El gesto que cada vez más gente hace con el felpudo para evitar robos en casa

Este objeto puede jugarte una mala pasada

El truco del felpudo

El truco del felpudo / PIXABAY

Luis Alloza

Los ladrones aprovechan el verano para ponerse las botas. La población vive durante tres meses en una relajación constante que aprovechan los amigos de lo ajeno para llevarse un importante bote.

Algunos de estos estafadores se desplazan hasta los lugares turísticos para intentar sacar partido del bullicio de la playa donde la gente está más preocupada del calor y de la arena que de proteger sus pertenencias.

Otros ladrones prefieren quedarse en las ciudades de interior, esas que se vacían casi por completo durante todo el mes de agosto. En estos casos, los criminales intentan identificar a través de varios métodos que una vivienda esta vacía y, por tanto, hay vía libre para poder entrar y arrasar con los objetos más valiosos del interior.

Las personas cuentan también con sus propios trucos para espantar a los ladrones de sus propiedades. Además de instalar cámaras o sistemas de seguridad dentro de las cuatro paredes del hogar, los propietarios intentan contar con la ayuda de los vecinos, que se quedan vigilantes de la casa. Pasan cada dos o tres días a abrir las ventanas y las persianas para que desde fuera parezca que hay actividad en casa y espantar a los ladrones. Aún así, los criminales estudian minuciosamente los hábitos de los ciudadanos y saben si están de vacaciones o todavía están en su residencia.

Algo que cada vez más personas están haciendo es retirar el felpudo de la puerta de casa. Este objeto se ha colocado toda la vida en el rellano para secarte o limpiarte los zapatos antes de entrar en la vivienda y no traer tanta suciedad del exterior. Durante los últimos años también se han puesto de moda los felpudos personalizados que quieren tener un pequeño detalle con los invitados que acoges en casa.

Sin embargo, el felpudo te puede jugar una mala pasada si te has ido de vacaciones. Cuando el servicio de limpieza de la comunidad se dispone a fregar o barrer el rellano, suele poner los felpudos junto a la puerta en posición boca arriba. Cuando vuelves del trabajo, colocas el felpudo en su sitio y arreglado. El problema es cuando no vas a pasar por casa en una o dos semanas por lo que el felpudo se queda en esa extraña posición durante un largo tiempo. De esta forma, los ladrones identifican que no hay nadie en la vivienda y pueden acceder a ella sin ningún tipo de oposición.

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