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Cambia de táper y no reutilices botellas: 8 consejos para minimizar la exposición a microplásticos en tu día a día
Existen pequeños gestos diarios que podemos hacer para minimizar nuestro contacto con estos residuos
Valentina Raffio
Evitar del todo la exposición a microplásticos es tarea imposible ya que, según constatan cada vez más estudios, estos minúsculos fragmentos de material ya se encuentran por todas partes. Aun así, existen pequeños gestos diarios que podemos hacer para minimizar nuestro contacto con estos residuos: desde cambiar de táper hasta evitar reutilizar botellas o añadir un filtro a tu lavadora.
Evita la exposición directa
El primer consejo es siempre el más básico pero no por ello menos importante. ¿Sabías que productos como la purpurina sintética o algunos geles exfoliantes son, esencialmente, conglomerados de microplásticos? Hace ya unos meses, la Unión Europea prohibió su venta pero los comerciantes aún tienen unos años de margen para comercializar estos productos. Por eso mismo, si quieres minimizar la exposición a microplásticos mejor que evites desde ya el uso de estos productos y busques alternativas más sostenibles.
Escoge alimentos menos procesados
Otro consejo básico pero extremadamente útil es el de apostar por alimentos lo menos procesados posibles. Un reciente estudio de la Universidad de Toronto analizó una veintena de productos alimentarios de gran consumo para rastrear la presencia de microplásticos en cada uno de ellos. Los análisis desvelaron que los alimentos más procesados y envasados, como los ‘nuggets’ de pollo solo por poner un ejemplo, también eran los que contenían más microplásticos. Asimismo, se vio que los productos que se vendían envueltos en varias capas de plástico tenían más restos de estos materiales que los dispensados a granel o envueltos en otro tipo de materiales.
Cambiar tu táper por uno de cristal
Gran parte de los microplásticos que entran en nuestro organismo lo hacen a través de la comida que ingerimos. Por eso mismo, además de apostar por alimentos naturales, se recomienda tanto evitar los productos envasados como almacenar las comidas en tápers de plástico. Una buena alternativa para transportar alimentos son los tápers de cristal y, en el caso de líquido, los recipientes de acero inoxidable.
No expongas envases plásticos al calor
En el caso de que no tengas otra alternativa que comer comida precocinada o llevar un táper de plástico al trabajo, se aconseja evitar la exposición de envases a fuentes de calor como, por ejemplo, el microondas. Esto se debe a que las altas temperaturas aceleran la descomposición del plástico y producen la liberación de ciertas sustancias en los alimentos. ¿Solución? Calentar la comida en un tradicional plato de cerámica o de cristal. En esta misma línea, el tecnólogo de alimentos Mario Sánchez también pide no reutilizar los recipientes plásticos en los que se envuelven las pizzas precocinadas para volver a colocar el producto una vez caliente.
No reutilices botellas de plástico
Todas las botellas de plástico en el mercado advierten en su etiqueta de que son productos de un solo uso y que no conviene reutilizarlas. Aún así, son muchos los que acostumbran a rellenar una y otra vez estos envases para darles una segunda vida. Esta práctica, aunque a priori pueda parecer sostenible, no es recomendable ya que el plástico de las botellas se degrada con el tiempo y puede desprender minúsculos fragmentos de material en el líquido. Mejor apostar por botellas de cristal o de acero inoxidable.
Atención con tu menaje de cocina
A día de hoy el plástico ya está presente en casi todas las cocinas del mundo, ya sea en forma de tabla de cortar o de menaje de cocina. En este caso, aunque es difícil evitar su uso, se aconseja tener especial cuidado con el estado de estas herramientas y cambiarlas tan pronto como se detecte que se están deteriorando en exceso. ¿Alguna vez has visto una cuchara para remover el sofrito que se cae a cachos o una tabla de cortar llena de incisiones profundas? Pues bien, mejor tirar estos objetos en claro estado de degradación para evitar la ingesta del plástico que desprenden.
Revisa tu armario
Gran parte de la ropa que se comercializa hoy en día está compuesta, en mayor o menor porcentaje, por fibras sintéticas que con el tiempo se acaban degradando y dando lugar a gran cantidad de microplásticos. Para minimizar el impacto de este fenómeno, la investigadora Ethel Eljarrat aconseja "hacer un consumo más consciente de ropa" que pase, por un lado, por "comprar menos" y, por el otro, "por reducir el consumo de fibras sintéticas".
Lavadoras con consciencia
Son muchos los estudios que señalan a las lavadoras de nuestros hogares como una de las principales fuentes del mar de microplásticos que, después, acaba en el medio natural y en los océanos del planeta. Sobre todo porque, como señalábamos en el punto anterior, gran parte de nuestra ropa contiene fibras sintéticas. En este caso, se recomienda reducir el número de lavadoras (que no lavar menos) con prácticas como, por ejemplo, lavar solo a carga completa. También hay quien recomienda instalar filtros específicos para microplásticos en las lavadoras aunque, por ahora, aún no se ha demostrado del todo su eficacia.
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