La variante BA.2.86 del coronavirus SARS-CoV-2, apodada “pirola” por los rastreadores de variantes, ya se ha detectado en Galicia. Los científicos que siguen la evolución del virus creen que todavía es pronto para saber si este linaje, clasificado como “variante bajo monitorización” por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tendrá una influencia significativa en la transmisión del coronavirus y en la gravedad de la enfermedad que pueda provocar. Lo que sí adelantan es que es muy divergente genéticamente de las demás subvariantes de ómicron y que se extiende por el mundo a un ritmo alto. Por eso es muy probable que pirola o alguna de sus derivadas se hagan dominantes globalmente en unas semanas.
Ha sido un profesor de la Universidad de Arkansas (EEUU), Raj Rajnarayanan, quien ha revelado el dato en las tablas que publica sobre las nuevas secuencias de variantes de interés que incorporan científicos de todo el mundo a las bases de datos. En su última actualización, del pasado lunes, figuran tres secuencias de pirola correspondientes a Galicia, correspondientes a muestras recogidas entre el 15 de agosto y el 22 de septiembre.
En concreto se trata de la primera derivada de pirola, el sublinaje BA.2.86.1. Se confirma, por tanto, lo que era de esperar, que pirola lleva tiempo circulando en Galicia: nada menos que siete semanas. Solo Madrid, con 3 secuencias, el País Vasco y Castilla y León (ambas con 7) suman más secuencias que Galicia en este listado, en el que también figuran Asturias, Cataluña, Extremadura y Andalucía. Los bajos índices de testeo y secuenciación hacen que la detección de nuevas subvariantes se demore semanas o meses.
La notificiación de la primera secuencia de pirola en España se realizó hace casi un mes y correspondió a una muestra recogida el 14 de agosto en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
El pasado 13 de agosto, solo dos días antes de la recolección de una de las muestras en Galicia, el biólogo evolutivo israelí Shay Fleishon, que trabaja para el Ministerio de Sanidad de Israel, anunció en la red social X, antes Twitter, el descubrimiento de una subvariante altamente mutada, con más de 30 cambios en la proteína espícula, que resultó ser la BA.2.86. Fue el salto genético del coronavirus SARS-CoV-2 más importante después de ómicron, y se detectó en un paciente no crónico en un laboratorio de Israel.
Fleishon considera que pirola debería ser designada con la letra griega “pi”. De hecho, el apodo “pirola”, correspondiente a un asteroide, fue elegido para poder acortarse a “pi” o “ro”, las letras siguientes a ómicron en el alfabeto griego. “BA.2.86 se encuentra ahora en 353 muestras, identificadas en 24 países de todo el mundo (eran 300 el viernes y 200 hace una semana y media). Tiene la tasa [de crecimiento], tiene la divergencia. Esto no es ómicron”, opinó ayer el científico israelí en X.
Hospitalizaciones
El número de camas ocupadas por pacientes COVID en los hospitales públicos de Galicia ha bajado de las 300 en fechas recientes, después de superar esa cifra durante la mayor parte del verano. En concreto, la última actualización del Sergas, correspondiente al lunes, señala que hay 214 hospitalizados en planta y 12 en cuidados intensivos. El nivel de hospitalización ha bajado respecto a agosto pero está lejos de la cifra de 76 camas ocupadas de la primera semana de julio.
Hay 2.178 pacientes con infección activa, según el registro del Sergas, y 154 casos abiertos en 24 horas. Septiembre se cerró con 4.894 casos mensuales notificados, por debajo de los 6.187 de agosto, el peor mes del año en ese aspecto, pero la cifra supone casi el doble que la del tercer peor mes, mayo, que registró 2.533 infecciones notificadas.
En cuanto al conjunto de España, la incidencia de COVID es un 141 por ciento superior a la que se registraba al inicio del otoño del pasado año.