Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La pareja liberal, al alza en Galicia

Clubes, aplicaciones o grupos en móviles permiten entrar en este mundo | Apps como Joy Club incluyen cuatro locales en la Comunidad que ofrecen consejos en la iniciación

El 40% de las parejas abiertas no lo da a conocer a su entorno. | // FREEPIK

Ocho mujeres de entre 27 y 50 años coinciden en un tupper sex guiado por una amiga. Lo que a priori prometía ser un desfile insulso de juguetes sexuales acaba siendo una sesión de revelaciones y confraternización. La guía de la reunión –que es soltera y de la que no citamos el nombre para respetar su intimidad– confiesa que practica el poliamor y que entre las distintas opciones con las que se ha erotizado destaca una pareja con la que se sintió “muy cómoda”.

Las preguntas y respuestas se plantean con naturalidad y entendimiento lo que impulsa a otra de las participantes a confesar que ha hablado con su marido en varias ocasiones sobre la posibilidad de acudir a un lugar de intercambio de parejas en Galicia. Aunque ambos se muestran a favor, no lo han probado hasta ahora.

Quienes sí dieron el paso años atrás son Kariel y Kyo, de Cataluña. “Llevamos en el swinger más de diez años. Todo fue a raíz de una fantasía que tuve con mi ex y una amiga.Se lo conté a mi pareja actual, le dio curiosidad y empezamos a buscar”, explica Kyo.

Una de las salas del local de parejas liberales y swingers Ludis Vigo. Ludis Vigo

Le pregunto a ella, Kariel, si por su parte hubo alguna reticencia. “A mí, me picó mucho la curiosidad. Hace diez años, no se conocía tanto lo del ambiente swinger y liberal. No estaba tan de moda. Ahora es fácil porque lo puedes encontrar por Google. Los dos estábamos de acuerdo. Fue fácil porque empezamos poco a poco”, aclara.

Diferencia entre pareja liberal y swinger

Antes de entrar en detalles, surge la necesidad de conocer la diferencia entre pareja liberal y pareja swinger. “El swinger –acota Kariel– es que tú juegas siempre acompañado de tu pareja. Liberal es cuando tú puedes jugar sin que tu pareja esté presente. Por ejemplo, estar en casa y que uno diga que se marcha porque esa noche quedó. Nosotros eso no lo hacemos. Somos swingers porque siempre vamos juntos” ya que “nos da morbo ver al otro” con otra persona o personas.

En el proceso lento de aterrizaje que ellos tuvieron en este mundo, la primera vez marcó una hoja de ruta. “Tuvimos –explica el joven treinteañero– un par de quedadas con gente que conocimos online para tomar algo en un bar o una casa sin que pasara nada. Una vez una pareja nos propuso ir a un club”.

En este punto surge la duda de cómo discernir entre las parejas o personas que realmente acuden para relaciones liberales o las que buscan cotillear. “En un club no suele ir gente para chismorrear. Si alguien va solo por curiosidad seguramente no se sentirá a gusto en un sitio así”, aclara Kyo.

110 locales en España y cuatro en Galicia

Para el contacto con esta pareja ha intermediado la app Joy Club –con foro y otros servicios– que el pasado viernes organizó un evento en Madrid con motivo del Día Internacional del Orgullo Liberal. Este tuvo lugar en el Naked Spa que se promociona como un espacio “para dar los primeros pasos en el ambiente liberal”.

Joy Club lo incluye en su listado de 110 locales de España abiertos a parejas liberales o swingers. Entre ellos, se encuentran cuatro de Galicia: Ludis Vigo, Dos+Dos en Lampai, Teo (cerca de Compostela); el Eros the swinger club, en O Carballiño (Ourense) -aunque la web que ofrecen en Joy Club te lleva a un dominio vacío- o la discoteca Meigallos en Untes (Ourense). En sus webs, ofrecen consejos para iniciarse e información de cómo funcionan.

Uno de los espacios de la disco Meigallos en Ourense. Meigallos

Por ejemplo, Meigallos recalca que "es un club privado ( asociación privada y liberal) de ambiente liberal que ofrece un nuevo concepto de relaciones entre parejas, chicos y chicas liberales sexualmente y en todas sus formas y libremente; para que todo funcione en armonía y todos nos sintamos a gusto e integrados, hemos basado todas nuestras pautas de comportamiento".

Unos espacios con límites

En este espacio, los límites a los curiosos son claros. El acceso es “limitado” para los singles chicos quienes necesariamente deben realizar una reserva previa para los viernes y sábados. Como máximo, puede haber diez en una noche.

Tanto solteros como parejas deben pagar entrada, que incluye consumición.Todas y todos deben cumplir unas normas que más o menos se repiten en los otros locales. Las principales: no permitir el acceso de menores de edad; prohibir la entrada a gente que pretende prostituirse allí y, sobre todo, respetar. Es decir, si la otra parte del dúo o la otra pareja o tercera persona dice no a algo o alguien no se le puede obligar.

