Elecciones
La paradoja de votar a los 16 años: lo pide la izquierda, beneficiaría a la derecha
PSOE y Sumar impulsan que se estudie una rebaja de la edad para participar en las elecciones mientras los sondeos apuntan una derechización de los jóvenes

Un joven ejerce su derecho a voto en uno de los colegios electorales de la capital de la provincia durante uno de los últimos comicios / / Alex Domínguez
Borja Campoy
Como debate cíclico que es, cada cierto tiempo se plantea la posibilidad de rebajar la edad para que los jóvenes participen en las elecciones, como sucede en otras países europeos, pasando de los 18 años actuales a los 16. Prueba de ello es que el PSOE va a llevar esta propuesta al Congreso Federal que celebrará entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre en Sevilla. Tanto el partido del puño y la rosa como Sumar están impulsando esta iniciativa desde el Congreso, con una reciente resolución aprobada en la que se insta a crear una subcomisión para que en el plazo de un año se estudie la ampliación del derecho de sufragio. Incluso hay sectores del propio Gobierno que están empujando para ello.
Atendiendo a los sondeos y estudios sociológicos que se han ido publicando en los últimos años, resulta paradójico que, mientras son las formaciones de la izquierda las que pelean por que los adolescentes de 16 años puedan votar, se esté produciendo una derechización de la juventud. Sin ir más lejos, el estudio del CIS previo a las elecciones generales del año pasado señalaba que el PP era el favorito entre los nuevos electores y que Vox aglutinaba su mayor número de votantes en los electores de entre 18 y 24 años. Más recientemente otro barómetro destacaba que un 26 % de los jóvenes varones prefiere "en algunas circunstancias" el autoritarismo a la democracia. También es cierto que este terreno ha dado paso a los bulos, como el de un gráfico que se hizo viral y decía que Vox es el partido favorito del 42 % de los jóvenes que votan por primera vez.
Hay países del entorno español en los que sí que se puede votar antes de los 16 años. Algunos casos se dan dentro de la propia Unión Europea, como ocurre con Bélgica (desde 2003) Austria (desde 2007) o Malta (desde 2018). En otros casos, como ocurre en Alemania o Grecia, se permite que con 16 años se vote en las elecciones europeas. Fuera del viejo continente también se dan escenarios de poder votar dos años antes que en España, como ocurre en Sudamérica con casos en Argentina, Brasil o Ecuador.
Este tipo de acciones se han implementado en un intento por fomentar la política entre los jóvenes y darles una voz más representativa en los asuntos de su país. Poniendo la lupa en casos concretos, se puede observar que en Malta los jóvenes de 16 años pueden votar en todas las elecciones, tanto nacionales como locales, que en Escocia pueden hacerlo desde 2015 al Parlamento y en los refrendos locales y que en Alemania lo pueden hacer en estados federados como Bremen o Brandeburgo.
En cuanto a Argentina, en 2012 se aprobó una ley que permite votar a los jóvenes de 16 años en las elecciones nacionales, mientras que en Brasil, desde 1988, los jóvenes de 16 y 17 años pueden votar en comicios nacionales y locales.
Más allá del debate sobre si conviene o no adelantar la edad de votar, consultada la comunidad educativa, donde se oyen voces a favor y en contra, la conclusión mayoritaria es que en los planes de estudios para los adolescentes conviene reforzar la formación que se les imparte sobre el funcionamiento del sistema político español y la importancia que tienen los valores democráticos para el desarrollo de una sociedad. Los especialistas en la educación también apuntan que este aprendizaje se puede iniciar desde las familias, transmitiendo a los más jóvenes la relevancia que tiene acudir a las urnas o los sacrificios que ha costado alcanzar el sufragio universal.
Argumentos
Los argumentos que se emplean desde el PSOE y Sumar para permitir que los jóvenes de 16 y 17 años participen en las elecciones señalan que esta medida es una forma de reconocer la madurez y la responsabilidad de una juventud que a esa edad ya puede trabajar o casarse. También creen que esta reforma podría incrementar la participación política y combatir la alta abstención que se observa en la franja de 18 a 24 años. Desde el espacio ideológico de la derecha, por contra, se argumenta que reducir la edad de voto no es viable, ya que la Constitución española establece los 18 años como la mayoría de edad para ejercer el derecho al sufragio. También se sostiene que muchos jóvenes no tienen la madurez necesaria para tomar decisiones de tal envergadura.
Este debate también se ha llegado a abordar desde el punto de vista de la neurociencia. Los detractores de adelantar la edad del voto hablan de que el cerebro, en esa franja de años, es inmaduro y demasiado emocional, abriendo la puerta a que calen con facilidad los mensajes extremos y negativos. En cambio, los argumentos a favor apuntan a que su razonamiento lógico funciona de manera similar al de los adultos y que, igual que se solucionan problemas matemáticos o físicos, los adolescentes están capacitados para valorar que candidatura política les encaja más con sus convicciones.
