Pederastia en la Iglesia

Los jesuitas catalanes piden perdón por los abusos pero mantienen el hermetismo sobre los curas denunciados

El delegado de la Compañía de Jesús en Cataluña ha explicado que actualmente solo hay dos procesos internos abiertos por pederastia contra jesuitas: son los que corresponden a los sacerdotes Francesc Peris y Francesc Roma

La fachada del colegio de los jesuitas de Casp, en Barcelona.

La fachada del colegio de los jesuitas de Casp, en Barcelona. / JORDI OTIX

Guillem Sánchez

Enric Puiggrós, delegado de la Compañía de Jesús en Cataluña y pronto su máximo representante en España, ha comparecido ante la prensa después de tres semanas durante las que han arreciado los casos de abusos sexuales sufridos por menores escolarizados en el colegio de los jesuitas de Casp de Barcelona. Puiggròs ha condenado los hechos, ha pedido perdón y ha lamentado que estas agresiones sucedieran en espacios en los que los menores deberían haberse sentido seguros.

El delegado de la institución en Catalunya comparece ante la prensa después de tres semanas en las que han arreciado casos de abusos sufridos por menores en el colegio de Casp

Durante la primera parte de la rueda de prensa, Puiggròs ha desgranado las decisiones que la organización religiosa ha acordado llevar a cabo, que incluyen medidas como contratar los servicios del bufete de abogados Roca Junyent para gestionar cómo se debe proceder "caso a caso", y después ha respondido a una veintena de preguntas de los periodistas. Durante esta segunda parte, el delegado ha explicado que actualmente solo hay dos procesos internos abiertos por pederastia contra jesuitas en Cataluña: son los que corresponden a los sacerdotes Francesc Peris y Francesc Roma, este último provocado por las informaciones de EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica. Puiggròs, que ha explicado que los dos residen en un centro jesuita, no ha querido aclarar si los dos denunciados admiten las acusaciones o, en sentido contrario, las rechazan.

Evasivas sobre Roma y Peris

A pesar de que ha sido requerido al respecto en más de una ocasión, Puiggròs se ha escudado en que los procesos internos abiertos contra Peris y Roma todavía no han terminado. Las pesquisas las dirigen un equipo de dos personas: un miembro de la comunidad y un abogado externo que interrogan a los afectados y estudian las circunstancias de los abusos denunciados. Roma ya fue objeto recientemente de un proceso interno previo ya finalizado pero Puiggròs tampoco ha querido revelar qué dijo el sacerdote en relación a este primer caso. "Ahora se ha reabierto", ha argumentado.

Roma, que tiene más de 80 años, ha oficiado hasta hace dos semanas una misa cada domingo en la iglesia del Sagrat Cor, que forma parte del mismo recinto en el que estaba ubicado el colegio donde cometió supuestamente los abusos. Una actividad que ha cesado a raíz de la información de este diario.

La compañía no se personará, llegado el caso, como acusación particular en ninguna causa que pueda abrirse contra sus miembros

Restricciones

Una semana antes a esta publicación, Roma iba a presentar un libro acompañado por destacadas personalidades de Barcelona, un acto que fue cancelado después de que 'El País' destapara los abusos de Peris y de un hermano del propio Roma en Bolivia, un país hermanado con los jesuitas catalanes y que ahora investiga los abusos sexuales cometidos por estos durante décadas.

Puiggròs ha eludido responder si Peris y Roma han confesado los hechos escudándose en que sus procesos internos aún no han acabado

Puiggròs ha asegurado que fue él quién decidió cancelar el acto de presentación de Roma, cuya convocatoria había pasado por alto en un descuido. El acto, según el delegado catalán, no se celebró no por la publicación de nuevos casos, sino porque no se ajustaba a las restricciones que pesaban sobre el religioso.

Tanto Roma como Peris son dos sacerdotes de gran "ascendencia personal" en la comunidad jesuita, según Puiggròs, que ha apuntado que esta se encuentra "muy afectada". "Es muy doloroso que compañeros tuyos tengan actuaciones que contaminan tu forma de vida", ha asegurado.

"No hemos enviado pederastas a Bolivia"

Puiggròs también ha afirmado que fue "un error" enviar a Bolivia a Lluís Tó. Este sacerdote fue condenado por abusos sexuales a una alumna de 8 años en el colegio Sant Ignasi de Barcelona y, tras la sentencia, fue despedido con un homenaje y destinado al país andino. Se dijo entonces que iba a hacer terapia y que no estaría en contacto con menores. No era cierto. Tal como Pedro Lima, exjesuita boliviano, relató a este diario, Tó no hizo terapia, siguió en contacto con menores y continuó abusando de estos.

Peris, por su parte, abusó de alumnos del centro de Casp en los años 70 y en 1983 fue enviado a Bolivia, donde también abusó de menores bolivianos. Puiggròs ha distinguido entre ambos casos. Sobre Peris, ha asegurado, no constaban abusos cuando fue enviado a una misión a Bolivia. También ha subrayado que la mayoría de misioneros partieron hacia ese país u otros, como la India, al terminar su formación. "No es que enviemos a los pederastas a Bolivia como ha salido en algún titular, no lo hacemos".

Prevención

Puiggròs ha explicado que la relación con los abogados de Roca Junyent no implicará que la compañía se persone como acusación particular en ninguna causa que pueda abrirse contra miembros jesuitas por pederastia. "Sería un acto de cara a la galería", ha dicho sobre una decisión que toman después de recibir asesoramiento legal. El delegado ha reiterado su voluntad de estar al lado de los afectados y ha asegurado que comprende que muchos prefieran acudir a los medios de comunicación en lugar de hacerlo a la institución en la que sufrieron los abusos.

Por ese último motivo, los jesuitas han puesto a disposición de los exalumnos una asociación externa -Asociación para la Mediación, el Encuentro y la Escucha, AMEE- para para que puedan contactar con esta entidad que mediará entre estos y la institución.

Sobre el pasado, resulta imposible hacer una auditoría porque no existe información acerca de lo que sucedió, ha lamentado, antes de añadir que la institución está dispuesta a facilitar "caminos de sanación y reparación" para las víctimas. Sobre el presente, ha subrayado, los centros de los jesuitas toman todas las precauciones y están formando a todos los profesores para evitar que suceda de nuevo.

Siete denuncias policiales

Roma y Peris no son los únicos profesores bajo sospecha en el colegio de Casp. También en febrero de 2016, coincidiendo con la eclosión de los abusos en escuelas de los Maristas que destapó este diario, dos exalumnos del colegio Kostka de los jesuitas –cuando este centro para familias sin recursos aún estaba integrado dentro del de Casp– contactaron con RAC1 para destapar, respectivamente, los abusos de Joan Pere G.M. y de Josep Maria G.P., dos profesores laicos. Ambos exalumnos, además de llamar a la emisora, presentaron una denuncia ante los Mossos.

Según el recuento de EL PERIÓDICO, además de estas dos denuncias contra los seglares del Kostka –antigua escolanía de Casp donde estudiaban los alumnos más pobres–, se han presentado dos denuncias contra Francesc Roma y otras tres contra Francesc Peris.