Denuncias

Un cura irlandés ordenado en Oviedo fue apartado en EE UU por "riesgo para los niños"

Patrick O’Leary, que no fue juzgado, dejó el sacerdocio y trabajó de albañil cerca de Chicago

Un cura irlandés ordenado en Oviedo fue apartado en EE UU por "riesgo para los niños".

Un cura irlandés ordenado en Oviedo fue apartado en EE UU por "riesgo para los niños".

Luis Ángel Vega

Patrick O’Leary, un sacerdote irlandés que fue ordenado por el arzobispo Gabino Díaz Merchán en Oviedo en 1984, terminó siendo apartado de su parroquia en la Diócesis de Chicago, en Estados Unidos, al apreciarse "un patrón de conducta inapropiada" que le colocaba "en riesgo de conducta sexual inapropiada con los niños". Pese a que sus feligreses pidieron que regresase, la diócesis se negó, acuciada en aquel momento por las exigencias de transparencia tras una ola de denuncias a sacerdotes por abusos sexuales a menores. Según la prensa estadounidense, el Arzobispado de Chicago pidió al de Oviedo el regreso de O’Leary a Asturias, pero ni al Arzobispado de Oviedo, ni a los sacerdotes con los que se preparó en el Seminario, les consta que volviese. En realidad, abandonó el sacerdocio y se quedó en Estados Unidos, trabajando como albañil, según sus compañeros de seminario. En 2009 se cumplían los 25 años de su ordenación como sacerdote, pero no fue invitado y no acudió a la celebración que tuvo lugar en el Seminario de Oviedo.

O’Leary fue consagrado diácono en 1983. Junto a Luis Marino Fernández Solís –fallecido el año pasado– estuvo destinado en la parroquia de Cerredo, en Degaña, según evoca uno de los sacerdotes con los que se ordenó, Andrés Pérez Díaz, hoy párroco de San Lázaro en Oviedo. "Tras ordenarse quiso regresar a su diócesis de Cork, en Irlanda, pero no pudo y acabó un tiempo después en la de Chicago", cuenta el padre Andrés. Fuentes del Arzobispado indicaron que O’Leary se fue de Asturias en 1987, momento en que solicitó la excardinación de la diócesis, que le fue concedida en 1989.

Hechos secretos

ayudaba a sufragar la matrícula escolar de los niños que no podían pagarla

Los feligreses reaccionaron reuniendo 1.400 firmas contra su marcha. "Ha sido crucificado", llegó a decir uno de ellos. Otra decía que O’Leary era el único que se había preocupado por los niños. Se deslizó que había sido apartado por sus críticas a otros docentes de la escuela parroquial y su deseo de cambiar las cosas. "Bring Back Father Pat" ("Traed de vuelta al Padre Pat"), exigían los feligreses. Steve Sidlowski, el encargado de revisar la aptitud profesional de los sacerdotes de la diócesis de Chicago, aseguró que O’Leary estaba atizando desde el púlpito a los feligreses, "diciendo cosas inconsistentes que no se correspondían con lo que había admitido en privado".

Tras su apartamiento, O’Leary dejó el sacerdocio. El párroco de San Lázaro supo de él hace unos veinte años. En aquel momento trabajaba de albañil. Desde entonces, ninguna noticia. O’Leary es uno de los 21 sacerdotes relacionados con España que figuran en los archivos de las diócesis estadounidenses por haber sido juzgado, condenado, denunciado o, como en su caso, meramente señalado por abusos de menores.

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Patrick O’Leary. Nacido en Cork (Irlanda) en 1960, estudió en el seminario de Oviedo y fue ordenado por el Arzobispo Díaz Merchán en 1984. Un año antes, como diácono, en la parroquia de Cerredo, en Degaña. En 1987 pide su excardinación de la diócesis de Oviedo, concedida en 1989. Intenta regresar a Cork, pero termina marchándose a Chicago, donde en 1992 entra como sacerdote auxiliar en la parroquia de la Encarnación de Palos Heights.

Expulsión. En 1993 es apartado por "conducta inapropiada" y "riesgo de conducta sexual inapropiada con los niños". Aunque se pidió su regreso a Asturias, O’Leary dejó el sacerdocio y se quedó en la zona de Chicago, donde hace unos veinte años trabajaba de albañil.

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