"Es una decisión que se tiene que meditar mucho. Adelantar la participación en unas elecciones no me parece bien. A los 16 años todavía se está terminando la etapa de la educación obligatoria. Dos años más ayudan a formar la decisión de votar", manifiesta la doctora en Investigación Educativa de la Universidad de Alicante Carolina Gonzálvez. "Más importante que esto es involucrar a los jóvenes en la política y que valoren el poder de la democracia. Es una misión que tenemos que hacer los educadores más allá de los estudios académicos", añade la representante de la institución universitaria.
Por su parte, el presidente de la Associació de Directores y Directoras del País Valencià, Toni González Picornell, cree que adelantar la edad de votar es "interesante y positivo". Al respecto, añade que "los 16 años es una fase alta de la adolescencia en la que ya se maduran los conceptos". González Picornell apostilla que los docentes ya ven en las aulas que los alumnos empiezan a hacer manifestaciones sobre su ideología. "Conozco a muchos estudiantes que he visto años después y siguen manteniendo las mismas ideas que ya defendían con 16 años. Llama la atención lo claro que tienen las ideas desde bien temprano", concluye su reflexión.
En último lugar, en cuanto a lo que respecta la comunidad educativa, la presidenta alicantina de la Associació de Direccions de l’Escola Pública d’Infantil i Primària, Isabel Moreno, apunta que hay jóvenes de 16 años "que aún están en Secundaria y no se les ha soltado de la mano". Más allá de ello, muestra su preocupación desde el punto de vista de la educación. "Nosotros lo que tenemos que hacer es garantizar que tengan la información y la formación para poder elegir con criterio su opción de voto. Me preocupa que seamos capaces de desarrollar el espíritu crítico. Votar requiere ser muy activo y participar en la vida ejecutiva de tu país", señala Moreno.

Las frases / / INFORMACIÓN
Los políticos, más allá del partido al que representen o de la administración que encabecen, son conscientes de la importancia que tiene acercarse al público joven en busca de un granero de votos. Ejemplo de ello fue cuando el presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, apostó en la campaña de las elecciones generales del año pasado por participar en uno de los podcasts más escuchados por la generación Z, «La Pija y la Quinqui», tras una petición en las redes sociales que superó los doce millones de visualizaciones. Por su parte, el jefe del Consell, el popular Carlos Mazón, lleva tiempo trabajando en la conquista de plataformas como Instagram o TikTok, para lo que cuenta con un equipo de comunicación específico. En su estrategia, el alicantino prioriza el impulso de su marca personal, con un discurso blanco y de escasa carga ideológica.
Consultor político y director de La Base, Álex Comes también analiza los pros y contras de adelantar la edad de votar. "Es una reivindicación histórica de los partidos de la izquierda que en los últimos años va a más. Pero si analizamos las encuestas y los estudios sociológicos vemos una tendencia a votar más a la derecha y la extrema derecha que a la izquierda. También es cierto que vivimos en una sociedad líquida y cambiante y que desde que se apruebe la medida hasta que haya elecciones puede variar la tendencia", apunta.
"Es incongruente que no se pueda votar hasta los 18 años pero que sí se pueda decidir sobre temas de salud relevantes a los 17 años", subraya la experta en comunicación política Diana Rubio. "Si a los jóvenes se les preparara más podrían votar a partir de los 16 años. Tienen que esperar a los 18 y tampoco llegan preparados. Más que debatir sobre si pueden votar o no, hay que esforzarse en desarrollar su capacidad crítica", concluye.
Emanciparse, trabajar, conducir motocicletas o contraer matrimonio
En España no se puede votar hasta los 18 años pero los jóvenes sí que tienen la posibilidad de emanciparse, trabajar, conducir motocicletas o contraer matrimonio a partir de los 16 años. En el caso de la emancipación, pueden regir su persona y bienes como si fueran mayores de edad, aunque cuentan con algunas limitaciones, como pedir préstamos o vender bienes inmuebles o establecimientos comerciales. Pueden participar en elecciones sindicales o en los comicios de los comités de empresa de las compañías. También está permitido trabajar, aunque para firmar un contrato es necesario que cuenten con una autorización de sus padres o tutores o estar emancipados. A partir de los 16 años se pueden mantener relaciones sexuales con adultos. El Código Penal recoge que cuando un adulto mantenga relaciones sexuales con menores de 16 años serán castigados con pena de presión de dos a seis años.
Dentro de este apartado también está permitido obtener el permiso de conducir A1, que autoriza a llevar motocicletas de hasta 125 cc. De hecho, ya se pueden conducir ciclomotores desde los 15 años. Contraer matrimonio está contemplado a partir de los 16 años con el consentimiento paterno o con la emancipación dictada por un juez, aunque no se puede hacer libremente hasta alcanzar los 18 años. Dar consentimiento para un tratamiento médico está contemplado en la Ley de Autonomía del Paciente y otorga capacidad para decidir sobre intervenciones quirúrgicas o tratamientos. El uso de armas está recogido para los mayores de 16 años y los menores de 18 años exclusivamente para la caza o para el tiro deportivo. Por último, es posible contraer responsabilidades penales, aunque no se aplican igual que a los adultos.
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