Sonidos desde Galicia para la banda sonora de «Gladiator II»
Con la arenga de «fuerza y honor», el 15 de noviembre llega a los cines «Gladiator II», con el recuerdo aún sangrante del esclavo Maximus. Ridley Scott repite como director. En la batuta de la banda sonora, Harry Gregson-Williams que ha recorrido el mundo en busca de instrumentos antiguos llegando a Galicia. Fue en Friol donde grabó siete interpretados por el lucense Abraham Cupeiro

Foto: Diego Segade / Vídeo: MundoRedondo Comunicación Audiovisual
Donde la mayoría de los mortales vemos solo una curiosa moneda antigua, el lucense Abraham Cupeiro halló una pista que le llevaría a recuperar un instrumento de más de 2.000 años de antigüedad, el carnix celta, característico por su larguísimo tubo de metal acabado en una cabeza de jabalí. «Lo reconstruí a partir de una moneda romana donde aparecía un soldado que lo sostenía. Hice un trabajo de investigación pero también de imaginación. Después, arqueólogos franceses que encontraron el único carnix entero me llamaron para probarlo y la diferencia era solo de 23 milímetros», explica Cupeiro.
El instrumento –una especie de trompeta– de este ‘mago sonoro’ fue realizado en latón, si bien en la antigüedad se usaba tanto este material como el bronce.
La historia de su carnix prosigue. A partir del 15 de noviembre podremos oírlo en el océano de notas de la banda sonora de «Gladiator II» que firma el compositor norteamericano pero de origen inglés Harry Gregson Williams, que escribió la música para filmes como «Las crónicas de Narnia» o «Shrek», entre otros.
Además del carnix, el músico gallego toca en «Gladiator II» otros seis instrumentos más como el cornu romano, la trompa íbera, una flauta africana y una variedad de flautas orientales.

Abraham Cupeiro con Harry Gregson Williams durante la grabación de la BSO de «Gladiator II». 2024. Cedida / Cedida
«Para realizar el cornu romano me desplacé hasta Pompeya. Copié uno y el sonido es el original de cómo sonaba uno hace dos mil años. En cuanto a la trompa íbera, es de madera y la reproduje de una iconografía en las vasijas de Llíria en Valencia», detalla Cupeiro.
Respecto al uso que se hacía en la antigüedad de este último instrumento para crear confusión en las batallas, el artista explica que son «instrumentos bélicos pero también se utilizaban en los rituales durante los periodos de paz».
Los detalles de cómo estos instrumentos y distintas flautas asiáticas y africanas reconstruidas por Abraham Cupeiro llegaron a la banda sonora de «Gladiator II» darían para un documental.
Harry Gregson le escribió un email a Abraham Cupeiro. «Me dijo si podía ir a Los Angeles a grabar para una película. No me especificó el proyecto en ese momento. Le dije que imposible porque en 20 días tenía que entrar a grabar mi disco –«Mythos», que presentará en directo en Vigo el día 30 de diciembre en el Teatro Afundación de Vigo– por lo que si quería venir él aquí (Abraham es de Sarria, Lugo) yo lo atendería gustoso», recuerda el creador gallego.
Como la realidad social es un compendio de impresiones, Gregson, sin embargo, carga de «morriña» la memoria. En un vídeo promocional señala que conoció a Abraham a través de las redes sociales viendo que «tocaba extraños y extraordinarios instrumentos, muy antiguos. Él quería grabar en el campo en el norte de España así que me vine hasta aquí. Recojo estos sonidos que él hace y me los llevo a Los Angeles donde los ensamblo en mi partitura».
«Él (Gregson) se marchó tranquilo», recuerda Cupeiro porque «vio que estos sonidos le iban a encajar bien en su proyecto».
Respecto a la estancia del norteamericano en Galicia, rememora que grabaron los sones en Abrigueiro Estudios en Friol, que gestiona Arturo Vaquero. «Él fue quien me vendió mi primer instrumento hace 33 años y llevo trabajando con él durante los últimos 25», recuerda Cupeiro.
Improvisación
Para la grabación, el modus operandi fue sencillo aunque a los ajenos a la composición nos parezca irrealizable. «Iban poniendo imágenes de la película y yo iba improvisando. Él nos dijo que venía a grabarme por un amigo. Vimos que había anotaciones como a Ridley Scott le gusta el carnix», añade.

Abraham Cupeiro en su taller. / Pepe Saavedra
«Yo era muy fan de pequeño de la película ‘Blade runner’ y poder aportar un poco a un proyecto de un director de cabecera es un orgullo», subraya el creador lucense.
Respecto a las impresiones del compositor norteamericano en Galicia, Cupeiro recuerda que llegó en un coche «rimbombante «conducido por un chófer. «Me dijo que le encantara el sitio porque le recordaba a su tierra pero con más árboles. Le pareció un sitio idílico para grabar. Reconoció que, al principio, era reacio a que grabara en medio de la naturaleza porque era difícil para él llegar aquí pero que lo entendía perfectamente porque había una atmósfera tan especial en esos estudios que merecía la pena», señala.
Gregson realizó para «Gladiator II» un trabajo de compendio musical de instrumentos antiguos recogiendo los sones de un centenar por todo el mundo, según recoge la web www.classical-music.com.
Cupeiro reconoce que aún no ha oído la banda sonora y recuerda que prosigue con su gira por España. En Galicia, actuará el 26 de diciembre en Compostela; en Vigo, el 30; y en la Igrexa Monasterial de Meira (Lugo), en la jornada del 4 de enero.
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