Los pacientes con una infección por COVID en los hospitales públicos gallegos son ahora el doble de los que había a la misma altura de 2022. La cifra del martes, la última facilitada por el Sergas, arrojaba 287 hospitalizados con el virus, 14 en uci, menos que los 298 y 21, respectivamente, registrados dos días antes, pero más del doble de los 121 hospitalizados y 6 en uci del 30 de agosto del pasado año.
Desde la llamada “gripalización”, y a falta de datos de incidencia, la población se guía por el “ojímetro” para evaluar el nivel de contagios de COVID: se fija en el número de personas que caen enfermas en su entorno. Y en este final del verano son muchas: las infecciones activas se han triplicado desde mediados de julio y ahora son 3.242 oficialmente, aunque es probable que la cifra real multiplique esta por seis o más. Y muchos de quienes reportan infección sintomática señalan que sus síntomas distan mucho de los de un catarro banal: según los casos, dolor muscular, de garganta, fatiga extrema, fiebre y tos.
Son las consecuencias de la ola veraniega de un SARS-CoV-2 que se resiste a seguir el patrón estacional que algunos científicos pronosticaban y siguen augurando para un futuro indeterminado. Las subvariantes de ómicron recombinantes, descendientes de XBB, hacen de las suyas y la inmunidad de anticuerpos de la población sigue a la baja. En el horizonte, la vuelta al colegio, dentro de doce días, y la variante BA.2.86, con mayor escape a la inmunidad y tan distinta a su ancestro ómicron que la OMS podría designarla con la letra griega “pi” o incluso “ro”. De ahí que científicos y cazadores de variantes la bautizasen como “pirola”, nombre de un asteroide que empieza por “pi” y “ro”, y que en Galicia tiene otras connotaciones. La tenemos cerca: ya se ha detectado en Portugal.
No todas las comunidades autónomas comunican datos, y Galicia es una de las que los sigue facilitando, aunque el grifo informativo se cierra poco a poco. Desde el pasado 12 de julio, hace 50 días, la cifra de fallecidos por COVID permanece fijada en 4.210. No se reportan decesos desde entonces.