específicos considera que Kisqali podría marcar una diferencia significativa frente a otros tratamientos disponibles actualmente?

El fármaco ribociclib (Kisqali), en su reciente aprobación por la EMA en tratamiento adyuvante en pacientes de riesgo de recurrencia de cáncer de mama, junto con el tratamiento hormonal habitual, permitirá disminuir el número de recurrencias, lo que se va a traducir en más pacientes curadas y que no tengan que enfrentarse a la enfermedad metastásica, que es actualmente todavía incurable.

-La supervivencia global es un indicador clave en oncología. En términos de resultados, ¿qué avances aporta Kisqali en este aspecto?

-Los dos grandes objetivos de la oncología y de la medicina son la supervivencia y la calidad de vida. Estos objetivos a veces son difíciles de conseguir o tardan mucho tiempo. El ribociclib ha conseguido incrementar la supervivencia global en los ensayos clínicos en enfermedad metastásica, siendo el único fármaco de su grupo en conseguirlo. En enfermedad local ha conseguido incrementar la supervivencia libre de progresión y todavía es demasiado pronto para saber si va a tener impacto en la supervivencia global. Debemos tener en cuenta que los resultados en su supervivencia global en esta indicación tardan muchísimo tiempo en obtenerse.

-¿Cuándo cree que podría estar disponible Kisqali en España?

-El tiempo medio de incorporación de un fármaco en nuestro país es de 700 días, según los últimos datos, pero con una gran variabilidad. El que pueda estar disponible antes o más tarde depende de la negociación del Ministerio de Sanidad y del laboratorio comercializador del mismo.

-La biopsia líquida, en la que usted es especialista, está revolucionando el diagnóstico y seguimiento del cáncer. ¿Para qué tipos de cáncer se encuentra más avanzada?

-El cáncer de pulmón es el tumor donde la biopsia líquida se encuentra más desarrollada, porque conseguir tejido de calidad para diagnósticos precisos es difícil y, sobre todo, por el gran desarrollo farmacológico que se ha realizado en esta enfermedad. En cáncer de colon y recto continúa siendo importante en la elección del tratamiento o en la posibilidad de retratar. Otros tumores, como el cáncer de mama o genitourinarios, se están incorporando a la biopsia líquida con diferentes velocidades, dependiendo fundamentalmente de la aparición de fármacos nuevos. Un tema muy interesante y que debería estar implantado es la llamada enfermedad residual, donde la positividad de la biopsia líquida tras cirugía, en cáncer de mama, colon y pulmón, selecciona, como nunca se ha hecho, los pacientes con riesgo de recurrencia. Tendríamos el mejor método para añadir un tratamiento y, sobre todo, para no dar un tratamiento que no va a ser necesario.

-¿Qué retos quedan por superar para que la biopsia líquida se convierta en una herramienta estándar en todos los hospitales?

-La biopsia líquida son un gran espectro de técnicas complejas y en muchas indicaciones, por lo que su utilización va a ser progresiva según se vaya demostrando su utilidad clínica, incluyendo las pruebas que puede sustituir y la valoración económica. Evidentemente, el desarrollo tecnológico y la investigación van a ser importantes. Pero la pregunta que nos estamos haciendo actualmente es cómo acelerar esta innovación, aparentemente disruptiva, y buscar fórmulas para demostrar sus ventajas que utilicen menos tiempo y recursos y que sean capaces de convencer a la comunidad científica de su utilización.

-Los tratamientos inmunológicos han cambiado el paradigma del tratamiento del cáncer. ¿Qué avances recientes en este campo considera que están marcando una diferencia en la supervivencia de los pacientes?

-Los tratamientos inmunológicos han conseguido un aumento importante de respuestas y, sobre todo, supervivencias en muchos tumores (globalmente, en un 20%-30% de los pacientes, que puede superar incluso el 50% de los pacientes con melanoma metastásico) y ha permitido explorar e investigar una nueva vía en el control del cáncer. En algunos casos muy seleccionados puede permitir suprimir los tratamientos clásicos como cirugía, quimioterapia o radioterapia. Sin duda, la inmunoterapia es y será un pilar básico en el control del cáncer y el reto para nosotros es ampliarla con nuevas ideas e indicaciones clínicas, así como integrarlo en combinaciones y secuencias que mejoren la supervivencia y la calidad de vida.

-Las terapias de células CAR-T están transformando el tratamiento de ciertos tipos de cáncer hematológico. ¿Qué obstáculos deben superarse para ampliar su aplicación a tumores sólidos?

-Los tratamientos CAR-T están cambiando la historia natural de tumores hematológicos, pero en tumores sólidos todavía no han conseguido resultados interesantes. Posiblemente, esta limitación de las CAR-T en tumores sólidos tenga dos explicaciones principales. La primera es la falta de biomarcadores que no permiten dirigir estas células al objetivo. La segunda explicación en el llamado microambiente tumoral, presente en los tumores sólidos, que crea una capa dentro y alrededor del tumor que, entre otras propiedades, impide que las CAR-T entren y puedan eliminar las células tumorales. En cualquier caso, es necesario más investigación, tanto en nuevos y mejores biomarcadores, como estudiar las relaciones del huésped con el tumor para avanzar en estos tratamientos inmunológicos.

-¿Cómo se está aplicando actualmente la inteligencia artificial (IA) en el ámbito oncológico?

-La inteligencia artificial está incorporándose rápidamente a casi todas las etapas del proceso oncológico. Desde la prevención, estableciendo patrones de riesgo de padecer enfermedades, pasando por el diagnóstico, como los programas de análisis de la secuenciación genética, o los sistemas de diagnóstico por imagen. En investigación, tanto de mecanismos responsables o protectores de las enfermedades, como en el diseño de nuevos fármacos. También se está incorporando en la ayuda a la toma de decisiones terapéuticas, ya que se necesita depurar y concentrar la inmensa cantidad de información que se genera para poder tomar decisiones.

-En el futuro, ¿podría la IA desempeñar un papel clave en personalizar aún más los tratamientos oncológicos?

-Los avances en la personalización de los tratamientos dependen de la investigación tanto en el diagnóstico, con nuevos y más selectivos biomarcadores, como en el descubrimiento de fármacos que sean capaces de bloquear o anular el mecanismo principal responsable de la enfermedad en ese momento. La inteligencia artificial ayuda y permitirá acelerar esas investigaciones, así como manejar la gran cantidad de información que se genera y, también, ayudará a la toma de decisiones médicas. Sin duda, será una gran aliada en el progreso, pero no podrá sustituir el componente humano de la medicina.

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