Desmontando la ‘carne’ artificial
La FAO la considera una solución a las hambrunas y su comercialización cambiaría el paradigma en la producción y consumo de carne. Pero aún se estudia en la UE si es peligroso para la salud la ingesta de estos 'ultrapocesados' de laboratorio

Carne sintética creada a partir del cultivo de células de origen animal e ingeniería de tejidos. / FDV
Guipúzcoa será la sede de la factoría de carne cultivada más grande del mundo después de que la brasileña JBS (industria alimentaria ‘todopoderosa’ considerada el mayor productor de carne de vacuno del mundo) anunciara sus intenciones. La compañía adquirió el 51% de la española BioTech Foods, centrada en el desarrollo de carne cultivada y cuya planta de fabricación está situada en el Parque Tecnológico de San Sebastián. Filetes creados en laboratorio mediante el cultivo de células de origen animal aisladas, son presentados como la alternativa más sostenible a nivel medioambiental de la industria cárnica. Al mismo tiempo que organismos internacionales valoran su potencial como candidata a solucionar el hambre en el mundo. Pero mientras los defensores de la ciencia experimental (con las potentes compañías alimentarias detrás) defienden el avance tecnológico, hay científicos que advierten de los riesgos para la salud de comer productos creados por un proceso químico en laboratorio.
“La carne artificial se fabrica en laboratorio a partir de proteína animal. Se trata de un producto ultraprocesado y como todos los ultraprocesados, es un riesgo para el organismo”, apunta el catedrático de la Universidade de Vigo especialista en las áreas de Fisiología y Endocrinología, Federico Mallo. Desde su experiencia y conocimientos defiende el modelo alimentario tradicional. “Nunca pudimos alimentarnos como lo hacemos ahora. Sabemos lo que tenemos que comer para estar sanos y tenemos la disponibilidad de todo tipo de productos naturales, no como hace 50 años”, señala el experto.
“Tenemos alimentos, como la carne o el pescado frescos, buenos y ricos para nuestro organismo, disponibles todo el año. Además, son asequibles para casi todo el mundo. En su día, mucha gente no podía comerlos, porque una dieta variada implicaba gastar la mayor parte del salario. Pero ahora, ¿por qué no comer carne? Se trata de un alimento, que es seguro y reconocible”, plantea el investigador. Si la decisión de no comer carne o pescado, tiene que ver con una actitud personal de respeto al medio ambiente, el experto lo tiene claro. Y es que, Mallo, que también dirige el LabEndo (Laboratorio de Endocrinología de la UVigo), recuerda asimismo, que “la cantidad de energía que se necesita para producir carne sintética es enorme”. Y avisa que este tipo de industria genera su propia huella de carbono.
¿Cómo se fabrica carne? Técnicamente llamada producción de comida basada en células, es un procedimiento realizado en laboratorio. El cultivo celular implica tomar células de un animal y cultivarlas. La fuente original es una pequeña muestra de células de un animal sano como una vaca o un pez, puede producir cientos de kilogramos de producto alimenticio. Estas células se cultivan bajo control y condiciones higiénicas dentro de un dispositivo llamado biorreactor, que imita el cuerpo del animal.
Luego esas células son alimentadas con una mezcla de nutrientes como: vitaminas y aminoácidos, azúcares, grasas y agua. Y se desarrollan como tejido adiposo o muscular. Cuando las células están listas, se sacan del biorreactor. Algunos productos se cultivan en forma de rodajas de pescado o tacos de carne y, por lo tanto, no necesitan un procesamiento posterior, depende del sistema que use la factoría. Esta carne artificial puede ser mezclada también con otros ingredientes para obtener el producto final antes de ser envasado para llegar al consumidor. Los huevos y los productos lácteos también pueden ser producidos por células.
Defensa acérrima de la FAO
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es una férrea defensora de este modelo creación de productos alimenticios. De hecho, son varios los informes que ha publicado, con el respaldo de diversos análisis científicos, para defender la reputación de este modelo de producción y subrayar su condición de alimentos seguros para la salud. “La FAO está trabajando con los miembros y socios para garantizar que se sigan las buenas prácticas, para mantener seguros los alimentos basados en células durante todo el proceso de producción”, afirma.
En esta misma línea, se han pronunciado líderes de opinión como Bill Gates, que llegó a decir que los países ricos deberían empezar a consumir solo carne sintética. Son varios los países de la zona Euro que estudian comercializar carne producida de manera artificial, sin embargo, para su venta y distribución es necesario que la Comisión Europea (CE), junto a los estados miembros, lo autoricen. De hacerlo, deberán establecerse los requisitos de etiquetado de los nuevos productos alimenticios. A falta de una decisión definitiva al respecto, la CE sí ha dicho que “la tecnología de cultivo celular es un contribuyente potencial para alcanzar los objetivos de la UE sobre sistemas alimentarios justos, seguros, saludables y ambientalmente sostenibles”.
Nacida en Holanda, se puede comer solo en Singapur y EE.UU.
EE.UU acaba de aprobar la venta de carne creada en laboratorio para consumo humano. Dos empresas. La primera es Good Meat, asociada con el chef español José Andrés, que será de los primeros en ofrecer pollo artificial en su carta. Esta compañía ya operaba en Singapur, primer país en autorizar la comercialización de carne de laboratorio. La segunda factoría es Upside Foods. Ambas afincadas en California y poseedoras de las autorizaciones reglamentarias por parte de la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) y el Departamento de Agricultura norteamericanos, para la fabricación y venta de pollo hecho en laboratorio. El proceso de creación de carne artificial fue descubierto en Países Bajos en agosto de 2013, por el investigador de la Universidad de Maastricht, Mark Post (la hamburguesa de 142 gramos, costó cerca de 300.000 dólares). Sin embargo, la UE aún no permite su comercialización.
¿La comida del futuro o un filón para la industria alimentaria?
“Estamos fidelizando el consumo de ciertos productos ultraprocesados y, por tanto, a quien los produce”, sentencia el catedrático de la UVigo Federico Mallo. “Tenemos que comer alimentos naturales y punto. Muchas veces hay detrás cuestiones relacionadas con la moda y el Neuromarketing que, desde el punto de vista alimentario, no es salud”, subraya el experto. Y es que, mientras la ONU ve en la carne artificial la respuesta a cómo alimentar a los 9 millones de habitantes que se estima tendrá la Tierra en 2050, lo cierto es que se trata de una producción de momento cara, que requiere una tecnología punta y que está concentrada en manos de muy pocas empresas en el mundo. Si a ello, se une el hecho de que se asocien a la carne de laboratorio conceptos relacionados con la sostenibilidad ambiental que científicos como Mallo cuestionan, podría ser un negocio redondo para el lobby agroalimentario.
Suscríbete para seguir leyendo
- El juez del caso Rubiales al abogado de Jenni Hermoso: 'Si sigue así le doy la sentencia para que la ponga ella
- La despedida de Ion Aramendi en 'Reacción en cadena': «Gracias por todo»
- Aparecen decenas de libros desperdigados en una céntrica calle de Vigo: «Non o podo entender»
- Colesterol alto: los alimentos que debes eliminar y los mejores para controlar los niveles
- Retenciones en la AP-9: tres heridos, dos de ellos guardias civiles, por un doble accidente a la altura de Peinador
- Localizado Óscar Freire, que abandonó de forma voluntaria su domicilio
- Sale a la luz el plan de David Rodríguez tras descubrir que el foco de la investigación se centra en él: «Contar muchas cosas de su pareja»
- Torta de Vigo: la receta más sencilla para preparar uno de los dulces más típicos de la ciudad