A este respecto en la web de Meigallos enfatizan que "hemos de respetar sin reiteración la decisión de cualquier usuario de no relacionarse con nosotros, sea el motivo que sea. Es imprescindible comprender que cada persona tiene sus límites y llega justamente a donde el quiere definidamente llegar, de modo que cada uno puede hacer lo que quiera pero siempre respetando las decisiones de los que conviven, con el máximo respeto, nadie puede obligar a nadie a hacer nada".

Esto importante en general pero determinante a la hora de las prácticas bondage (sexo en el que se ata e inmoviliza parcial o totalmente a la persona) o en el BDSM (Bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo, masoquismo). La pregunta a Kariel y Kyo es clara, ¿alguna vez en la práctica del bondage tuvieron temor de que aprovecharan para hacerles daño? “El bondage lo hemos hecho en plan juego, de manera ‘light’ (suave), atándonos a la cama, jugando con las otras parejas a vendarnos los ojos... Ha estado bien.No piensas en cosas negativas. Nosotros intentamos conocer antes a las otras parejas con las que vamos a jugar”, responde él.

No son orgías

Ella agrega: “Nosotros no somos de los que vamos a un club, subimos a las camas y jugamos. No. Nosotros vamos, nos gusta conocer a la gente, preguntarle cosas, ligar... para no llevarnos sorpresas. Pero cada pareja tiene una experiencia diferente en esto”, aclara recalcando que cada swinger tiene sus normas o visión y que esta práctica no debe confundirse con una orgía, “reunión –según el diccionario de la RAE– de personas en la que se practica sexo sin moderación y, generalmente, con consumo de alcohol y otros estimulantes”.

Aún hay mucho tabú y armario en este tema

Kyo - joven que forma parte de una pareja swinger

decoration

Aunque se ha avanzado en la liberalización de la sexualidad, hay que debatir sobre la aceptación de esta por la sociedad y el entorno del individuo. “En el mundo swinger –reflexiona Kyo– aún hay mucho tabú y armario. Se usan muchos nicks, no se usan los nombres reales. Hasta hace un año o dos nosotros no dábamos la cara, lo teníamos un poco escondido pero ahora algunas amistades y familiares ya lo saben”. “No se lo toman a mal porque al vernos felices lo ven como algo bueno para la pareja”, añade ella.

“Al principio hubo celos porque es normal; hay que hablarlo”

“Al principio hubo celos porque es normal, pero la base de la pareja swinger es la comunicación. Todo lo que iba pasando se lo ibas hablando a tu pareja, tus sentimientos, lo que te gustaba y lo que no”, señala Kariel sobre su iniciación en este mundo. Respecto al temor de que se hiciesen cosas que en un principio no les gustaba apuntan ella y Kyo que “desde que empezamos tuvimos muy claros los límites.

En los comienzos, por ejemplo, dijimos que pasara lo que pasara, como mucho, nos daríamos unos besos sin llegar a más. Al acabar la noche, volvíamos a casa, hablábamos sobre lo que nos había gustado y qué podríamos haber hecho a mayores. Después de tanto tiempo, los límites no los hablamos. Con mirarnos, ya sabemos si la otra persona está a gusto o no. Nos dejamos llevar”.

Clubes, aplicaciones o grupos en móviles permiten entrar en este mundo | Apps como Joy Club incluyen cuatro locales en la Comunidad que ofrecen consejos en la iniciación

Otro asunto es el sexo seguro. “Por base el uso de preservativo todo el mundo lo tiene claro. Nosotros y la mayoría de gente que nos relacionamos hacemos controles periódicamente. Es habitual, cosa que en el mundo no swinger no es así”, indican.

Desde Ludis Vigo, señalan en su web que "la protección es algo que nunca debemos descuidar bajo ningún concepto, este es un tema que a todos nos preocupa mucho, especialmente en nuestras primeras andaduras, sin animo de crear alarmismo nos gustaría que os concienciarais de la necesidad de mantener un sexo seguro, si hacemos las cosas tomando precauciones no va a pasar absolutamente nada. La gran mayoría de la comunidad liberal es gente casada o con pareja estable desde hace mucho tiempo y en muchísimos casos con hijos, la tónica general es la de cuidarse mucho por su bienestar y el de sus familias".

Con la represión en la sombra

Lo cierto es que aunque nos bombardean continuamente con el sexo, aún hay gente que se siente cohibida para vivir su sexualidad como quiere. ¿Cómo se explica? “Venimos de una época en la que la sexualidad fue un tabú, una represión. No hace tantos años de ello. Una cosa son los avances a nivel social y otra los avances en los ideales y moralidad. Estos últimos cuesta más llevarlos. En la represión, solo se tenían en cuenta las relaciones heterosexuales y monógamas. Eso está muy asentado, fuimos criadas y criados en ello. Comienza ahora a haber una diversidad pero para que cale en el imaginario social llevará tiempo”, responde la psicóloga y sexóloga más vicepresidenta de la Sociedade Galega de Sexoloxía Vanessa Rodríguez Pousada quien además es profesora colaboradora de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC).

