El enoturismo en el Empordà se propone crecer en "calidad" y en "creatividad"

"El enoturismo en el Alt Empordà ha crecido en creatividad". Este es el titular que le gustaría ver escrito a Maria Baró, responsable del proyecto enoturístico de las Bodegas Perelada si dentro de un año se repite una jornada como la celebrada este lunes en Peralada. El flamante mascarón de proa del turismo vinícola en el Alt Empordà, la espectacular bodega del Grupo Peralada inaugurada hace apenas un año, fue el escenario de un encuentro entre los principales actores del sector, en la que hubo, primero, una mesa redonda entre la propia Baró, Xavier Albertí, presidente del Consejo Regulador de la DO Empordà; Pep Amiel, presidente de La Cocina del Viento, y Agustí Badosa, vicepresidente del Consejo Comarcal, y posteriormente una conferencia de Adela Pereira –‘Enoturismo rentable: cómo captar y fidelizar visitantes’– , en la que esta especialista en marketing del mundo del vino explicó diferentes estrategias para "monetarizar" las apuestas de enoturismo de las bodegas.

Tanto en la mesa redonda como en la conferencia planeó un criterio compartido por todos: el enoturismo en el Empordà no debe obsesionarse en crecer en cantidad, que ya lo está haciendo, sino en calidad y en lo que Pereira define "como las singularidades que te hacen distinto". "No se pueden seguir haciendo visitas explicando cómo se hace el vino, porque en todas partes se hace más o menos igual; se deben mostrar a los visitantes nuestros valores, nuestra identidad propia, porque se trata de fidelizarles, de establecer un vínculo".

La jornada sobre los nuevos retos del enoturismo ha sido impulsada por Prensa Ibérica, el Semanario del Alt Empordà y Celler Perelada, con la colaboración de la Generalitat de Catalunya, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Empordà, La Cocina del Viento y la Asociación de Hostelería del Alt Empordà.