La tasa de casos de cáncer de próstata en Europa desde 1980 sugiere un sobrediagnóstico

Un estudio realizado en Francia señala que la divergencia entre incidencia y muertes sugiere que la intensidad de pruebas de PSA ha sido un “factor crítico” en esta tendencia creciente

Europa Press

Madrid

Las tasas de cáncer de próstata en toda Europa desde 1980 son “indicativas de sobrediagnóstico”, según afirma un trabajo publicado en ‘The BMJ’ por Salvatore Vaccarella, de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de Lyon, Francia.

El sobrediagnóstico se refiere a la detección de cánceres inofensivos que es poco probable que causen síntomas o la muerte durante la vida de un paciente, lo que puede conducir a tratamientos innecesarios, impactos negativos en la calidad de vida y desperdicio de recursos de atención médica.

De esta forma, los resultados muestran un rápido aumento del número de casos nuevos (incidencia) en paralelo con la adopción de pruebas de antígeno prostático específico (PSA), que hasta ahora eran predominantemente oportunistas. Sin embargo, las tasas de mortalidad durante 1980-2020 fueron mucho más bajas y menos variables, con descensos constantes en la mayoría de los países y menos diferencias entre ellos.

Esta divergencia entre incidencia y muertes “sugiere que la intensidad y cobertura de las pruebas de PSA ha sido un factor crítico para las tendencias crecientes en la incidencia del cáncer de próstata en Europa”, dicen los investigadores, lo que refuerza la necesidad de minimizar los daños del sobrediagnóstico.

Esto es de particular relevancia para la posible implementación de programas de detección del cáncer de próstata en toda la población, que, de implementarse en el futuro, deberían estar cuidadosamente diseñados y planificados para minimizar y monitorear los daños del sobrediagnóstico en la población, añaden los autores.

Las pruebas de PSA no reguladas y oportunistas han sido, y siguen siendo, habituales en Europa. El Plan de Lucha contra el Cáncer de la UE propuso recientemente una nueva estrategia para los programas de detección del cáncer de próstata, pero se necesitan datos de referencia sobre los niveles nacionales y las tendencias en los resultados de esta enfermedad antes de introducir nuevos enfoques.

Para ello, los investigadores obtuvieron datos sobre las tasas de incidencia anual de cáncer de próstata en hombres de 35 a 84 años en 26 países europeos entre 1980 y 2017, así como datos de mortalidad entre 1980 y 2020. También llevaron a cabo una revisión de estudios sobre la aceptación de las pruebas de PSA en 12 países europeos.

Descubrieron que la incidencia aumentó más del doble en la mayoría de los países entre 1990 y 2017, en paralelo con la adopción de la prueba de PSA, aunque el ritmo de aumento varió mucho entre países y a lo largo del tiempo.

Por ejemplo, los mayores aumentos de la incidencia se dieron en el norte de Europa, Francia y los países bálticos, especialmente en Lituania, donde las tasas se multiplicaron por ocho. La diferencia entre las tasas de incidencia más altas y más bajas en los distintos países osciló entre 89,6 por 100.000 hombres en 1985 y 385,8 por 100.000 hombres en 2007.

En cambio, las tasas de mortalidad fueron mucho más bajas en términos absolutos: de 12 (Ucrania y Bielorrusia) en 1981 a 53 (Letonia) muertes por cada 100.000 hombres en 2006.

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