Vanessa Rodríguez, psicóloga y profesora de la UOC. V.R.

En el caso de la gente, indica que en consulta y cuando imparte talleres de educación sexual “los adolescentes no se cortan al hablar de este tema si se les da un espacio en el que se sientan escuchados y no cuestionados. Muchas veces cuando hablamos de sexo con ellos nos situamos en un cierto lugar de superioridad”.

Vivir libremente la sexualidad no significa tener más relaciones o menos

Vanessa Rodríguez - Psicóloga y sexóloga

decoration

Una duda es si las ciudades benefician la aparición o no de los clubs para parejas liberales o swingers. “Estos espacios tienen que ver con el entorno social en el que están. Galicia tiene una parte más rural. Las grandes ciudades vuelven más anónimo al sujeto por lo que es más fácil ir a sitios sin estar pendientes de si me verán, si coincidiré con alguien conocido...”, añade.

Respecto a los consejos para romper el muro, aclara que “no sé si todos viviremos siempre libremente nuestra sexualidad. Todos tenemos un condicionante social y cultural que procede de donde nos criamos y educamos. Eso está ahí. El objetivo no es vivir una sexualidad plena sino lo más buena posible. Es decir, no establecer grandes objetivos y establecer nuestros tiempos para no sentirnos condicionados. Vivir libremente la sexualidad no significa tener más relaciones o menos sino tiene que ver con lo que le apetezca a cada persona, en cada momento”.

Para ayudar a avanzar a la sociedad en este tema, Joy Club ofreció esta semana una jornada de puertas abiertas a medios. “No lo habíamos hecho nunca. Creemos que hay mucho trabajo por hacer para la liberalización de las sexualidades. Un dato es que un 40% de las parejas abiertas lo vive en la intimidad y no lo comparte con la gente. Y cuando lo comentaron en su entorno, la gran mayoría ha sufrido estigma, malas miradas o malos comentarios. Creemos que las relaciones no monógamas es un tema que se debe tratar. Aún hay mucho tabú”, señala Cecilia Bizzotto, socióloga.

Esta portavoz de Joy Club en España recuerda que empezó como un foro en Alemania para luego crecer como red social expandiéndose a España (primero) y a otros países después: “Nuestra comunidad en España ha sido la que más ha crecido no solo con gente del ambiente sino con otra con curiosidad y que quiere aprender de la sexualidad”.

Al principio hubo celos, hay que hablarlo

Kariel - Chica de una pareja swinger

decoration

Riesgos y cómo estar bien informados

Para una persona que desee iniciarse en el mundo de la pareja swinger, Kyo señala que "la mente cada vez está más abierta sobre todo con gente joven. También es verdad que al estar de moda cada vez es más fácil acceder a este mundo y a veces la gente que empieza no está bien informada o preparada en las normas o código swingers. Entran sin límites y eso crea conflictos de pareja y puede a veces provocar un mal rato en un club cuando te encuentras con una pareja que no lo tiene claro".

Una guía rápida para iniciarse

Desde Ludis Vigo, en su web, facilitan varios consejos:

1.Uso del preservativo y sexo seguro, que ya se comentó en párrafos anteriores.

2.Precaución a la hora de elegir a la pareja o personas con las que mantener relaciones sexuales. "Si observamos que hay una falta de higiene o descuido físico por parte de la pareja, es evidente que no nos conviene ya que si no se cuidan así mismos menos se van a preocupar por su salud y nada por la nuestra. Intentar evitar a aquellas parejas que no tomen ningún tipo de precaución en sus relaciones con otras parejas, es posible que no porten ninguna enfermedad, pero el índice de probabilidades es altísimo ya que están en más ocasiones expuestas y así evitaremos riesgos innecesarios"

3.Evitad mantener relaciones con aquellas personas que tengan ocasionalmente heridas o cortes ya que la trasmisión de enfermedades es facilitada por el intercambio de flujo sanguíneo. Si se realiza sexo oral, aconsejan preservativo femenino o al llegar a casa tener cuidado con producirse heridas en la boca (por ejemplo cepillándose los dientes o pasando el hilo dental).

4.Cuidado con los jacuzzis y piscinas. "Debemos -señalan- revisar el estado del agua e instalaciones, es habitual que a lo largo de la noche lo utilicen varias parejas así que es necesario que traten este agua con agentes desinfectantes y a ser posible con un buen equipo de filtrado".

5.Ojo con el intrusismo. En el caso de su local, se coinciden con alguien que cobra por sus servicios sexuales se debe comunicar al establecimiento ya que está prohibido. Ponen un ejemplo, "imaginaos que un chico contacta con una profesional quedan los dos para ir a un local, le paga 360€ y se hacen pasar por pareja, conocen a otra pareja, se enrollan y se van todos y acaban en la cama, pues esto también es intrusismo".

Compartir el artículo

stats