“¿Cuánto más debo esperar?”
Flor Baena envía una carta al Gobierno en la que pide una disculpa por la muerte de su hermano Humberto Baena, uno de los últimos ejecutados del franquismo, para que se admita que “fue asesinado, no un asesino”

Flor Baena, junto a su hija Paula, en el cementerio de Pereiró. / FDV
“Lo que yo quiero es que reconozcan públicamente que era inocente”. Así de contundente se mostraba Flor Baena en un reportaje de FARO DE VIGO el pasado mes de diciembre, con motivo de la filmación de un documental rodado por Amnistía Internacional y en el que contaba el caso de su hermano, Humberto Baena, uno de los dos vigueses fusilados en 1975 en las últimas ejecuciones de la dictadura de Franco, “víctima de un juicio injusto en un consejo de guerra sumarísimo plagado de irregularidades, acusado de un delito de asesinato del que era inocente, y tras ser torturado durante su detención”. José Luis Sánchez-Bravo Solla es el otro vigués ejecutado aquel fatídico 27 de septiembre, en Hoyo de Manzanares, Madrid.
Así describe los hechos Flor Baena, que en estas casi cinco décadas no ha cesado en su empeño de luchar por la reparación de la memoria de su hermano, en una carta que enviaba esta misma semana, con fecha del 26 de septiembre, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; a la vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; y al Ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres Pérez.
Reparación
En la carta, además de anunciar que iniciará los trámites para obtener la Declaración de Reconocimiento y Reparación Personal (DRRP), también solicita ser invitada a participar “en el acto que organice este año, o el que viene en su defecto”, el Ministerio de Memoria Democrática el 31 de octubre, día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra y la Dictadura, para poder recibir la Declaración de Reconocimiento y Reparación Personal y también para que el Gobierno haga, de este modo, una declaración oficial que restablezca “la dignidad, la reputación y los derechos de mi hermano Xosé Humberto”, expone la propia Flor Baena en la misiva que acaba de enviar a los representantes del Gobierno y a la que ha tenido acceso FARO DE VIGO.
Insiste la hermana de Humberto Baena en “una disculpa pública que incluya el reconocimiento de los derechos y la aceptación de responsabilidades, tal como establecen los principios y directrices básicos de los derechos de las víctimas de violaciones manifiestas de derechos humanos y su derecho a la reparación”.
“Basicamente, o que pide Flor é algo que está previsto na Lei de Memoria Democrática de 2022”, indicaba Alberto Estévez, portavoz de Amnistía Internacional en Vigo, durante el acto celebrado el viernes en Pereiró en recuerdo de Humberto Baena y de José Luis Sánchez-Bravo y que se celebra anualmente cada 27 de septiembre en el cementerio vigués.
“Por un lado vai iniciar os trámites para que lle concedan o certificado de reparación que establece a lei, e iso vai permitir que o Goberno faga unha desculpa pública, lle pida perdón e estableza o que din as normas internacionais sobre reparación a vítimas de violacións graves de dereitos humanos e que recoñezan que Humberto non foi un asasino, senón un asasinado polo Estado e, polo tanto, teña lugar esa desculpa pública que esperamos que poida ser unha realidade o vindeiro 31 de outubro”.
Herida abierta
De este modo, Flor Baena envía esta carta solicitando ayuda a sus receptores para que “ayuden a mi familia a cerrar, de una vez por todas, esta herida que arrastramos desde hace casi 50 años”.
“El objetivo de nuestra familia es limpiar el nombre de mi hermano"
Tras relatar en su escrito la historia de Piter, como así lo llamaban sus seres queridos, indica que “el objetivo de nuestra familia es limpiar el nombre de mi hermano, pero le confieso que ya no tengo las mismas fuerzas que hace unos años y que el paso del tiempo pasa factura”.
También indica que “en mi caso particular no deseo una indemnización económica, lo único que busco, una vez conseguida la ansiada anulación del juicio de mi hermano, es que se limpie su nombre”, prosigue. “Llevo 49 años esperando una disculpa oficial del Estado. ¿Cuánto más debo esperar?”.
“Ya es tarde para muchas víctimas, pero no para todas”, prosigue en su misiva. “Ayúdennos por favor a reparar esta injusticia y cerrar la herida abierta en mi familia con este tema, que nos persigue desde hace casi cinco décadas”, concluye.
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